Panini Comics continúa este mes con la recopilación del Universo Ultimate en su linea Marvel Integral, ahora con el segundo volumen de la franquicia mutante, reuniendo en su interior los números Ultimate X-Men 13-25 USA bajo el título Gira Mundial.
Casi veinte años después de su publicación original, esta serie pionera nos llega gracias a Panini Comics en un precioso cartoné de 18x27.5 cm. en cuyo interior encontramos 344 páginas a todo color que recopilan una auténtica joya que revolucionó todo lo que conocíamos de la Patrulla-X, con un enfoque totalmente nuevo y rompedor gracias a Mark Millar y Adam Kubert.
Con el paso del tiempo y conociendo la trayectoria de Mark Millar, es inevitable notar en estas páginas de Ultimate X-Men que todavía se estaba desarrollando como escritor. Pero a pesar de todo, al leer las páginas de Chuck Austen en los capítulos iniciales de Gira Mundial, uno puede notar cuan grande era ya Millar en aquel entonces y la sombra que proyectaba. La trama es básica de la A a la Z y sin sorpresas, y a medida que Gambito se introduce en Ultimate, Austen abusa de su acento cajún, lo que requiere numerosas notas al pie con traducciones del francés, sin ni una escena que supere lo predecible. El arte de Esad Ribic tiene una calidad fluida, pero no puede salvar una historia que no destca en absoluto, se mire comos e mire.
Por suerte el equipo creativo de Millar y Adam Kubert regresa para la mayor parte de este volumen, y ya nos recibe con los brazos abiertos al ofrecer algunas reflexiones sobre la relación entre mutantes y humanos, destacando cómo los X-Men pasan sus días sin evadir a los Centinelas.
Un inicio perfecto que sigue a la trama que más brilla en este tomo con la aparición del mutante llamado Proteus, cuya paternidad difiere ligeramente, pero significativamente, de su contraparte del universo Marvel clásico.
Así, aunque sigue siendo un vampiro psíquico, transfiere su conciencia de un cuerpo a otro teniendo que cambiar constantemente, mientras consume rápidamente a través de la energía de sus anfitriones, dejándolos como cáscaras sin vida.
El arte de Kubert cambia ligeramente del tomo anterior. Las mujeres anormalmente delgadas y angulosas todavía aparecen, pero hay menos líneas faciales... y sea como fuere, el arte mejora bastante cuando Chris Bachalo toma las riendas.
Mientras un grupo de X-Men se concentra en Proteus, otros intentan persuadir a algunos de ellos para que regresen al equipo, después de que se hayan marchado cansados de enfrentar constantemente el odio de los humanos simplemente por ser diferentes, abandonando su lucha y buscando una vida tranquila.
Con estas tramas en ciernes, está claro que es el enfrentamiento contra el poderoso Proteus lo más destacable del volumen, a pesar de que nunca llega a parecernos más que un niño que tiene un berrinche (uno bastante perjudicial).
A pesar de todo, el resultado es un volumen que sigue conservando ese aire fresco y ese ritmo trepidante, con una historia que continúa profundizando en esta nueva revisión de los mutantes de siempre, ahora reconvertidos en gente totalmente nueva para el público.
La conclusión es que nos encontramos ante un volumen con una trama ágil y épica destinada a hacer disfrutar al lector. Y lo consigue.
Por suerte el equipo creativo de Millar y Adam Kubert regresa para la mayor parte de este volumen, y ya nos recibe con los brazos abiertos al ofrecer algunas reflexiones sobre la relación entre mutantes y humanos, destacando cómo los X-Men pasan sus días sin evadir a los Centinelas.
Un inicio perfecto que sigue a la trama que más brilla en este tomo con la aparición del mutante llamado Proteus, cuya paternidad difiere ligeramente, pero significativamente, de su contraparte del universo Marvel clásico.
Así, aunque sigue siendo un vampiro psíquico, transfiere su conciencia de un cuerpo a otro teniendo que cambiar constantemente, mientras consume rápidamente a través de la energía de sus anfitriones, dejándolos como cáscaras sin vida.
El arte de Kubert cambia ligeramente del tomo anterior. Las mujeres anormalmente delgadas y angulosas todavía aparecen, pero hay menos líneas faciales... y sea como fuere, el arte mejora bastante cuando Chris Bachalo toma las riendas.
Mientras un grupo de X-Men se concentra en Proteus, otros intentan persuadir a algunos de ellos para que regresen al equipo, después de que se hayan marchado cansados de enfrentar constantemente el odio de los humanos simplemente por ser diferentes, abandonando su lucha y buscando una vida tranquila.
Con estas tramas en ciernes, está claro que es el enfrentamiento contra el poderoso Proteus lo más destacable del volumen, a pesar de que nunca llega a parecernos más que un niño que tiene un berrinche (uno bastante perjudicial).
A pesar de todo, el resultado es un volumen que sigue conservando ese aire fresco y ese ritmo trepidante, con una historia que continúa profundizando en esta nueva revisión de los mutantes de siempre, ahora reconvertidos en gente totalmente nueva para el público.
La conclusión es que nos encontramos ante un volumen con una trama ágil y épica destinada a hacer disfrutar al lector. Y lo consigue.