El pasado mes de octubre la editorial Ivrea lanzó al mercado el segundo número de la adaptación manga de Little Witch Academia, serie basada en la producción de anime de Studio Trigger con Yo Yoshinari como creador, y cuya versión manga ha sido realizada por la Shonen Ace de Kadokawa Shoten contando con ilustraciones de Keisuke Sato.
Nuevamente el formato es el mismo que el japonés con un volumen en rústica con sobrecubiertas en la que en esta ocasión destaca Diana Cavendish en todo su esplendor. El tamaño del tomo es de 11,5 x 17 cm y en su interior encontramos 200 páginas en blanco y negro en las que nos detallan las aventuras de Atsuko Kagari con su sueño de ser una bruja.
Para todos aquellos que quieran conseguir este volumen, se encuentra en tiendas especializadas, librerías y grandes superficies desde el 4 de octubre por 8.5€

Sin embargo las cosas seguirán por el camino difícil para nuestra protagonista cuando tenga que acudir a su examen de magia de transformación y resulte totalmente negada para la tarea, llegando incluso a transformarse a si misma en lugar de al objeto de transformación. Lamentablemente este suspenso le prohibirá asistir a un gran banquete celebrado en el colegio.
Pero Akko no lo dudará ni un segundo y se escaqueará de todo para buscar la fuente de Polaris, un lugar mágico que según dicen despertará el poder oculto de las brujas con un resplandor. Ahora solo tiene que recorrer todo el colegio y encontrarlo para hacer su sueño realidad.

Esto para los fans de la serie anime no nos molestará demasiado, si bien es una pena que de una serie de 3 tomos algunas de las historias que en ella se cuentan ya hayan sido mostradas en el anime. Por suerte las que nos pillan por sorpresa resultan totalmente cómicas y adecuadas para este personaje, consiguiendo que nos desternillemos de risa con Akko y con sus pobres amigas a las que lleva literalmente por el camino mas difícil.
Ahora solo nos queda esperar a ver que sucederá con el tercer y último volumen ya que con este se cerraran las aventuras de esta bruja tan simpática y la verdad la echaremos de menos cuando se haya marchado. Sin embargo por ahora solo queda esperar y disfrutar de este segundo tomo.

Si bien lo único que personalmente lamento de esta adaptación es que se haya realizado en blanco y negro y sin páginas a color, ya que si la portada nos llama la atención con sus brillos y colores, aquellos que hayan visto el anime coincidirán que era una obra de arte visual. Una pena que no se hayan realizado ilustraciones a color para el manga.
En conclusión, un manga que los fans de Little Witch Academia sabrán valorar como lo que es, un pequeño extra que nos hará volar al colegio de brujas Luna Nova para vivir nuevas aventuras con Akko y sus amigas. Que mas le podemos pedir?