Este pasado mes de diciembre de 2017, ECC Ediciones presentaba entre sus novedades el que ya es el sexto volumen del New52 de DC Comics dedicado a la Liga de la Justicia bajo el irónico título Liga de la Injusticia.
Este tomo continúa con los eventos de Liga de la Justicia: Maldad Eterna (Forever Evil) y, hasta cierto punto, da continuidad al quinto volumen titulado Liga de la Justicia: Héroes Eternos. Por otro lado os informamos que su continuación, La Guerra de Darkseid parte 1 será reseñada próximamente en nuestra web.
El volumen nos llega en un excelente cartoné de 256 páginas a todo color en cuyo interior encontramos los números originales USA Justice League núms. 30 a 39, en los que encontramos un inmejorable guión del grandioso Geoff Johns en compañía de los mejores artistas del sello, entre los que encontramos a Doug Mahnke, Jason Fabok, Ivan Reis y Scott Kolins.
Liga de la Justicia: Liga de la Injusticia
Nos encontramos ante una entrega en la cual tanto la historia presentada como el trabajo artístico lo convierten en uno de los mejores volúmenes de la serie de la Liga de la Justicia de New52. El lector se enfrenta a dos argumentos bien diferenciados pero que mantiene un nexo común, ambos repletos de batallas emocionantes y suspense. Dentro de estas historias, también presenciamos una evolución única como personaje del maquiavélico Lex Luthor, así como el debut de la recién llegada Jessica Cruz. Dos historias convincentes de principio a fin, interesantes y únicas a la que se suman pequeños personajes secundarios que añaden aun más humanidad e incluso un punto de humor, como es el caso de Shazam.
De esta forma la primera mitad de este tomo se centra en la redención de Lex Luthor como villano y su lenta transición a su papel actual como héroe de la Liga de la Justicia, convirtiéndose en una de las mejores tramas sobre la evolución de un villano que puedo recordad.
Lex Luthor nunca ha sido un malvado típico, manteniendo una megalómana visión muy subjetiva de lo que es el bien. Sus ataques a Superman y al resto de superhéroes se justifican en su creencia de que estas acciones ayudarán a la humanidad a largo plazo.
En Liga de la Justicia: Maldad Eterna (Forever Evil) Luthor mostró el valor real de sus habilidades con creces, y por lo que parece las acciones y consecuencias de este evento corrigieron algunas de sus asperezas reconciliándose (dentro de lo posible) con el camino de un héroe.... algo que continuamos viendo en esta primera mitad al proponerse de forma obsesiva como un nuevo miembro de la Liga de la Justicia.
Un grupo que, a priori, le cierra la puerta en la cara pero que poco a poco y gracias a su obstinación comienza a aceptar su participación... al menos para tenerle controlado.
Junto a todo esto está la reintroducción de la Patrulla Condenada (Doom Patrol) y el debut de la recién llegada Jessica Cruz.
La presencia de Doom Patrol es buena, ya que para los viejos lectores de DC Comics ver regresar a estos personajes a las páginas de un cómic de nuevo siempre es divertido, pero la verdad es que estos personajes quedan totalmente relegados al olvido cuando Jessica entra en juego y se convierte en el centro del espectáculo.
Jessica Cruz se nos introduce como una persona rota que, acosada por el trauma y cargada por un insoportable terror que le impide salir de su casa y hacer frente a la sociedad y su propia vida, se ve condenada y maldita por completo cuando el anillo maléfico de Power Ring se une con su cuerpo.
Pero Jessica Cruz no se encuentra sola y, aunque a priori el anillo toma el control de su alma y el miedo se aferra a su corazón, pronto su historia dará un giro y se nos presentará como un viaje por conquistar sus miedos y superarlos, convirtiéndose de villano potencial en héroe.
Jessica nos ofrece una historia muy diferente, una edificante que emociona al lector y le incita a continuar siguiendo al personaje para ver hasta que punto podrá llegar como la nueva Power Ring.
La segunda mitad del volumen nos ofrece una historia muy diferente, enfocándose en la liberación accidental de un virus de los laboratorios LexCorp.
Este virus llamado Amazo (que surge del villano del mismo nombre) se propaga como un reguero de pólvora, derrotando instantáneamente a la mayoría de la Liga de la Justicia y matando a numerosos civiles de Metrópolis, convirtiéndose en toda una plaga que amenaza con destruir a la humanidad.
El virus afecta a todo aquel que lo respire, dotándole de poderes metahumanos durante un breve periodo de tiempo hasta que, finalmente, termina eliminando al portador.
Lo que hace que esta historia sea interesante es que, durante la mayor parte del arco, la amenaza no es un villano físico sino una presencia invencible en forma de virus. Esto hace que lo que está en juego parezca más importante y que las probabilidades de sailr vencedores sean escasas, lo que le da a la Liga uno de sus oponentes más intimidantes y peligrosos hasta el momento.
Los efectos del virus también son interesantes de observar particularmente en el caso de Batman. En general, es una gran historia que logra mantener la emoción y la tensión de principio a fin.
Intercalados a lo largo del volumen también hallamos breves momentos entre personajes entre los que destacan los de Cyborg y Shazam, quienes desarrollan una amistad rápidamente durante su estancia en la nueva Atalaya. Unos momentos que aportan algo de humor a toda la situación y un toque entrañable.
En cuanto al apartado artístico, encontramos en la mayoría de la primera mitad del libro los lápices de Ivan Reis y Doug Mahnke. Por sí mismos, ambos artistas hacen un trabajo fantástico, y juntos el resultado es simplemente excelente. En la segunda mitad encontramos que Jason Fabok se hace cargo de los lápices y las tintas, logrando un resultado hermoso hasta la médula y logrando que cada una de las páginas se vea increíble.