Hoy traemos otro manga shojo a reseñar y con el que hemos vuelto a disfrutar del romance adolescente, en esta ocasión es el turno de No me lo digas con flores (Hana Yori Dango) Vol.10, obra de Yoko Kamio que lanzó la editorial Planeta el pasado mes de Octubre.
Como siempre, esta serie se edita en un bonito y cuidado formato Kanzenban, es decir un rústica con sobrecubierta y solapas extraíbles que tiene un tamaño de 14,8 x 21 cm, en cuyo interior podemos encontrar 352 páginas realizadas en tintas integradas a color y en negro. El precio de este volúmen es de 16.95€ y está a la venta en librerías, tiendas especializadas y en la web de la editorial.
Los nervios están a flor de piel desde que Tsukasa aceptó empezar a salir con su nueva prometida, Shigeru, una chica adinerada pero simpática y divertida que además se lleva a las maravillas con Makino, lo cual supone un verdadero problema sentimental para este triangulo amoroso. Pero aún así parece que las cosas no avanzan mal cuando la nueva y reciente pareja intenta empezar a salir juntos sin insultarse ni pegarse, cosas que obviamente no saben hacer.
Pero entonces porque Tsukasa ha aceptado empezar a salir con Shigeru? La pobre chica realmente está enamorada del bruto de los F4 e improvisa todo tipo de escapadas, como una a las aguas termales propiedad de sus padres que acaba fatal de lo que se podía esperar.
Y es que acaso pasar una noche fuera con tu pareja no da pié a ese tipo de situaciones? Makino no lo sabe, pero los sentimientos le carcomen en su interior y cuando además sus padres se tienen que marchar a las montañas con su hermano y se queda totalmente sola, únicamente puede pedirle ayuda a una persona.
Aunque la verdad es que la gracia del tomo se encuentra a partir de la mitad y final del volúmen, con la aparición estelar de la madre de Tsukasa y lo que eso supone para Makino. Y es que la chica desde el momento en el que se enfrenta a la cabeza de la familia de Tsukasa ya no puede retractarse de sus palabras y eso implica tener que dejar todo atrás y resignarse a no solamente ser todo lo fuerte que puede, si no también a ver todas las mañanas a Tsukasa.
Estos cambios de ambiente implican también un cambio de diseño de vestuarios, que se mantiene en el estilo retro habitual, pero con incorporaciones de lo más interesantes, como las escenas con los yukatas y el nuevo traje de trabajo de nuestra protagonista. Para que luego digan que nuestra protagonista no ha llevado de todo.
En conclusión, sabemos que todavía queda mucha historia por delante y que Makino y Tsukasa tendrás más peleas y mas romances, pero desde luego parece esta la situación perfecta para una buena reconciliación, o al menos para una pequeña tregua.