Timun Mas / Scyla lanzaba al mercado el pasado mayo la 38ª entrega de la aclamada saga de novelas de Warhammer 40.000 The Horus Heresy, una maravilla de 336 páginas en la que su autor, Gav Thorpe continúa con la línea argumental que daba inicio en el volumen 27 El Imperio Olvidado y veíamos continuar en el volumen 34 Pharos: El Ocaso de la Luz.
El Imperio Olvidado se nos relataba como Roboute Guilliman, Primarca de la legión de los Ultramarines y señor de los Quinientos Mundos, tras perder todo contacto con Terra y dando el Imperio de su padre por perdido bajo la guerra de Horus Lupercal, une sus fuerzas a sus hermanos Lion El'Jonson y Sanguinius y decide fundar el Imperium Secundus, nombrando emperador a su hermano alado.
Pero los fundadores de Imperium Secundus no son los únicos primarcas presentes en los Quinientos Mundos: Acechante Nocturno se encuentra también oculto en las sombras, siendo una amenaza latente.
Timun Mas continúa poniéndonos al día con la saga a una velocidad trepidante, una larga carrera por alcanzar todos los volúmenes que en este momento nos llevan de ventaja y poder ofrecérnoslos por fin en lengua castellana.
The Horus Heresy vol.38 - Ángeles de Caliban
Pero los fundadores de Imperium Secundus no son los únicos primarcas presentes en los Quinientos Mundos: Acechante Nocturno se encuentra también oculto en las sombras, siendo una amenaza latente.
Timun Mas continúa poniéndonos al día con la saga a una velocidad trepidante, una larga carrera por alcanzar todos los volúmenes que en este momento nos llevan de ventaja y poder ofrecérnoslos por fin en lengua castellana.
The Horus Heresy vol.38 - Ángeles de Caliban
La novela que nos presenta Gav Thorpe sigue dos lineas argumentales que, aun estando bien diferenciadas entre sí, forman parte de un todo al desarrollarse en paralelo los hechos que terminarían forjando el destino final de los Dark Angels. Por ello, no solo nos encontramos ante una secuela directa de Pharos, si no que en sus sucesos vemos converger todo lo que poco a poco se ha ido fraguando en las novelas y relatos protagonizadas por la primera legión.
El primer hilo tiene lugar dentro de las fronteras de Imperium Secundus mientras Lion El'Jonson continúa cazando a su hermano traidor, el maníaco Konrad Curze. El León ha protagonizado una cacería obsesiva que le ha llevado por los límites de los territorios de Ultramar con la única finalidad de hacer pagar a Curze el precio definitivo, una obsesión que, si bien ha sabido justificar ante sus hermanos y le ha llevado a salvar varios mundos de las legiones traidoras, solo responden a sus deseos.
Es después de los eventos de PHAROS que Lion es llamado de nuevo a Macragge, dónde descubre que su esquivo hermano jamás había abandonado el mundo original, y de hecho ni siquiera su capital, terminando de colmar de frustración al primarca al darse cuenta de cuan vacía ha sido toda su cacería.
Completamente seguro que Acechante Nocturno es el culpable de cada crimen y cada revuelta que tiene lugar en Macragge, Lion convence a sus otros dos hermanos para que como el Triunvirato gobernante de Imperium Secundus se imponga la ley marcial en las zonas civiles, con él como brazo ejecutor. Las medidas draconianas de seguridad de los Dark Angels avivan las llamas del descontento y encienden los disturbios civiles, lo cual permite que sus represalias, cada vez más brutales, tengan una justifiación..
El segundo hilo nos lleva de regreso a Caliban dónde el padre adoptivo del León, Luther, busca deshacerse de las cadenas del Imperio y los Dark Angels, aprovechando el conflicto que está sucediendo en la galaxia para declararse independiente de todos ellos y volver a los ahora lejanos tiempos de La Orden, en los que los calibanitas eran dueños de su propio destino.
El libro da inicio con un prólogo establecido que nos sitúa durante la Gran Cruzada para reunir a la galaxia bajo el gobierno del Emperador. Horus celebra una ceremonia para felicitar a las fuerzas de una coalición dispar que forma para aplastar una rebelión planetaria, y entre los reunidos se encuentran Luther y unos pocos Dark Angels. Pero la celebración es interrumpida por Lion El'Jonson, molesto porque Luther ha desobedecido sus órdenes al atender la llamada del Señor de la Guerra, abandonando sus deberes en Caliban.
La escena es muy importante en múltiples niveles, y nos sitúa perfectamente para poder comprender los conflictos narrados en la novela, al mostrar la frustración y el dolor de Luther y los calibanitas, alejados de las glorias de la Gran Cruzada y avergonzados por su hijo adoptivo frente a sus aliados y el mismísimo Señor de la Guerra.
Es difícil no ver a Lion como un líder egocéntrico, desconfiado y egoísta que roza la obsesión, y esta percepción continúa repitiéndose a lo largo de toda la trama. Su desprecio por Luther y sus hombres, e incluso por Horus es palpable ya antes de que comenzara la Herejía, y el relato nos deja claro que su percepción del universo no ha cambiado.
Ángeles de Caliban es una novela repleta de momentos épicos y escenas de acción, pero de alguna manera Gav Thorpe logra convertir el foco real de la historia en una lectura mucho más considerada y reflexiva. Las interacciones entre los personajes, especialmente las interacciones entre los primarcas, hacen que sea una lectura memorable.
El conflicto entre Lion y Roboute Guilliman y como Lion ejerce su autoridad como Lord Protector de Imperium Secundus deja claro que se trata de un ser creado por y para la guerra, una personalidad muy diferente de la pureza del Ángel o los métodos mucho más conciliadores de Guilliman.
Al mismo tiempo en Caliban, las interacciones entre Luther, Astelan y Zahariel impulsan la rebelión por segundos en un galimatías de traiciones en el que cada hombre tiene su prtopia agenda con él como protagonista. Luther quiere liberar a Caliban de cualquiera que busque gobernarlo, Zahariel quiere liberar al Ouroboros, el cual cree es el espíritu encadenado de Caliban, Astelan quiere hacer lo mejor para Astelan, y quién diablos sabe lo que quiere Lord Cypher.
Pero además del politiqueo en Caliban y el control policial de mano dura del León en Macragge Civitas, el libro nos ofrece muchas cosas interesantes a nivel de trasfondo. Con Astelan aprendemos más sobre la historia de la I Legión que se remonta a los Ángeles de la Muerte del Emperador durante su conquista de Terra.
A través del teniente electo Farith Redloss aprendemos sobre la desconocida Dreadwing de los Dark Angels y su implacable forma de luchar.
El resultado es una novela que nos ofrece mucho a nivel de historia; no solo podemos ver como la situación en Caliban parece colapsar a cada segundo acercándose a lo que todos conocemos, si no que podemos ver como la trama del Imperium Secundus se acerca cada vez más a su presagiado final.
El primer hilo tiene lugar dentro de las fronteras de Imperium Secundus mientras Lion El'Jonson continúa cazando a su hermano traidor, el maníaco Konrad Curze. El León ha protagonizado una cacería obsesiva que le ha llevado por los límites de los territorios de Ultramar con la única finalidad de hacer pagar a Curze el precio definitivo, una obsesión que, si bien ha sabido justificar ante sus hermanos y le ha llevado a salvar varios mundos de las legiones traidoras, solo responden a sus deseos.
Es después de los eventos de PHAROS que Lion es llamado de nuevo a Macragge, dónde descubre que su esquivo hermano jamás había abandonado el mundo original, y de hecho ni siquiera su capital, terminando de colmar de frustración al primarca al darse cuenta de cuan vacía ha sido toda su cacería.
Completamente seguro que Acechante Nocturno es el culpable de cada crimen y cada revuelta que tiene lugar en Macragge, Lion convence a sus otros dos hermanos para que como el Triunvirato gobernante de Imperium Secundus se imponga la ley marcial en las zonas civiles, con él como brazo ejecutor. Las medidas draconianas de seguridad de los Dark Angels avivan las llamas del descontento y encienden los disturbios civiles, lo cual permite que sus represalias, cada vez más brutales, tengan una justifiación..
El segundo hilo nos lleva de regreso a Caliban dónde el padre adoptivo del León, Luther, busca deshacerse de las cadenas del Imperio y los Dark Angels, aprovechando el conflicto que está sucediendo en la galaxia para declararse independiente de todos ellos y volver a los ahora lejanos tiempos de La Orden, en los que los calibanitas eran dueños de su propio destino.
El libro da inicio con un prólogo establecido que nos sitúa durante la Gran Cruzada para reunir a la galaxia bajo el gobierno del Emperador. Horus celebra una ceremonia para felicitar a las fuerzas de una coalición dispar que forma para aplastar una rebelión planetaria, y entre los reunidos se encuentran Luther y unos pocos Dark Angels. Pero la celebración es interrumpida por Lion El'Jonson, molesto porque Luther ha desobedecido sus órdenes al atender la llamada del Señor de la Guerra, abandonando sus deberes en Caliban.
La escena es muy importante en múltiples niveles, y nos sitúa perfectamente para poder comprender los conflictos narrados en la novela, al mostrar la frustración y el dolor de Luther y los calibanitas, alejados de las glorias de la Gran Cruzada y avergonzados por su hijo adoptivo frente a sus aliados y el mismísimo Señor de la Guerra.
Es difícil no ver a Lion como un líder egocéntrico, desconfiado y egoísta que roza la obsesión, y esta percepción continúa repitiéndose a lo largo de toda la trama. Su desprecio por Luther y sus hombres, e incluso por Horus es palpable ya antes de que comenzara la Herejía, y el relato nos deja claro que su percepción del universo no ha cambiado.
Ángeles de Caliban es una novela repleta de momentos épicos y escenas de acción, pero de alguna manera Gav Thorpe logra convertir el foco real de la historia en una lectura mucho más considerada y reflexiva. Las interacciones entre los personajes, especialmente las interacciones entre los primarcas, hacen que sea una lectura memorable.
El conflicto entre Lion y Roboute Guilliman y como Lion ejerce su autoridad como Lord Protector de Imperium Secundus deja claro que se trata de un ser creado por y para la guerra, una personalidad muy diferente de la pureza del Ángel o los métodos mucho más conciliadores de Guilliman.
Al mismo tiempo en Caliban, las interacciones entre Luther, Astelan y Zahariel impulsan la rebelión por segundos en un galimatías de traiciones en el que cada hombre tiene su prtopia agenda con él como protagonista. Luther quiere liberar a Caliban de cualquiera que busque gobernarlo, Zahariel quiere liberar al Ouroboros, el cual cree es el espíritu encadenado de Caliban, Astelan quiere hacer lo mejor para Astelan, y quién diablos sabe lo que quiere Lord Cypher.
Pero además del politiqueo en Caliban y el control policial de mano dura del León en Macragge Civitas, el libro nos ofrece muchas cosas interesantes a nivel de trasfondo. Con Astelan aprendemos más sobre la historia de la I Legión que se remonta a los Ángeles de la Muerte del Emperador durante su conquista de Terra.
A través del teniente electo Farith Redloss aprendemos sobre la desconocida Dreadwing de los Dark Angels y su implacable forma de luchar.
El resultado es una novela que nos ofrece mucho a nivel de historia; no solo podemos ver como la situación en Caliban parece colapsar a cada segundo acercándose a lo que todos conocemos, si no que podemos ver como la trama del Imperium Secundus se acerca cada vez más a su presagiado final.
LA TRADUCCIÓN
La responsabilidad de la traducción recae en Traducciones Imposibles S.L.
Su labor es impecable a lo largo de todo el libro, aunque como muchos ya sabéis, ahora Timun Mas se encuentra sujeta al criterio de Games Workshop, que en los últimos años ha establecido una serie de criterios muy estrictos sobre que términos deben y cuales no deben traducirse.
Su labor es impecable a lo largo de todo el libro, aunque como muchos ya sabéis, ahora Timun Mas se encuentra sujeta al criterio de Games Workshop, que en los últimos años ha establecido una serie de criterios muy estrictos sobre que términos deben y cuales no deben traducirse.
Básicamente esto afecta a casi todos los nombres propios de conceptos, tales como space marines en lugar de marines espaciales o warp en lugar de disformidad, algo que la editorial española se ha visto obligada a acatar.
LA EDICIÓN
Timun Mas nos ofrece este 38º volumen en el habitual formato, un rústica con solapas de 336 páginas en el ya clásico formato de 14 x 22,5 centímetros de lomo negro que guarda un enorme parecido de maquetación con la edición inglesa original y que respeta el formato ofrecido por el resto de la saga hasta ahora. En esta ocasión la portada llega protagonizada por el brutal duelo entre los primarcas Lion El Johnson y Conrad Curze, en una ilustración realizada como la inmensa mayoría de las presentadas en esta saga, por el artista Neil Roberts.
Como ya remarcamos en anteriores reseñas, desde el volumen 21º Signus Prime y debido a los nuevos copyright y las órdenes de la propia Games Workshop, la saga pasa a llamarse The Horus Heresy.