Aquí estamos un día más con una nueva review de nuestros mangas favoritos, en esta ocasión se trata de una de las novedades del pasado mes de agosto de Norma editorial, quienes nos presentan el décimo volumen de la serie manga Dimension W, obra del talentoso autor Yûji Iwahara.
La edición que tenemos en nuestras manos es un tankobon en rústica con solapas con un tamaño ligeramente más grande que el resto de mangas, siendo 13 x 18,2cm. En el interior encontramos 224 páginas divididas en 8 capítulos más las 8 primeras que son a color. Como siempre, el precio de este volumen se mantiene en 8€.
En la portada podemos ver a Miyavi, la novia de Kyoma en su juventud y actualmente muerta. En sus manos sostiene la esperada última bobina con el 10 del tomo en el centro y de fondo entre las sombras podemos apreciar a nuestro protagonista. Al igual que en los tomos previo, tanto los brillos como la esfera y el título están realizados en tinta luminiscente que brilla en la oscuridad.
Dimension W #10:

Sin embargo, mientras la batalla está en su auge es Kyoma quien pierde la motivación. Fue su culpa el que su chica muriera, el activó la bobina definitiva y asesinó a todos sus compañeros, por lo que ahora ya no le queda nada en lo que confiar. Por suerte Mira no le dejará solo y juntos rastrearán sus recuerdos en los que buscarán la respuesta a lo que sucedió ese fatídico día.
Y es que parece ser que realmente, cuando Kyoma tenía en sus manos la bobina, fue la misma Miyabi quien le detuvo. Su plan era utilizarla para salvar a su novia, pero ella consciente de que eso podría destruir sus vidas y las de muchísima personas le frenó. Y ahora que Kyoma lo sabe no dudará en partirle la cara a Seameyer. Curiosamente, tras la visita a sus recuerdos Mira volverá mas debilitada y con un pequeño secreto en su torso, porque aunque la bobina original que llevara se destruyera en el combate, ahora hay una nueva aportándole la energía que necesita.

Lo bueno de este final es que pese a cerrar el tema de Kyoma se nos ha abierto todo el relativo a Mira y a su pasado, ya que es otra de las grandes incógnitas de esta serie, saber porque la pobre chica es como es y porque su padre la creó con conciencia propia. Si bien ahora nos ha quedado claro que su cuerpo es el mismo que iba a utilizar Miyabi, la duda es si ella es única o si hay alguien mas con sus características.
Y estos dos temas enlazan en el tercero, la nueva aventura que tenemos por delante con nuestros protagonistas, ya que aunque ahora Loser ya no siga si que aparecerá su hija adorable y está claro que Mira siente un cariño especial por la chica huérfana. Se acerca el inicio de una gran amistad y todo serán preguntas ya que nada de lo que encontremos de aquí en adelante ha sido adaptado a anime! Que emoción!

En cuanto al diseño de personajes, nos gusta mucho como este autor logra que sus personajes realmente parezcan humanos. Mira que es un robot parece que transpira cuando es atrapada por Seameyer, y Loser totalmente herido en el suelo resulta devastadoramente humano. Todo ello gracias a los pequeños detalles que incorpora en el diseño habitual.
En conclusión, ha finalizado la guerra por conseguir la bobina definitiva y ha sido Kyoma el vencedor, no por derrotar a Seameyer, si no por conseguir las respuestas a sus preguntas. Ahora nos espera un camino desconocido por delante y tenemos muchas ganas de ver como les va a esta extraña pareja de recolectores.