Siguiendo con lo que ya sucedió con los volúmenes dedicados a Garth Ennis, Azzarello o Warren Ellis entre otros, ECC Ediciones continúa con su espectacular reedición de todo Hellblazer pasando a la etapa de otro de sus autores insignia, Jamie Delano, con el inicio de lo que hasta ahora es toda una leyenda. Así es, por fin tenemos entre nosotros los tres primeros volúmenes de esta edición.
Con esta edición enciclopédica nos encontramos ante una larga recopilación que englobará las etapas del infame Constantine en su paso por el sello Vértigo por autores, abarcando en 17 volúmenes toda la magnífica colección.
La etapa Jamie Delano nos llega en tres entregas, siendo la primera lanzada el pasado enero de 2016 en un formato cartoné de tapa negra de 576 páginas a color, contando la segunda también con 576 páginas y finalmente la tercera con 528. Todo un ladrillo que agrupa los números Hellblazer núms. 1 a 13 USA, Hellblazer Annual núm. 1 USA, The Horrorist núms. 1 y 2 USA, Swamp Thing núms. 76 y 77 USA en el primer tomo, Hellblazer núms. 14 a 35 USA en el segundo y en el tercero el broche de oro con Hellblazer núms. 36 a 40, 84 a 88 y 250 USA, Hellblazer: Bad Blood núms. 1 a 4 USA, Secret Files USA y Hellblazer: Pandemonium USA.
Nos encontramos ante unas páginas que solo podemos catalogar de históricas. Una páginas que nos transportan al ahora lejano 1988, en el que de la mano de Jamie Delano dio un paso al frente junto al artista John Ridgway para establecer la serie regular del mayor y más famoso estafador del noveno arte: John Constantine.
Bajo instrucciones de la editoria Karen Berger el mago lograba una cabecera que daría mucho que hablar en un futuro... o al menos hasta el día de hoy.
El viejo John nacía en junio de 1985 gracias a una aparición en las páginas del número #37 de Swamp Thing, dejando de lado las extravagantes apariencias de otros magos como Doctor Destino, Barón Winters o Sargón para ofrecernos a un inglés con gabardina de esos que puedes encontrar en cualquier calle de Londres.
En aquella época nadie conocía a Jamie Delano. No había sido hasta que el excéntrico Alan Moore lo introdujese en el mundo de la escritura profesional en 1983 para reemplazarle en la serie de relatos cortos titulados Nightraven que el escritor no empezar a labrarse un porvenir. Hasta entonces Delano había ejercido de taxista en Northampton, pero su vida cambiaría radicalmente gracias a su amigo y mentor, que lo haría pulular prometedoramente por todo tipo de publicaciones británicas dedicadas a la subcultura, tales como 2000AD y Doctor Who Magazine.
En estos derroteros es dónde Delano conocería al primer dibujante de la próxima Hellblazer.
Ridgway era un dibujante británico que, a pesar de llevar pco en el terreno profesional llevaba toda una vida volcada al dibujo y hasta ahora había podido colaborar con algunos de los grandes como el propio Alan Moore o Grant Morrison.
Influenciado por muchos otros autores británicos, su trazo se había ido definiendo hasta cruzar sus caminos con Delano, otorgándole el beneplácito de ser el destinado a dibujar Hellblazer en el futuro cercano.
Ambos autores tras conocerse dieron inicio a la auténtica mitología que formaría a un personaje tan complejo como John Constantine, partiendo del casi terreno virgen que Alan Moore había dejado para ellos al presentar de forma más bien escasa al personaje en Swamp Thing.
Durante 40 inolvidables números, la pareja dio forma real a este personaje tan poco definido, ambientándose en una gran Bretaña de la era contemporánea corrompida y conservadora, un escenario ideal para que Constantine madurase como debía hacerlo: siendo un maldito cabrón retorcido y despreciable.
Hellblazer dio su escopezado de salida con una historia que giraba en torno a un exorcismo para librar a la ciudad de Nueva York del demonio de la hambruna, dando pie a un ambiente de lo más crudo, oscuro y sobrecogedor; una historia que definiría el tono y ritmo de Hellblazer y a la que el dibujo de trazo fino de Ridgway daría la textura perfecta.
A través de sus páginas, Constantine sería una vía perfecta para establecer todo tipo de denuncias contras el gobierno y la sociedad, desbordando toda una panoplia de críticas que no dejarían títere con cabeza.
En mano de Jamie Delano la colección de Hellblazer se convirtió en un estandarte de la línea Vertigo, un referente de la novela gráfica y de todo el noveno arte que daría un cambio absoluto a la dirección de próximas generaciones de artistas y de lectores de cómics.
El inicio de toda una leyenda.
La leyenda de un londinense muy cabrón.
EL AUTOR
Jamie Delano (Northampton, Reino Unido; 1954.)
Formó parte de la oleada de autores británicos que llegaron a Estados Unidos durante la década de los ochenta siguiendo la estela de Alan Moore y otros compatriotas.
Fue el primer guionista de Hellblazer, de la que se ocupó durante casi cuatro años, y también el sustituto de Grant Morrison en la primera colección de Animal Man. Es por esto por lo que, hoy en día, se lo considera un referente del embrionario sello Vertigo.