Comic: Review de The Wicked + The Divine Vol.5: Fase Imperial, Primera parte de Kieron Gillen - Norma Editorial
Una de las novedades más esperadas para el mes de octubre era el nuevo número de la serie americana The Wicked + The Divine Vol.5: Fase Imperial, Primera parte; obra de Kieron Gillen, Jamie McKelvie y Matthew Wilson que se encuentra en publicación gracias a la editorial Norma Cómics. Ahora que por fin ha caído en nuestras manos tenemos la responsabilidad de demostraros lo buena que es esta serie con la review de hoy.
Como suele ser habitual, la editorial presenta este nuevo número con un tomo en formato rústica con tapas blandas que tiene un tamaño de 17 x 26 cm. En su interior encontramos los números 23 a 28 de la serie original recopilados en 200 páginas a todo color que incluyen a modo de inicio del tomo unas entrevistas a algunos dioses para que los conozcamos un poco más. El precio de este nuevo volumen es de 19.50€ y está disponible en tiendas de cómics, librerías especializadas y en la propia tienda y web de Norma Ediciones.
A principios de 2015, los miembros del Panteón aún están asimilando las implicaciones del asesinato de Ananké. Este ha llegado a todas las noticias y las redes sociales están plagadas de imágenes de los dioses supervivientes dolidos por el engaño de alguien a quien tratan como una madre. Sin embargo no todo es lo que parece y claramente a nadie le interesa saber que la muerte de la bruja fue a manos de los suyos de una forma totalmente directa y sin posibilidad de rendición.
Con todo, los dioses siguen fieles a sus aficiones: el sexo, el alcohol, las fiestas, las drogas, la pose de estrellas “pop” y una inclinación invencible a conspirar unos contra otros. Esto ocasiona redencillas que difícilmente serán dejadas de lado y miradas por encima del hombro con claro sentimiento de superioridad.
Pero lo que nadie se esperaba era que la Gran Oscuridad se manifestara al fin creando un clima de apocalipsis inminente y sembrando la discordia en el seno del Panteón. Los jóvenes dioses tendrán que decidir qué rumbo van a seguir a partir de ahora y si quieren lucha, estudio o anarkia.
Por fin tenemos de vuelta nuestro querido Panteón y su llegada viene como los fuegos artificiales de año nuevo que podemos ver en el tomo, lleno de luces, colores y sobretodo de forma explosiva, con un montón de humo que en este caso corresponde a un ser sobrenatural que permanece al acecho. Y es que precisamente este nuevo enemigo totalmente inesperado es lo que más llama la atención del tomo, siendo algo que no sabemos si nos acaba de gustar al estar literalmente sacado de la manga así sin más.
Ahora bien, si el equipo que realiza esta serie lo ha incorporado a estas alturas será porque tiene un motivo que va más allá de seguir con las ventas de la serie, y algo nos dice que quizás este ser es a lo que temía enfrentarse Ananké y la razón tras las muertes sacrificio del resto de dioses.
Sin embargo por ahora solo podemos especular sobre esta serie que tanto bombo y platillo le está dando a estos jóvenes e indisciplinados dioses.
Finalmente, en el apartado artístico nos encontramos grandes escenas de las que nos gustan a nosotros, con mucha acción y grandes modelitos, porque si de algo no se pueden quedar cortos en esta historia es de mostrar a los dioses como si modelos de revista fueran. La gracia del tomo reside en que precisamente sus primeras páginas han sido maquetadas para que parezcan las de una revista de tendencias, descubriendo así algunos secretos de los dioses que han dejado caer al mundo.
Obviamente la trama incorpora algunas sorpresas más y podemos ver a algunos personajes de los que creíamos ya se habían olvidado los autores, por lo que el impacto visual es algo de agradecer y con lo que estamos más que satisfechos.
En definitiva, estamos ante un gran número que parece nos presenta el enemigo definitivo de este grupo de adolescentes: un ser que no entienden, que no pueden derrotar con insultos o patadas y que al menos por ahora está muy por encima de ellos. La espera hasta el siguiente número se nos va a hacer una eternidad.