El pasado mes de noviembre y en el marco del XXIV Salón del manga de Barcelona, la editorial Tomodomo especializada en manga de género Yaoi, lanzo el tomo autoconcluisvo de El chico del súper, más conocido por su nombre original Konbini-kun (コンビニくん), obra original de Junko y la que venimos a reseñar hoy.
En cuanto a la edición con la que presentan este volumen encontramos que es el habitual tamaño b6 que mide 12,8 x 18,2 cm realizado en cartoné con sobrecubiertas. En su interior encontramos 192 páginas en blanco y negro más las cinco primeras a color con esta dulce historia de amor entre dos adolescentes que trabajan en un supermercado japonés.
Para aquellos que se quieran hacer con este volumen, tiene un precio de 8€ y está a la venta en librerías y tiendas especializadas incluyendo junto al volumen un punto de libro a color.

Allí conocerá a otro de los trabajadores, Yamai un chico de aspecto y actitud macarra pero que realmente será un trozo de pan y con quién creará una gran amistad al cuidar entre los dos de un gatito perdido que el mismo Yamai salvó. Porque realmente pese a su aspecto agresivo es un trozo de pan.
Sin embargo Endô esconde un secreto que le avergonzara revelar ante su nuevo amigo, y es que es gay y que precisamente por eso dejó el colegio al ver como le ridiculizaron cuando intento declararse a otro chico. Por suerte para él, Yamai es de lo más tolerante y no le importará la orientación sexual de su compañero, aunque quizás cuando se empiece a notar a la legua que Endô siente algo por el, la cosa cambie un poco.

Sin embargo que la trama se desarrolle en este puesto de trabajo es meramente anecdótico porque la verdad es que modifica poco el argumento general aunque no negaremos que la idea nos parece muy divertida y novedosa.
Por suerte el peso del la historia no es la localización dónde se encuentran los personajes, si no la actitud de estos una vez empiezan a relacionarse entre ellos y con el resto de secundarios, algo que sucede de forma muy natural y que la da un carácter muy fresco a una historia que podría haber sido demasiado infantil. El único problema que le encuentro en este caso es que los personajes tienen muy poco desarrollo, aunque poco mas se podía pedir al ser un volumen de un solo tomo.

Personalmente considero que los rostros tan redondeados de esta autora encajan muy bien con la temática yaoi aunque alguna que otra vez habríamos agradecido ver a algún adulto destacar de entre la media de personajes quinceañeros.
Pese a todo, la verdad es que resulta un lujo poder leer un manga tan bien dibujado y con un concepto tan refrescante y juvenil. totalmente recomendado a los que buscan un manga yaoi dulce pero sin ser empalagoso, y si, si os lo estabais preguntando hay escenas de sexo por lo que vigilar al abrirlo en un espacio público.