Manga: Reseña de AKIRA, Edición Original, de Norma Editorial.

Akira es un referente del manga y el anime de ciencia ficción que cualquier otaku debería haber disfrutado en alguno de sus formatos a estas alturas. La obra es principalmente conocida por la película anime lanzada en 1988, un hito del género que aun hoy sigue siendo un clásico de forma imperecedera.

Esta película era por supuesto adaptación del manga homónimo, con la particularidad de estar dirigida por su propio creador, Katsuhiro Ōtomo. Pero aunque la película es simplemente perfecta en prácticamente todos sus factores, el manga del sensei es el que nos narra la historia completa, una obra maestra que fue publicada en Japón originalmente de 1982 hasta su conclusión en 1990. 

Una obra que no tiene en absoluto nada que envidiar al famoso anime y que de hecho es en muchos aspectos, incluso superior. Y sí, si sois avispados habréis notado que al película se estrenó dos años antes del final del manga, por lo que la historia termina siendo bastante diferente.

Reseña de AKIRA, Edición Original, de Norma Editorial.

Treinta años después de la finalización de este clásico y tras un buen número de ediciones en España que han pasado ya por manos de varias editoriales, Norma Editorial nos ofrece por fin y por primera vez una réplica de la primera edición que tuvo este clásico en tierras japonesas; una oportunidad única de poder leer Akira tal y como se publicó en Japón en 1982.

Reseña de AKIRA, Edición Original, de Norma Editorial.Reseña de AKIRA, Edición Original, de Norma Editorial.

Y es que la edición de Akira más común es la edición en color basada en la publicación que realizó Marvel Comics en USA en 1990 bajo el sello Epic Comics, en la que el artista Steve Oliff coloreó toda la obra (bajo aceptación de Ōtomo) para publicarla en entregas de 64 páginas, granjeandosle un premio Eisner.

Pero aunque el resultado en color fuera maravilloso, eso no era la versión original; no son los dibujos en blanco y negro de Ōtomo, ni su edición original tal y como fuera concebida.
El infierno de aprobaciones que debe haber pasado Norma Editorial para lograr lanzar en nuestro país esta replica del original debe ser algo que perseguirá a los editores en sus pesadillas durante años, pero el resultado es simplemente magnífico.

En la hostil y caótica megalópolis de Neo Tokyo, la vida de Tetsuo y sus compañeros cambiará para siempre al verse envueltos en el enigma de Akira y el terrible secreto que esconde. 

Reseña de AKIRA, Edición Original, de Norma Editorial.Reseña de AKIRA, Edición Original, de Norma Editorial.

Para la ocasión, Akira cuenta con una nueva traducción directamente del japonés realizada por Marc Bernabé, y aunque hoy en día parezca una obviedad, llega en formato de lectura oriental, algo que cuando se lanzaron las primeras ediciones occidentales no era tan común como lo es ahora.

Reseña de AKIRA, Edición Original, de Norma Editorial.

El primer tomo llega con 250 páginas en perfecto blanco y negro y 10 a todo color, con onomatopeyas japonesas subtituladas... pero eso no es todo. Norma Editorial ha simulado también el gramaje del papel de Kodansha y ha incluido el coloreado del lateral de las páginas en amarillo: una maldita maravilla que llega en el rústica con sobrecubiertas de 18,2 x 25,7 que los japoneses disfrutaron hace 37 años.

Reseña de AKIRA, Edición Original, de Norma Editorial.

Reseña de AKIRA, Edición Original, de Norma Editorial.

¿Queréis ver más? 
Aquí os dejamos una fotografías para vuestro absoluto deleite.

Reseña de AKIRA, Edición Original, de Norma Editorial.

Reseña de AKIRA, Edición Original, de Norma Editorial.

Reseña de AKIRA, Edición Original, de Norma Editorial.

Otomo, Katsuhiro

Katsuhiro Otomo, nacido en en Hasama, en la prefectura de Miyagi, el 14 de abril de 1954 vivió su juventud durante una convulsa década de los 60, período en el que la convulsión y las protestas sociales estaban a la orden del día en Japón. Esta situación caótica fue clave a la hora de inspirar al autor en la creación de su obra más conocida, “Akira”. Pero sus influencias no acaban ahí: la animación de los estudios japoneses de ese período junto con las películas estadounidenses encauzaron su naturaleza rebelde, ya que “Mi vida es mi vida” e “Easy Rider” le sirvieron para dar forma al personaje de Shotaro Kaneda y su banda de problemáticos y rebeldes motoristas en “Akira”. Aparte de sobresalir por obras como esta, también destaca su papel no solo como mangaka, sino como director cinematográfico y de guionista.