El 20 de abril se estrena en cines españoles Isla de Perros, una película de animación de Wes Anderson. Esta película es la segunda incursión en el stop-motion del director después del Fantástico Mr. Fox (2009) y cuenta con un espectacular reparto en su versión original: Edward Norton, Bryan Cranston, Tilda Swinton, Scarlett Johansson y Bill Murray ponen las voces por lo que si tenéis oportunidad valdrá la pena verla en inglés.
Antes que nada, ¿de qué trata Isla de Perros? Os dejo aquí la sinopsis oficial:
La ciudad japonesa de Megasaki se enfrenta a un gran problema: la localidad se ha visto invadida por una gran epidemia canina. Ante la situación, el alcalde de Megasaki toma la decisión de evacuar y exiliar a todos los perros en una isla vertedero que se sitúa en las afueras de la ciudad, lo que conllevará a que muchas mascotas se vean separadas de sus dueños. Atari Kobayashi, uno de los habitantes de la ciudad, no permitirá tan a la ligera que le separen de Spot, su perro, por lo que emprenderá una aventura hacia la isla de los perros para buscar y rescatar a su querida mascota mientras que Chief, junto con su manada perruna, hará todo lo posible para escapar de la isla junto a su dueño.
El argumento principal puede parecernos un tanto infantil, pero la película está planteada como una fábula, e incluso va dividida en capítulos. El encanto de la película radica en su desarrollo visual, pero también en la acidez de sus conversaciones y lo entrañable de sus personajes. Sobre la historia planea una sombra, por lo que entretejido esta trama de cuento encontramos referencias a otros conceptos más oscuros como la experimentación con animales, los campos de concentración e incluso el genocidio. El uso de marionetas con una gesticulación y una expresividad más sutil son marca de la casa y ayudan a dar ese aire menos infantil a la película. En su contra, a veces el ritmo de la narración decae y precisamente esa división de capítulos se vuelve un poco desesperante.
Isla de Perros es, ante todo, un ejercicio de estilo. Anderson se luce al plasmar sensibilidad única con aires de indie a través de planos simétricos y cuidados al detalle. Para dar ese aire de libro de cuento combina técnicas de stop motion y animación tradicional. El aspecto visual es sin duda lo más destacable de la película y se nota el mimo casi obsesivo que se le ha dado a cada escena.
También merece una mención la creación de el universo de la ciudad de Megasaki. Para crearla Anderson recurre a todos los tópicos japoneses, pero lo plantea de tal forma que ayuda a ese efecto de ciudad fantástica y de cuento que tiene toda la película, si chirriar en ningún momento. De hecho, las voces de sus habitantes están en japonés sin subtitular, de manera que el idioma se convierte en un recurso estético más y nos ayuda ahondar en ese bache de comunicación entre humanos y perros. Una elección muy valiente y además muy bien llevada, ya que en todo momento hay en marcha diferentes artimañas para que podamos entender la historia sin problemas.
Como puedes ver, a nosotros nos ha encantado, pero al final todo se reduce a amar u odiar el estilo de director. Si aún no sabes si ver Isla de Perros te recomiendo que hagas un visionado de Fantástico Mr. Fox. En ella se puede apreciar el estilo personal de Anderson, aunque en el nuevo largometraje está mucho más perfeccionado.
