La editorial Dibbuks continúa ampliando el maravilloso universo creado por la prodigiosa mente de Florent Maudoux, que tras finalizar su serie principal Freaks Squeele con un total de siete volúmenes, sigue a la carga con la con la quinta entrega (de siete previstas) de su spinoff: FUNERAL.
Para aquellos que al ver la palabra spin-off os hayáis echado instintivamente hacia atrás cabe deciros que no es en absoluto necesario haber leído nada anterior a FUNERAL, ya que esta colección funciona perfectamente en si misma sin necesidad de que os leáis nada más del universo Freaks Squeele.
Los cuatro tomos anteriores de Funeral nos situaban en el reino de Rem, donde los cíclopes controlan todos los medios,a la política se mezcla con lo militar repleta de corrupción y la sociedad se divide entre perfectos y mutilados, para narrarnos el interesante pasado de Funeral, profesor en la escuela presentada en Freaks Squeele, así como el origen de Scipio; todo ello con un cambio de tono bastante importante respecto a la saga principal, presentando una historia oscura, gótica, torturada, cruel y tenebrosa.
La obra llega a nuestro país en formato rústica a todo color, con un tamaño de 19,5 x 27,5 cm y 88 páginas. Y ahora, sin más, vamos al turrón: Funeral vol.5 - Bring the Kids Home.
"He aquí la historia de aquel que tumba reyes y destruye civilizaciones: Funeral".
Por suerte para la mayoría de nosotros, nuestro volumen comienza con un pequeño resumen sobre la situación hasta ahora, algo que nosotros vamos a emular a nuestra manera para poder ponernos en situación.
En este otro mundo que ya os comentábamos y fruto del amor entre el héroe metagladiador Espartaco de la casa del Quiróptero y la dama Luciana de la casa de la araña nacen Scipio y Pretorius. Pero su amor no es más que el resultado de los tejemanejes de Psámate de la Mantis, quién contando con esta unión para granjearse un camino hasta el poder supremo tomaría al segundo hijo bajo la ignorancia de su padre para arrojarlo a los cerdos y así librarse del mismo.
Sin embargo, el destino tenía preparado algo muy diferente y la vida de Pretorius sería salvada en los bajos fondos, siendo adoptado y creciendo bajo la tutela de un cirujano.
Pero las confabulaciones de Psámate de la Mantis continuarían haciendo estragos: por un lado convirtiendo al héroe Espartaco en un traidor frente a los suyos, logrando que le ajusticien y, aprovechando una locura inducida en su esposa, terminar ocupando un muy ansiado puesto en el consejo desde el que manipular la sociedad.
Pero nuestros dos protagonistas, continuaron su camino: primero desafiando el destino al conocerse, totalmente ignorantes de los lazos de sangre que los unen para unirse como hermanos una vez más y comenzar a luchar contra lo que la fortuna les ha ofrecido hasta ahora.
Scipio, como hijo del traidor pero heredero de una noble casa, crecerá en una academia hasta convertirse en Metagladiador mientras los ejércitos de su padre aguardan su llegada para culminar su venganza.
Mientras tanto su hermano Pretorius crece en una horrible academia miliar hasta unirse en la XIII Legión como un soldado más que apto.
Ahora, tras haber fascinado a todos los lectores con un cuarto volumen centrado en la maravillosa Eva Van Helsing, la historia de la legión XIII y su largo camino de regreso a casa continúa...
Tras la epopeya narrada en el anterior tomo, en esta ocasión volvemos a las andanzas de la XIII que, trs superar muchas dificultades, logra llegar hasta el ducado de Urkesh, un lugar que hasta ahora ha permanecido ajeno a todos los conflictos y en el que los guerreros esperan encontrar un leve reposo antes de continuar.
Pero su llegada y las labores que comienzan a realizar en la ciudad para compensar su estancia despierta enemigos entre las altas esferas, toda una serie de nobles divididos en diversas ideas políticas que ya se encontraban fraguando el destino del ducado antes de que ellos llegasen.
Todos los complots fraguados tienen como objetivo el carnaval de Urkesh, una celebración libertina a la que asisten un buen montón de peces gordos y entre cuyo desfase y lujuria, dar un golpe es ideal.
Aunque la XIII intenta mantener bajo control las fiestas, pronto todo se desmadra. El culpable es el duque de Lagasha, que utilizando a su hija Isis y a sus Caballeros Santos realiza varios atentados a lo largo de toda la ciudad, provocando que se extienda la muerte y el conflicto y utilizando la energía del alma de las víctimas como motor para convertir a sus santos en inmortales.
Con una situación de lo más complicada entre manos, veremos como Eva, Scipio y Pretorius intentan arreglar todo este caos, pero la auténtica protagonista de este tomo es sin lugar a dudas Oriana del Escorpión, alias Mamut.
Oriana no solo será identificada con la diosa de la fertilidad, si no que protagonizará las escenas más impactantes y el combate más espectacular y emocionante que vemos en estas páginas, convirtiéndose por si alguien lo dudaba a estas alturas en toda una heroína y, de paso, justificando que este arco siga titulándose el arco shojo.
Pero su llegada y las labores que comienzan a realizar en la ciudad para compensar su estancia despierta enemigos entre las altas esferas, toda una serie de nobles divididos en diversas ideas políticas que ya se encontraban fraguando el destino del ducado antes de que ellos llegasen.
Todos los complots fraguados tienen como objetivo el carnaval de Urkesh, una celebración libertina a la que asisten un buen montón de peces gordos y entre cuyo desfase y lujuria, dar un golpe es ideal.
Con una situación de lo más complicada entre manos, veremos como Eva, Scipio y Pretorius intentan arreglar todo este caos, pero la auténtica protagonista de este tomo es sin lugar a dudas Oriana del Escorpión, alias Mamut.
Oriana no solo será identificada con la diosa de la fertilidad, si no que protagonizará las escenas más impactantes y el combate más espectacular y emocionante que vemos en estas páginas, convirtiéndose por si alguien lo dudaba a estas alturas en toda una heroína y, de paso, justificando que este arco siga titulándose el arco shojo.
Madoux sigue también demostrando su maestría en las escenas de acción, las cuales suelen destacar por pasar del color al blanco y negro.
También destacamos la indudable influencia de Saint Seiya, que vemos representada esta vez sin tapujos en las armaduras de los metagladiadores de bronce y oro... referencias sin parar a un clásico que todos los otakus podemos reconocer al momento y que el autor reconoce abiertamente, pero sin dejar de lado sus claras influencias de la fantasía occidental en cada detalle de su obra.