A finales del mes de Julio la editorial Norma lanzó al mercado un nuevo número de una de nuestras series de cabecera, nada mas y nada menos que el tomo número 19 de la emocionante serie Noragami, obra de Adachitoka que se encuentra en un momento de lo mas interesante de la trama.
Como siempre el formato de este tomo es un rústica con sobrecubiertas que mide 11.5 x 17.5 cm, en cuyo interior encontramos 188 páginas en blanco y negro mas las 2 primeras a color, siendo como siempre una ilustración de nuestros personajes favoritos. El precio del tomo es de 8€ y está disponible en tiendas de cómics y librerías especializadas.
Noragami Vol 19.

La tensión se palpa en el ambiente y la misma Kofuku se rehusa a que su shinki pueda salir malparado de dicho juicio, pero la suerte y los dioses están de su lado y tanto el equipo de Yukine como los shinkis que han sido juzgados salen indemnes del proceso. Sin embargo hay algo que no podrá curarse y es el terror de Yukine a volver a ser confinado en una prisión como en la que le metieron durante el juicio.
Así poco a poco los días vuelven a la normalidad y el peligro sigue inminente acechando en la oscuridad. El padre de Yato parece que no hace ningún movimiento pero la Nora que siempre le acompaña si que entra en acción y su objetivo es el joven Yukine.

Por suerte estas pesquisas e intrigas quedarán relegadas a segundo plano cuando el joven Shinki sea el eje central del volumen gracias a esos nuevos sentimientos, entre amor y culpabilidad que le hará sentir Nora. Un tema que hasta ahora no se había tenido en cuenta pero que me parece realmente interesante de explorar y mas con Yukine como eje central, ya que al ser mas joven es el que mas tiene que experimentar.
Ahora bien, tendremos que descubrir en futuros número si esto se quedará como un mero hecho anecdótico o si pasará a mayores.
Finalmente en el apartado artístico de la serie encontramos un volumen lleno de sonrisas y alegrías varias. Todo ello desprende luminosidad e incluso las escenas mas tensas terminan con grandes escenas de luz y planos despejados con los protagonistas en primer plano. Un gran ejemplo es el juicio de los shinkis o la escena de reconciliación tras el problema que sufre Yukine pinchando a su amo. Esta claro que pese a la oscuridad del momento la luz brilla por encima de todo.
Un detalle a tener en cuenta es la aparición de algunos dioses mayores y otros desaparecidos que toman las riendas del argumento y lo hacen suyo, como por ejemplo el antiguo dueño del shinki Nana, ahora miembro de la familia de Bishamonte, o la misma Amateratsu, quien con su aparición deslumbra a los lectores y a los presentes.
En conclusión, este volumen quizás no será de los mas emocionantes hasta la fecha, pero nos encontramos con un cierre mas que digno para la saga del brujo y de Bishamonte.