Juegos de Mesa: Juegos de especialista de Games Workshop (2): Blood Bowl

¿Qué tal? ¿Cómo andamos? Hoy traigo otra de esas joyas de Games Workshop con una larga historia y que paso a relataros. La verdad es que mi idea de este monográfico iba a ser sobre juegos de Warhammer 40,000, pero quería… mejor dicho: ¡Debía! Incluir este juego por ser uno de los primeros a los que jugué, pero sobre todo por ser, creo, el mejor juego de mesa de Games Workshop.

 Os explicaré de que va el juego, pero, sobre todo, daré una pequeña clase de historia sobre este gran juego. ¡Empecemos!

BLOOD BOWL
Jugadores: 2
Tiempo: 45-240min
Edad: 12+
Valoración: 8,1
Clasificación BGG: 460 de 18,861

Bien, como ya sabréis ya, este es uno de los grandes, en especial por su cuidada mecánica de juego, pero también por su trasfondo y su sátira a los deportes reales. Pero antes de explicar el actual reglamento, hay que remontarse a los locos años 80.


Bloodbowl

Blood Bowl 1ª edición. ¡Se hizo la luz!

El año del mundial de México, allá por el 86... sí, ese de la mascota cáctus con bigote y sombrero de mexicano... Bien, que me lío... Salía un juego de fútbol americano dentro del mundo de Warhammer fantasy, en aquella época en el WH Fantasy era desenfadado y sin demasiadas pretensiones. Blood Bowl empezaba de la misma manera, con un reglamento de 20 páginas y sin ser demasiado complicado. Eso sí, los vacíos de reglas eran tan grandes que eran capaces de crear agujeros negros. Sin embargo, ya había algunas reglas que compartiría el resto de ediciones: zonas de control, -1 para lanzar y recibir por cada rival en dicha zona y reglas que no han vuelto como la posibilidad de patear el balón. Cada raza tenía un esquema de habilidades, así como ahora hay lanzadores, receptores, blitzers, etc; antes había: humanos, orcos, trolls, etc.

Bloodbowl

El juego básico venía un montón de cartones troquelados tan feos que harían llorar al niño Jesús. Al año siguiente, salía un Death Zone, una ampliación con más reglas y razas y además, salían algunas miniaturas que para ser la época, no estaban nada mal.

Bloodbowl

Blood Bowl 2ª edición. La estética por encima de las reglas
El año de la Eurocopa de Alemania, en el 88... sí, esa en el que Holanda ganó con lo podría ser el uniforme más feo de la época... Bueno, pues salía la 2ª edición de Blood Bowl y ahora sí Games Workshop tiraba la casa por la ventana. Con 22 miniaturas, dos equipos, uno de humanos y otro de orcos y un espectacular campo de Astrogranito™, que venía a ser poliestireno endurecido, que venía además con zonas de Touch Down personalizados en función del equipo que tuvieras y además con un trasfondo cuidadísimo. Con la caja, aparte del reglamento, venía un libreto con trasfondo:
La NAF, la asociación de Blood Bowl era la encargada de hacer la competición; Los distintos equipos, su palmarés, su historia y otros detalles. Recuerdo que las Ratas Miserables, uno de los equipos de goblins, jugaba en una laguna cubierta por troncos, con la posibilidad que un cocodrilo gigante se comiera a los jugadores y mil historias más. Ese libreto de trasfondo era oro puro.

Bloodbowl


Bloodbowl

Las miniaturas tenían mucha personalidad, con un acabado excelente y una gama amplísima. La cosa no acabó aquí, poco después salía Dungeonbowl, una variante para jugar en mazmorras, con reglas completamente locas en las que se debía buscar antes el balón escondido en uno de los 6 cofres que había repartido por la mazmorra, una locura muy típica de la época.
Bloodbowl

¿Y el reglamento de la segunda edición? Pues era horrible, para que engañarnos. Al menos comparado con el actual. Era completamente diferente tanto de la primera edición como de las posteriores, y se veía la desproporcionalidad de mucha de sus reglas. Así por ejemplo, un lanzador elfo tenía +2 a lanzar y un receptor tenía +2 a recibir. Mirando para hacer un pase, uno bomba ibas a 9+ con 2D6, con lo que sumando bonificadores te quedaba la cosa en 5+ y solo era interceptado con doble pito.

Bloodbowl
¡Uy! Aquí no acaba la cosa, los bloqueos tenían lo suyo: Comparabas fuerza y tirabas en una tabla. 2 o menos el atacante quedaba fuera 3-4 el atacante acababa en el suelo, 5-7 no pasaba nada, 8 ambos en el suelo y 9-11 defensor derribado y 12+ el defensor se iba fuera automáticamente. Las tiradas de esquivar, en lugar de hacerlo con 1D, se hacían de una forma muy similar a la de bloqueo, tirando en una tabla y comparando agilidades. Otra habilidad que complementaba al movimiento era el esprint. Cada miniatura podía esprintar, que se resolvía que podía mover casillas extra siempre y cuando no entrara en zonas de control rivales. Y, por último, lo que luego se llamó blitz, el placaje heroico: poder mover, esprintar y bloquear, restando 2 a la armadura para el que cayera al suelo.


El partido acababa en el momento en el que uno de los equipos marcaba 3 tantos (tal y como ocurría también en la 1ª edición).

Kerrunch. ¿Por qué?
En 1991, a Games Workshop le dio por simplificar el juego, es cierto que la segunda edición hacía que acabaras el partido con medio cerebro derretido, pero así eran los 80, jugar a otros juegos no eran mucho más fáciles. Estaba claro que Blood Bowl debía evolucionar a una simplificación… Pero no, este fue un fiasco en toda regla. Con dos equipos totalmente desbalanceados y un reglamento de… 3 páginas. 3 páginas que no había por donde cogerlas. Fue un fiasco en toda regla.
Bloodbowl

Blood Bowl 3ª edición. El inicio de la gran era.
Y aquí llegamos a 1994, el año en el que Roberto Baggio echó del mundial a España convirtiéndose en un héroe hasta que falló el penalti en la final y cayó en la mayor de las desgracias. En el aspecto bloodbowlero es donde se hacía un cambio total pero que ya resultará más familiar para muchos: La tercera edición. Aquí se cambiaban los dados por unos especiales (los actuales, con símbolos en lugar de números) y las habilidades cambiaron totalmente, se simplificaban, englobándose lanzar y esquivar en una misma: Agilidad. El cambió costó, era raro… Pero a la larga fue muchísimo mejor. Quedaban muchas reglas por pulir, pero ahora todo tenía mucha mejor pinta. Ahora había 8 turnos por parte, segundas oportunidades y pérdidas de turno que seguirían hasta la edición actual. Le seguiría otra edición de Death Zone que ampliaría equipos, reglas y jugadores estrella.

Bloodbowl

Blood Bowl 4ª edición. La época oscura.
En el 2001. Con la misma caja de la 3ª edición, se cambió el reglamento a algo que para muchos fue infumable: El suplemento se llamaba Gold Rules y destrozó lo que había sido un reglamento bastante bueno: Reglas como que solo se podía emplear una habilidad por turno, eso hacía que si hacías blitz y usabas saltar o esquivar, perdías dicho blitz. ¡Terrible!...

Bloodbowl

Blood Bowl 5ª edición. La era de oro.
Ya estamos en el 2004 y aquí la cosa ha mejorado. El creador de Blood Bowl, Jervis Johnson, vio que su juego le había superado, reconoció que las Golden Rules eran un fiasco y confió la quinta a buenos jugadores (se rumorea que Jervis era un maluzo en su propio juego, algo así como Inglaterra con el fútbol) creando el juego tan bueno del que disfrutamos ahora.

Blood Bowl 6ª edición. La perfección hecha juego.
Tras incluir algunos equipos nuevos como los Slann, Pacto del Caos o Underworld, el juego llegaba a su máximo exponente: La perfección hecha juego.

Bloodbowl
Y Nuffle nuestro señor creó la 6a edición y dijo: ¡Hágase el reglamento!
Blood Bowl 7ª edición. Games Workshop mete mano.
La edición de 2016, el año de la Eurocopa de Francia, donde el Jervis Johnson del fútbol: Inglaterra, era eliminada por Islandia; supuso una nueva caja, también con orcos vs humanos y nuevos libros, miniaturas, campos y reglas. Algunas más acertadas que otras, pero sobre todo algunas muy divertidas a la par que odiosas.

Lo malo: Actualizaciones de reglas cada pocos meses, obligando a comprar los distintos tipos de suplementos. Lo bueno: Las nuevas miniaturas y campos personalizados. De este tiempo atrás, tras el abandono de Games Workshop de las miniaturas oficiales, otras empresas empezaron a sacar productos de marca blanca, algunos tan bizarros como equipos de monjas, moteros enanos, personajes de Nintendo y un sinfín de despropósitos que dejaban de lado totalmente el trasfondo de Blood Bowl. Además, con precios prohibitivos como equipos de 16 jugadores por casi 90€, algo disparatado teniendo en cuenta que un equipo de 12 miniaturas oficial, de Games Workshop vale tres veces menos (cierto es que los jugadores estrella valen casi tanto como el equipo entero). Así que Games Workshop, como pasó en Necromunda, dio otro puñetazo en la mesa y reeditó sus equipos manteniendo el trasfondo como toca. En cierta medida es de agradecer que Games Workhop volviera a tomar el control de su juego para evitar más estos despropósitos.

Bloodbowl

El juego
Bien, 2 páginas de Word como historia, no está mal, porque no me he ido por las ramas en absoluto, ¿verdad? Bien, yo personalmente, he jugado mucho a este juego, ¡mucho! Pero como el buen Jervis Jhonson, yo también soy algo maluzo, así que pregunté a un par de jugadores expertos de la liga de Mataró: José y Placagublins. Dos tipos que han ido ya a un par de mundiales de Blood Bowl y no han quedado nada mal.

Según José, es el equilibrio perfecto entre aleatoriedad y estrategia, algo así como ponerle dados a un ajedrez. El tío más bueno del mundo tendrá una pequeña posibilidad de perder ante el jugador más novato… exactamente como pasa en cualquier partido real (Inglaterra vs Islandia en el 2016, por poner un ejemplo); Además, es para dos personas, normalmente los juegos no suelen estar preparados para tan pocos jugadores, los típicos de 2-4 implica que el verdadero potencial es con 4, mientras que con 2 suele quedar bastante deslucido. El setup necesario es fácil de conseguir y económico, se puede jugar en una mesa normal (N del E: Esto no ocurre con los nuevos tableros de Games Workshop), es un juego que permite tanto partidos amistosos como ligas… mención especial a los torneos que suelen ser muy cómodos y variopintos. José destaca que sea un juego de casillas en lugar de libre movimiento (contar con cinta métrica) y la progresión y gestión de mánager de la liga.

Placagublins por su parte, opina que es el juego de comunidad con continuidad mejor preparado que hay, con reglas claras, que no hay lugar a discusiones que llevan funcionando desde hace 15 años, además, no hay dos partidos iguales: dos jugadores con los mismos equipos jugarán todas las veces que quieran que siempre variará respecto al anterior, cada desviación de la patada inicial, cada ¡A por ellos fallado! Hará que sea completamente diferente el resultado.

Hay una cosa en la que estoy plenamente de acuerdo con Placagublins cuando me dice que lo más importante de un juego es que tenga una gran comunidad de jugadores activa. Tú puedes hacer el mejor juego de la historia que si no lo juega mucha gente al final morirá. Blood Bowl tiene la mejor organización posible, la NAF (cogido el nombre de la asociación de la 2a edición): Eso ha hecho que pudiera jugar contra estadounidenses, italianos, etc. Eso a día de hoy no lo tiene otro juego.

¿Y yo? Bueno, mi opinión es muy similar a la de José y Placagublins, pero como yo empecé antes que estos yogurines haré hincapié en la evolución del juego. Empecé en la primera edición española, es decir, la segunda inglesa. El juego por aquel entonces era divertido y adictivo, pero con unas reglas pesadas, debiendo mirar una tabla cada vez que querías esquivar o pegar, pero el reglamento era tan sencillo que tenía lagunas por todos lados, implicando que debían ampliarse con reglas de la casa. Cada liga tenía sus propias reglas y lo cambiaban totalmente. Así que, como el parchís, cada vez que ibas de invitado debías preguntar que reglas se aplicaban. Yo recuerdo de mi liga de Santa Coloma que a algún iluminado se le ocurrió la idea de que debían ser ciudades norteamericanas como actualmente, quedando una mezcla tan rara como ponerle piña a una pizza. 

A partir de la tercera edición la cosa se estandarizó y todo fue más rodado, los partidos no eran más cortos que los anteriores, pero no tenías la sensación de haber hecho un examen de neurocirugía avanzada por tener el cerebro derretido de tanto esfuerzo mental.

El trasfondo hablaba de hinchas fanáticos, agresiones a rivales o a árbitros y en general todo el mal rollo de los fanáticos deportivos actuales llevado a la sátira… Pero después a nivel de reglas eso no se veía traducido… Hasta la tercera edición, momento en el que se implementaron reglas de salida de banda (en la que el jugador que era expulsado del campo por parte de un rival era linchado por los aficionados), ¡A por el árbitro! En el que el árbitro era apalizado y se volvía más permisivo, armas secretas (desde un puñal a una apisonadora pasando por motosierras o bolas con cadena), peleas de aficionados, magos que lanzaban bolas de fuego o relámpagos y demás, y cuando digo demás, ES DEMÁS: si tu equipo estaba muy descompensado podías comprar una carta y te podían salir cosas tan locas como otra pelota en juego, una trampilla o poder usar la máquina cortacésped como apisonadora.

Otra cosa que me gustaría destacar es que en la segunda edición, la organización de la liga de Blood Bowl la organizaba la NAF y a partir de la tercera, con el cambio total del reglamento, representaba que esta organización se había ido al garete.

Y para acabar, Warhammer tiene una serie de deidades, como Sigmar, Khorne o Slaanesh, el Blood Bowl tiene el suyo propio: Nuffle. Al igual que muchos otros dioses, específicamente los dioses del Caos, Nuffle tiene un número sagrado: 11. Este número representa cuántos jugadores de un equipo están permitidos en un campo a la vez y lo que pasa cuando tiras ¡A por ellos! y fallas sacando un 1 y utilizas una segunda oportunidad y vuelves a sacar un 1. Nuffle no deja de ser una sátira a las bromas hechas por jugadores en referencia a la suerte en los dados.

Bloodbowl
Lo que Nuffle te lo da, Nuffle te lo lesiona.


Con todo este compendio de trasfondo loco, es lo que hace que Blood Bowl, bien llevado, sea un juego muy divertido, capaz de sacar lo mejor de cada uno con risas a cada jugada loca que hace el jugador estrella… Pero también capaz de sacar lo peor de cada uno. Tener como rival a alguien que te cae mal porque te ha tocado como rival en una liga hace que sea un juego bastante duro a veces, esperando que se acaben esas dos o tres horas. Por no hablar de la gente que tiene mal perder, más de una amistad se ha roto por culpa de este juego.

Lo demás
Bloodbowl
La portada de un fanzine hecho para nuestra liga
Mejor dicho: LO DEMÁS, así, en mayúsculas. Hacer una liga es la evolución natural en este juego. Te pones a jugar con tus amigos, luego invitas a otros más y cuando te das cuenta tu liga tiene más de 20 equipos.

Pero no es todo ligas lo que engloba a “Lo demás” … Fanzines a modo de revistas deportivas, reglas para partidos especiales como Blood Bowl 7 (emulando al rugby 7 que se juega en la playa) o ideas locas como ligas de hobbits, copas de antiguas glorias (todos los jugadores tienen una lesión y una subida), liga subterranea… Yo hice reglas para Sprouchbowl, una variación para jugar con equipos que te han decepcionado en una liga y te has quedado a las puertas de los play-off y en el que jugarán un último partido con paredes que se van acercando hasta que en el turno 8 las paredes se juntan y los jugadores hacen ¡Sprouch! Solo tienen que marcar para evitar morir entre terribles sufrimientos. Cualquier idea loca es válida en este juego. Ahora recuerdo que un colega tenía una idea de hacer una liga de hermanas de Sigmar, en el que cada orden tenía una regla especial y jugaban en un campo-monasterio.

Blood Bowl llegó en el 86 para quedarse amigos... ¡Larga vida al Blood Bowl!

Lo mejor
- Equilibrio entre aleatoriedad y estrategia.
- Juego barato (Para ser de Games Workshop).
- Gran comunidad de jugadores.
- Reglas muy pulidas y sin dobles interpretaciones.

Lo peor
- En competiciones puedes verte que debes jugar con alguien a quién no soportas.
- Algunos equipos tienen las de perder con según que rivales, afortunadamente no pasa mucho.

Resumen
Originalidad: 9. El primero que mezcló un juego deportivo con elementos de fantasía.

Rejugabilidad: 10. Ya solo jugar una liga implica jugar más de una decena de partidos... Si juegas varias ligas ya ni te cuento.

Aleatoriedad: 5. Los dados pueden desencadenar el juego a favor de uno, pero no es lo más relevante.

Jugabilidad 2 jugadores: 10. Es para lo que está pensado.

Jugabilidad 3 jugadores o más: 1. A no ser que se hagan triangulares o partidos de Dungeonbowl, no se jugará de esta manera.

 Jugabilidad muggle: 4. A pesar de lo que pueda parecer, he visto iniciarse a este mundillo a más de uno con este juego.

Calidad acabados: 9. Games Workshop siempre cuida que la escenografía sea de calidad.

Facilidad: 5. El punto justo necesario de dificultad. Es fácil entender las reglas, pero es difícil dominarlo.

Preparación (tiempo): 9. 11 jugadores, explicarle a tu rival que habilidades tiene cada uno y a jugar.

Expansión: 7. El juego actual va sacando algunas ampliaciones, pero el juego de por sí ya es perfecto.

Comunidad: 10. No hay juego con más comunidad de jugadores que este... ¡Y lo es a nivel mundial!