Durante el pasado mes de marzo la editorial Ivrea lanzó al mercado un nuevo volumen del bonito manga shojo Amar y ser amado, Dejar y ser dejado, obra de Io Sakisaka siendo en este caso el octavo volumen publicado por la editorial, mientras que en su versión japonesa ya va por el 11 tomo recopilatorio.
La editorial nos presenta el manga con un sencillo formato en rústica con sobrecubiertas que tiene un tamaño de 12 x 17cm, en cuyo interior encontraremos 200 páginas en blanco y negro que nos traerá el bonito idilio amoroso de sus cuatro personajes protagonistas . El precio del volumen es de 8€
La relación entre Yuna y Rio sigue viento en popa y el chico es capaz de mantenerse al mismo ritmo que la tímida Yuna haciéndola sentir querida y apreciada con solo una frase. Desde luego los tortolitos no tienen problemas en su paraíso personal e incluso en las citas en las que Yuna puede sentirse dejada de lado o celosa por las anteriores chicas con las que haya podido estar Rio, el consigue que los celos sean algo anecdótico y lo pasen bien juntos.
Y mientras la pareja vive en su burbuja Akari se tiene que enfrentar a sus propias decisiones haciéndole frente al primer problema que se encuentra, el que su antiguo ex quiera reconquistarla. Curiosamente no es ella la que se da cuenta de esta situación, si no que es Kazuomi quien se lo tiene que decir, pero juntos logran la mejor de las soluciones.
Así esta relación de amistad que huele a amor bajo la superficie irá avanzando lentamente hasta que algunos de los dos decida sentirse digno o lo suficientemente valeroso de la persona que tiene al lado y de el paso de la declaración.

En el otro lado del manga la relación de amistad entre Akari y Kazuomi es bastante divertida y como lectora el saber que ambos están enamorados pero que están esperando a ser mejor persona para declararse me parece realmente bonito. Aunque sepamos que esto no es algo que suele ocurrir el que la mangaka haya decidido plasmarlo en esta obra es un buen signo de madurez de los personajes y les proporciona mas trasfondo.
Lo que me gustaría es que ahora que los personajes principales están encarrilados estaría bien que se le diera mas importancia a los secundarios, si es que en algún momento aparecen.

En cuanto al resto del cómic mantiene el estilo de la autora e incluso cuando las cosas se ponen mas serias o se habla de discusiones familiares y planes de futuro, las viñetas y el manga se mantienen imperturbables. La única pega que le podría es que falta un poco de dinamismo en esta historia, ya que cuenta con un ritmo un tanto lento y pausado.
En conclusión, este volumen nos acerca un poco mas al personaje de Kazuomi, quien hasta ahora había sido el vecino de al lado, y nos gusta como le retrata la autora y lo que Akagi encuentra cuando le mira. A ver si poco a poco se profundiza en este sentido.