La review que traemos hoy es muy especial porque no solamente es una novedad que nos presenta la editorial La Cúpula, si no porque también se trata de un cómic de esos que están tan de moda ahora: nos plantea los roles dentro de la sociedad como algo que se ha de cambiar. Por suerte esto último lo realizada de la forma más divertida y amena que encontramos ya que su protagonista es un conejito la mar de adorable. El nombre de este cómic es Pepino, Héroe de Leyenda y ha sido realizado por Gigi D.G.
La edición con la que cuenta este primer número es en rústica con solapas y tiene un tamaño de 15,3 X 22 cm, en cuyo interior encontraremos 198 páginas a todo color que os aseguro nos han encantado tanto desde el aspecto visual hasta narrativamente. Y para los que pregunten sobre su autora, que sepan que GIGI D.G. es una dibujante de cómic del sur de California que en ocasiones se dedica al desarrollo visual de animación y videojuegos. Pepino, Héroe de Leyenda comenzó como un webcomic allá por 2011, y éste es su primer libro.
Los siete reinos de Onirolandia necesitan un Héroe de Leyenda. La cosa está muy chunga y aunque nadie se haya dado cuenta el reino ha caído en manos de una espantosa bruja y su panda de secuaces; y claro está alguien tiene que ir a salvarlo. Cualquier esperaría un majestuoso caballero pero resulta que no es eso lo que acaban encontrando.
Por ahora el reino tendrá que conformarse con Pepino, un aprendiz de mago empollón que lo único que quiere ir a la escuela, y que, por azares del destino, debe partir junto a Almendra, su bastante más heroica hermana pequeña, en busca de la Espada de los Sueños, la única arma lo suficientemente poderosa como para derrotar al Señor de las Pesadillas, el cual está siendo invocado por la gran y terrible villana.
¿Podrán dos conejitos salvar el mundo en sus horas más bajas?
Nosotros desde aquí esperamos que estos conejitos sí que puedan salvar el mundo y hacer de él algo más justo y libre porque la verdad es que el panorama diario con el que se encuentran no es de lo más prometedor. Para comenzar tienen las clásicas discusiones sobre qué debe hacer un hermano mayor y que no puede hacer la hermana pequeña. Claro está que han dejado que Almendra aprenda el noble arte de la espada, pero no la dejan marcharse con su hermano a descubrir mundo? Los padres de Pepino no son demasiado tolerantes en este sentido.
Por suerte más allá de la casa de Pepino parece que el mundo si es más abierto y las dos panaderas del reino pueden vivir su idilio romántico con el único problema de tener a un oso de gominola alojado como tercer huésped, y el problema de la escasez de azúcar y la gran villana, pero eso si que es harina de otro costal.
Dicho esto nadie puede negar que el mundo de Gigi tiene sus más y sus menos, pero todo él rezuma ese aire transgresor, ese intento de dejar moralejas en cada una de sus páginas y la verdad es que lo logra de una forma mucho más efectiva que con discursos o propagandas, lo logra gracias a las risas y al buen rollo que desprenden todos los personajes que ha logrado plasmar en su historia.
Y este mismo buen rollo que tiene la historia se transmite gracias a sus dibujos, los cuales aunque cuentan con un diseño sencillo y puede que incluso algo vago en sus formas, logran suplir cualquier defecto gracias a la cantidad de color y de elementos fantásticos que en ellos encontramos.
Como si se tratara de un videojuego o un juego de rol, a lo largo del cómic iremos encontrando fichas de personaje, descripciones de los mundos o tiras cortas que nos acercarán un poco más a este mundo de ensueño en el que los animales antropomórficos no son solamente adorables, si no también tozudos, divertidos y valientes.
Ahora bien, este cómic que está enfocado a niños ya un poco mayores, realmente gustará? personalmente creo que a mi me habría encantado encontrarlo cuando tenía esa edad entre niña y adolescente, porque es con esa mentalidad con la que se afrontan las preguntas que aparecen en este cómic y resulta la herramienta perfecta para ver cómo los jóvenes de la casa empiezan a seguir sus propios caminos y a tomar sus propias decisiones sin tener en cuenta que espera el resto de ellos.