Manga: Reseña de Oshiete! Galko-chan (Cuéntame, Galko-chan) vol.2 de Kenya Suzuki, Fandogamia

¡Feliz San Valentín a todos! 

Muchos de nuestros lectores lo celebraréis y muchos no, pero sea como fuere nosotros cerramos el día de los enamorados de hoy con la reseña de un manga protagonizado por una waifu con mayúsculas: el segundo tomo de Oshiete! Galko-chan (おしえて!ギャル子ちゃん), obra original de Kenya Suzuki que llega bajo el título literal Cuéntame, Galko-chan, que era lanzado por Fandogamia Editorial este pasado 6 de febrero.

Reseña de Oshiete! Galko-chan (Cuéntame, Galko-chan) vol.2 de Kenya Suzuki, Fandogamia

El manga inició su publicación en el servicio digital Comic Walker de Kadokawa en junio de 2014, aunque anteriormente su autor había recurrido a Twitter para lanzar la obra, y la editorial española nos lo ofrece en una edición a todo color, con formato A5 a un precio de 10 euros cada tomo y cadencia trimestral, todo en un formato idéntico al japonés, rústica A5 con sobrecubierta.
Hasta ahora cuenta con cinco tomos recopilatorios en Japón.

Reseña de Oshiete! Galko-chan (Cuéntame, Galko-chan) vol.2 de Kenya Suzuki, Fandogamia
Oshiete! Galko-chan vol. 2
Este manga es la gloria. Vale que Fandogamia nos ha hecho esperar más de lo prometido, pero la espera ha merecido la pena solo por las risas y diversión que aporta al poder leerlo después.

Continuamos con este manga en clave de comedia que nos ofrece historias cortas de una página o dos, protagonizadas por tres grandes amigas de instituto que tienen más bien poco en común: GalkoOtako y Ojô, que tal y como las definen sus seudónimos son una voluptuosa e inocente gal, una otaku más bien pequeña y finalmente una chica adinerada y perfecta que no sabe muy bien como encajar.

Al ser tan opuestas entre ellas, los gags nos muestran sus diferentes y divertidos puntos de vista sobre curiosidades cotidianas, todo rodeado de una candidez e inocencia sin abandonar ese toque picante y gracioso y que habitualmente terminan arrancándole los colores a una de las tres.

Reseña de Oshiete! Galko-chan (Cuéntame, Galko-chan) vol.2 de Kenya Suzuki, Fandogamia

Reseña de Oshiete! Galko-chan (Cuéntame, Galko-chan) vol.2 de Kenya Suzuki, Fandogamia
Este segundo volumen sigue esta misma química, pero esta vez aumenta notablemente el atractivo al incluir toda una serie de personajes de su entorno que protagonizan sus propias historias.

Así es como conocemos por ejemplo a Nikuko, una chica gordita y orgullosa de su cuerpo, Okako, una siniestra muchacha a la que le encanta la música, o Bomuo, el típico chico callado en clase que no destaca demasiado... pero cuyo encontronazo con la buena de Galko cambiará por completo su visibilidad en la clase.

Además en este volumen encontramos muchos más puntos de vista masculinos, no solo gracias a Bomuo, si no al modernillo de Charao o al regreso a estas páginas del joven Kuseta, a quién Galko ya enamoraba en la piscina en el tomo anterior.

Con estos personajes entre muchos otros, las historias del manga logran adquirir una variedad mucho mayor a lo visto en el primer tomo, tomando un estilo aun más divertido si cabe.

Reseña de Oshiete! Galko-chan (Cuéntame, Galko-chan) vol.2 de Kenya Suzuki, Fandogamia
A todo esto por supuesto tenemos que añadir el estilo de dibujo impresionante de Kenya Suzuki, quién logra demostrar que su dominio va mucho más allá de Galko y su cuerpo neumático al prestarnos personajes cada vez más variados en sus páginas, siempre en compañía de un estilo de color que nos enamora, con unos trazos que parecen hechos con un boli un poco al azar, logrando un encanto que pocos consiguen.

La suma de todos estos factores dan como resultado un manga repleto de frescura, un grito a la juventud que es capaz de arrancarnos fácilmente una sonrisa en cada una de sus páginas, y que incluso tras todas las leyendas urbanas que repasan entre las tres amigas, siempre logran hacernos aprender algo.

Y si no, siempre podemos quedarnos suspirando en las páginas en las que podemos atinar a la hermana mayor de Galko-chan. Eso ya, es cosa de cada uno.
Yo no juzgo a nadie.