A finales del pasado mes de Junio, Norma editorial lanzó al mercado el séptimo volumen de su preciosa edición coleccionista de la serie Fruits Basket, mientras que tuvimos que esperar a septiembre para conseguir el octamo volúmn de esta obra de Natsuki Takaya que poco a poco entra en el apogeo de su trama central desvelando mas misterios y personajes de la familia Soma.
La edición que nos presenta la editorial continua siendo el bonito formato en rústica con sobrecubiertas extraibles que tiene un tamaño de 13cm x 18,2cm, en cuyo interior encontraremos 372 páginas más 8 a color, siendo estas las primeras del volumen. El precio de esta preciosa edición es de 14.95€ y está disponible en tiendas de cómics, librerías especializadas y en la propia web y tienda de Norma editorial.
La vida de los mas jóvenes de la familia Soma se complicará cuando tengan que empezar a decidir que quieren hacer con ella, concretamente Yuki, quien verá como su madre decide un camino para él sin ni siquiera consultarle. Por suerte no tendrá que pasar por esa amarga experiencia solo, su hermano Ayame acudirá en su ayuda yYuki finalmente podrá decidir por si mismo.
Y no será lo único que el ratón de esta familia decida, ya que también logrará ponerle una etiqueta al amor que siente por Tohru y darse cuenta de que es lo que necesita para ser feliz. Sin embargo no será el único al que su futuro pueda verse torcido por las leyes que impone la cabeza del clan Soma.
Rin, portadora del símbolo del caballo y de su maldición, también sufrió la ira de sus padres y el desprecio de la familia a la que mas quería en una edad muy tierna, aunque entonces su apoyo fue Haru, amigo y amor que siempre la ha acompañado. Pero ahora Rin cansada de todos, ha decidido cortar los lazos que le quedaban y solo alguien de corazón gentil podrá sacarla de su oscuridad.
En este nuevo volumen de Fruits Basket encontramos una trama mas oscura y madura al tratar la relación entre padres e hijos, una temática mas difícil de afrontar sobretodo en el caso de la sociedad Japonesa. No podemos olvidarnos de que este manga cuenta ya con unos cuantos años a sus espaldas y que aunque por entonces la gente ya contaba con mucha libertad, para los padres seguía siendo una vergüenza si sus hijos no seguían el camino marcado, de allí la actitud de la madre de Yuki.
La que no tiene ningún tipo de excusa es la actitud de la familia de Rin, un claro ejemplo de abuso psicológico a una niña por no dar la talla o por salirse de las normal, algo que la pobre tuvo que afrontar de pequeña y que le ha marcado el carácter hasta ahora. Incluso ahora que el personaje se ve mas maduro sigue contando con las heridas que le crearon entonces y busca en Tooru un apoyo similar al que le tendrían que haber dado entonces.
Por suerte entre tanta oscuridad brilla todavía mas la dulce protagonista, quien nos encandila nuevamente con su actitud de madre protectora e inocencia personificada.
Finalmente en el apartado artístico encontramos que el dibujo recientemente ha perdido algo de estabilidad, ya que sus personajes no mantienen las proporciones igual de bien que en números anteriores. Por suerte esto no devalúa la historia que ya de por si está muy bien hilada, por lo que el manga sigue manteniendo su nivel y si se pasan por alto las viñetas más difíciles, el producto final sigue siendo de sobresaliente, no por ello es uno de los mangas shojo con más éxito.
Y no podemos olvidarnos de lo mas divertido del octavo volúmen, la obra de teatro de la Cenicienta gana puntos gracias a la aparición de los personajes con trajes de lo mas divertido, algo que nos ha encantado y que le ha restado drama a este volúmen, resultando mucho mas llevadero de leer.
En conclusión, estos dos nuevos tomos de Fruits Basket mantienen la calidad de la serie pese a los altibajos de la dibujante y se nota que poco a poco va entrando en la zona central de la historia, descubriendo nuevos misterios y revelando finalmente las ultimas piezas que se necesitan para comenzar a montar el puzzle que es la familia Soma.
Y no podemos olvidarnos de lo mas divertido del octavo volúmen, la obra de teatro de la Cenicienta gana puntos gracias a la aparición de los personajes con trajes de lo mas divertido, algo que nos ha encantado y que le ha restado drama a este volúmen, resultando mucho mas llevadero de leer.
En conclusión, estos dos nuevos tomos de Fruits Basket mantienen la calidad de la serie pese a los altibajos de la dibujante y se nota que poco a poco va entrando en la zona central de la historia, descubriendo nuevos misterios y revelando finalmente las ultimas piezas que se necesitan para comenzar a montar el puzzle que es la familia Soma.