Letrablanka nos alegraba esos meses tan calurosos con el lanzamiento del esperado segundo volumen de RADIANT, una obra francesa de corte shonen manga editada bajo el sello Ankama desde el 2013 y que hasta ahora ya recopila cinco tomos.
Letrablanka fue quién dio el paso de traer el primer volumen a nuestro territorio la primavera pasada, engrosando su catálogo con una obra que en 2014 se alzó con los premios a mejor manga Canal BD, mejor cómic de estilo manga por los lectores de Animeland y mejor manga internacional en la Japan Expo de París de 2016.
Una muesca más que se suma a haber sido el primer manga francés publicado en Japón y despertar el interés de mangakas de renombre tales como Hiro Mashima (Fairy Tail) y One (One Punch Man).
Obra del mangaka originario de Touluse Tony Valente, RADIANT se nos muestra como la obra gaijin que más se acerca a un auténtico shonen, hasta el punto de haber mantenido el sentido de lectura oriental y un formato lo más cercano al característico tankoubon japonés, algo que Letrablanka ha respetado brindándonos la oportunidad de disfrutar de Radiant en un formato lo más cercano al original posible: una rústica con sobrecubierta de 11,5x18 centímetros, en cuto interior encontramos 176 páginas en blanco y negro, incluyendo 8 a color.
RADIANT
La historia nos presenta un mundo de fantasía en el que todo cambio de repente con la llegada de los Némesis, unas bestias caídas del cielo de capacidades destructivas desbordadas que se presentan como imparables.
Con la humanidad amenazada por estos seres, solo la existencia de aquellos humanos capaces de controlar el poder conocido como Fantasía, los Magos, son capaces de hacerles frente; aquellos que lograron este don sobreviviendo al contacto con los Némesis. Pero los Magos no tardan en convertirse en parias al ser culpados de la existencia de dichos enemigos, convirtiéndose en perseguidos de la inquisición.
Así conocemos a Seth, un aspirante a mago bastante zoquete y el primer ser conocido capaz de manejar la fantasía con las manos desnudas, algo que debe ocultar del conocimiento de sus semejantes.
Rumble Town
Tras abandonar Pompo Hills durante los acontecimientos del anterior tomo, Seth queda bajo la tutela del maestro Yaga para someterse a un entrenamiento que le permitirá controlar la Fantasía como es debido y, de paso, de una forma en que no demuestre que puede tomar contacto directo con ella. Un entrenamiento que está costando a pasos agigantados su salud física y mental.
Sin embargo esta prioridad queda rápidamente desplazada cuando su escasa economía toca fondo y, decidido a no seguir viviendo de estrangis en el balcón de Melie y gorronearle comida, decide tomar a Doc como buscador de Némesis para poder empezar a cazarlos y así comenzar a recibir ingresos.
Con Doc metido hasta las cejas en el embrollo para impresionar a la señorita Melba - de la que está absurdamente enamorado -, el trío parte hacia Rumble Town respondiendo a un pedido de ayuda a los magos para salvar a la urbe de un Némesis, al cual pretenden cazar vivo.
Lo que ellos no saben es que la peculiar ciudad industrial se encuentra bajo el mando de la Inquisición, los cuales no tardarán en darles caza, que el Némesis al que buscan es en realidad más de una docena y que, además, otro Mago de lo más turbio se encuentra en la escena con su propia agenda... Grimm, cuya espectacular estampa da portada al tomo.
Tony Valente nos brinda con este segundo volumen un tomo más que sobresaliente en el que hace gala de su imparable y dinámica narrativa, introduciéndonos toda una serie de factores que comienzan a alimentar los engranajes del mundo de Radiant para comenzar a diferenciarse de las obras niponas de las que claramente toma ciertas bases.
Además de los nuevos conceptos, especializaciones y técnicas mágicas de las que nos dan clases personajes como Yaga o Melie, y de introducirnos a toda una serie de personajes que destilan personalidad y nos enamoran desde la primera página como el ya mencionado Grimm, Valente nos deja una pincelada de su imaginación con la ciudad de Rumble Town, cuyo esperpéntico funcionamiento, historia y sociedad, nos evoca a las ciudades de los RPG japoneses clásicos.
Nuevos ingredientes que provocan que la obra siga sintiéndose en esa mezcla de ingredientes que dan como resultado un toque de frescura y otro de nostalgia, al cual adereza con un estilo de dibujo que nos recuerda a los firmes y resueltos trazos de Hiro Mashima; un arte de una calidad indiscutible que solo añaden más valor a lo que tenemos entre manos.