Como bien sabréis, el pasado mes de abril llegaba a su final la etapa de Dragon Ball Z con el lanzamiento del volumen 6 de la Saga del Monstruo Bū / Majin Buu Hen, el cual cerraba en 1995 el manga de Akira Toriyama con un nostálgico final hasta que recientemente la franquicia fue resucitada con Dragon Ball Super.
Hasta la fecha pues, había sido lanzada en esta edición todo desde la llegada de Raditz a la Tierra hasta la despedida de Goku llevándose a Ub, pero la primera etapa de Dragon Ball - abarcando desde el inicio hasta el 23º Torneo de Artes Marciales - aun no había llegado. Pero no os equivoquéis, esto no tiene nada que ver con los editores españoles, ya que esta es realmente la forma en al que la colección fue lanzada en Japón, con el principio lanzado al final por un tema de que "Z" es mucho más popular y los señores de Shueisha no se plantearon lanzar esto hasta terminada toda la saga de Bū.
Con esto explicado, llegamos a lo importante: ya está aquí el primer tomo de la colección, el cual nos llega a lo largo de un volumen rústica con sobrecubiertas de 248 páginas que ahora luce un lomo azul claro (no utilizado hasta ahora), y que supones que nos acompañará al menos durante la saga de Pilaf, aunque esta saga en la web de planeta se llama Dragon Ball Color Origen y Red Ribbon y se supone que alberga 8 tomos, cubriendo pues todo lo de Pilaf, el entrenamiento con muten, el 21 Tenkaichi Budokai y toda la lucha contra la cinta roja. Casi nada.
Nos trasladamos hasta 1984 para presenciar la página que acompaña al lateral a estas lineas y casi se me salta la lagrimilla. Página supuso un punto y aparte en la infancia de prácticamente todos los niños de la última era de la humanidad. Como poco.
Este primer capítulo de la obra más celebrada de Toriyama nos presenta a Bulma y Son Goku por primera vez, dando inicio a una aventura inolvidable y a un mito que se extendería durante generaciones hasta incluso el día de hoy, en el que los protagonistas de Dragon Ball aun continúan viviendo nuevas experiencias y combates en los que se pone en riesgo el Universo mismo (el número 7, según sabemos ahora).
Pero este principio es sin embargo, tan sencillo y entrañable como magnífico. Ya desde el primer encuentro entre este cateto niño con cola y habilidades sobrehumanas y la atractiva, inteligente y pedante adolescente de ciudad se genera una química capaz de generar una reacción imparable.
Un billete de ida a la aventura que, adaptado por el gran sensei Akira Toriyama muy a su manera el clásico cuento chino Viaje al Oeste 西遊記 y aplicándole a partes iguales su buen genio y su humor, logran crear un manga único e inolvidable que, probablemente, sea el mejor primer tomo manga de todos los tiempos.
Así pues, conoceremos no solo a Bulma y Son Goku, si no a Oolong, Yamcha, Puar y Chichi, llegando incluso a presenciar el primer Kame Hame Ha (que momento tan mítico) y finalmente terminando el volumen con el inicio de la saga en al que hacen frente a la mafia de Usagi Ninjin-ka.
Un tomo muy, muy completito en el que nuestros amigos comienzan a conocerse y recorren el mundo reuniendo las siete bolas de dragón para poder invocar a Shenron y pedirle algún deseo, aunque las propuestas son tan absurdas como las habituales ideas que suelen tener nuestros protagonistas.
Pero dejando esto de lado, repasemos la buena edición que nos trae planeta, con una nueva roltulación, una nueva traducción y en general un acabado bastante estupendo.
No solo se han respetado los nombres de los objetos como el bastón mágico Nyobo o técnicas que habitualmente llegaban con su nombre traducido, como el Golpe del Colmillo del Lobo de Yamcha, que en esta ocasión es trasladado a las viñetas con su nombre original Rōgafūfūken (狼牙风风拳).
A esto cabe sumar todas las notas al pie de página como la que vemos en la imagen superior, algunas explicando nombres de objetos como las cápsulas Hoi-Poi, y otros para explicar a que hacen referencia los personajes, como cuando Bulma comenta a Goku lo de la "caja cerrada" que podría traerles la tortuga a la que acaban de salvar.
Toda una serie de añadidos que terminan de completar esta nueva edición de Dragon Ball de forma impecable.
Así podemos ver como el tomo da inicio con los mismos colores que ya vimos en el anime, con el doji de Goku en azul oscuro y el pelo y ojos de Bulma en azul cyan (ver imágenes superiores), para de repente a partir del capítulo de su encuentro con la vieja tortuga, cambiar radicalmente, convirtiéndose el doji de Goku en naranja y el pelo y ojos de bulma en el lila que hemos podido presenciar a lo largo de toda la edición Full Color.
Los motivos, son misteriosos.
En otro aspecto del coloreado, cabe citar que, además de no incluirse ningún tipo de censura sobre todo el fanservice ofrecido en la saga (menos mal), el coloreado no solo lo respeta si no que lo remarca, coloreando los pezones de Bulma y por lo tanto resaltándolos bastante más que en la edición original, en la que eran dos bultitos.
En esta ocasión, además de ofrecernos toda una serie de curiosidades sobre el proceso de creación y la imaginación de Akira Toriyama, no solo respecto a la ruta del viaje y la aparición de objetos y personajes si no sobre sus peculiares y alucinantes diseños de mecánicos, encontramos en la última página toda una serie de referencias a escenas que aparecen en este volumen y que enlazan con eventos mucho más avanzados, como el matrimonio del protagonista con Chichi o su procedencia saiyan.
Hechos de los que Toriyama en estos momentos aun no tenía ni la más remota idea, pero que aquí referenciados resultan muy curiosos.
Y con esto damos fin a este análisis del volumen, que desde luego, ha recibido un trato fantástico y dejará más que contentos a los fans.
Hechos de los que Toriyama en estos momentos aun no tenía ni la más remota idea, pero que aquí referenciados resultan muy curiosos.
Y con esto damos fin a este análisis del volumen, que desde luego, ha recibido un trato fantástico y dejará más que contentos a los fans.
¡Hasta pronto Guerreros Z!