Literatura: Reseña de "The Horus Heresy vol. #23 - Angel Exterminatus" de Graham McNeill [Timun Mas].

Acompañando el pasado 24 de mayo de 2016 el lanzamiento de la 22ª entrega de la aclamada saga de novelas de Warhammer 40.000 The Horus Heresy titulada Sombras de Traición (Shadows of Treachery), Timun Mas / Scyla presentaba ANGEL EXTERMINATUS, una apasionante novela de la mano de Graham McNeill que con el subtitulo Sangre y Hierro nos sumergía una vez más en las traiciones y batallas del 30º milenio.
Tras la pausa realizada en las novelas completas con la antología de relatos cortos Sombras de Traición, ANGEL EXTERMINATUS representa el regreso a la fuerza narrativa que ya vimos en Signus Prime, en este tomando el relevo la IV Legión de los Iron Warriors y su primarca Perturabo como indiscutibles protagonistas, a quién hasta el momento solo habíamos visto en otras novelas a la sombra de sus hermanos.
Timun Mas continúa poniéndonos al día con la saga a una velocidad trepidante, una larga carrera por alcanzar todos los volúmenes que en este momento nos llevan de ventaja y poder ofrecérnoslos por fin en lengua castellana.
Un esfuerzo loable que los seguidores de la saga agradecemos encarecidamente.
ANGEL EXTERMINATUSUn esfuerzo loable que los seguidores de la saga agradecemos encarecidamente.
Tras permanecer largo tiempo prácticamente en el anonimato, finalmente este libro nos proporciona toda la información de los Iron Warriors de la que hasta ahora nos había privado la saga; un acercamiento más que consistente que nos permite no solo conocerlos, si no respetarlos e incluso hacernos seguidores acérrimos de algunos de sus personajes.
Pero Angel Exterminatus no solo se centra en Perturabo y sus hijos, si no que, aunque su protagonismo es indiscutible para ellos, alterna dicho papel entre Fulgrim y sus corruptos Emperor's Children, en una perfecta continuación de lo que ya vimos en la novela a la que daba nombre el Fenix.
Y finalmente, coceremos a la tripulación de la Sisypheum, dónde unos testarudos supervivientes de los Iron Hands permanecen formando una dura resistencia contra los traidores...
Con estos tres focos entrelazándose entre sí, Angel Exterminatus nos sumerge sin piedad en ua nueva espiral de traiciones y honor, en la que los misterios insondables del universo realizarán un nuevo embite para quebrar la integridad de los corazones de las legiones Astartes.
Con esto en mente, repasemos brevemente lo que podemos encontrar en la novela...
Perturabo, Primarca de la IV Legión, maestro de los asedios y el aniquilador de Olympia, se nos presenta como un líder duro como el hierro e inquebrantable que ha permanecido luchando en el barro junto a sus hijos durante toda la cruzada, permaneciendo a la sombra de sus hermanos sin llegar jamás a catar la gloria.
Aunque él y su legión han desempañado su papel a la perfección, as guerras de trincheras y el poco reconocimiento fueron haciendo mella en sus espíritus, hartándose poco a poco del trato recibido hasta que la orden de destruir Olympia fue la gota que colmó el vaso.
Con la muerte de su mundo adoptivo sobre sus hombros, Perturabo decide ponerse del lado de Horus cuando este le promete un fin para la guerra, algo que quizá pueda llevarle a lo que él realmente desea: la creación.
Siendo un ser con una mente maravillosa repleta de imaginación y con una predisposición innata para la ingeniería y el arte, el espíritu de Perturabo le ruega por creaciones perfectas, ciudades inmaculadas y construcciones exactas que, debido a la cruzada a la que se ha visto arrojado, jamás ha podido cumplimentar. Ahora, al mando de Horus y cansado de siglos de guerra, Perturabo lucha por un final para la misma, por una última batalla que será la última de todas, una batalla contra su propio Padre Genético.
En base a ello, su hedonista hermano Fulgrim le ofrece la oportunidad de dirigir una expedición para buscar un legendario armamento antiguo y perdido de la raza Eldar que puede traducirse como el Angel Exterminatus, un arma capaz de acabar con todas las guerras.
Con este fin en ciernes, Perturabo une sus fuerzas con Fulgrim y tanto los Iron Warriors como los Emperor’s Children parten para adentrarse en el corazón del enorme torbellino de estrellas que acecha los sueños de Perturabo: Aquel fenómeno estelar que llegaría a llamarse el Ojo del Terror.
Este viaje es el que da pie a la novela y a conocer a toda una serie de Iron Warriors que nos permitirán comprender su fuerte espíritu, su organización interna y los problemas que surgen entre los legionarios de la misma. Entre ellos conoceremos principalmente a Kroeger, un legionario que se verá catapultado de forma inesperada en la cadena de mando para convertirse en uno de los tres del Tridente, los tres hombres de confianza y líderes indiscutibles bajo el mando del propio Perturabo.
A causa de ello conoceremos a los dos legionarios aspirantes a dicho rango que le guardarán un absoluto odio, rencor y envidia, los herreros de guerra Harkor y Toramino, y por supuesto sus metódicos compañeros Triarcas, Forrix y Falk, quienes irán tomando el relevo como narradores acompañados de otros legionarios de importancia como el Espulpido en Piedra o el dreadnought Berossus.
Todo un regimiento de personajes que representan cada uno de los matices y características que dan alma a la Legión de los Iron Warriors, y en cuyas manos Graham McNeill es capaz de arrojar una luz de absoluta comprensión a su adhesión a Horus Lupercal.
Después de todo, nadie quiere hacer siempre el trabajo sucio por los demás...
Mientras estos personajes nos presentarán un frente totalmente nuevo y absorbente que nos relatará todo lo que necesitemos saber sobre la IV legión en base a unos personajes más que interesantes, sus compañeros de la III representarán una amenaza constante tanto para su integridad como para su cordura en su periplo al mundo Eldar de Iydris para recuperar el Angel Exterminatus.
En este frente encontramos como protagonista indiscutible a Fulgrim, quién tras los sucesos acontecidos en el libro del mismo nombre y el posterior relato en el que lograba recuperar su propio cuerpo, retoma la cruzada traidora con su propia agenda.
Ahora que tanto él como su legión son plenamente conscientes de los poderes ruinosos, los Emperor's Children se han abocado sin ningún tipo de freno al exultante camino del exceso de los dioses oscuros.
En este caso nos encontramos en este libro con una continuación más que digna de los eventos anteriormente mencionados, que nos muestran a una legión ya totalmente corrupta en una espiral de descenso hacia el más terrible de los males, un camino sin retorno que nos será descrito con todo lujo de detalles por Graham McNeill, quien ya nos maravillo con la novela mencionada.
Por supuesto, las partes protagonizadas por los Emperor's Children nos traeran a los personajes ya de sobra conocidos de Lucius y Fabius Bilis, a quienes a estas alturas ya conocemos de sobras...
Finalmente y como ya mencionábamos anteriormente, tenemos un tercer foco de atención en la novela, que es la tripulación de la Sisypheum, en la que encontramos a todo un regimiento de Iron Hands supervivientes de la batalla de Istvaan V que, tras la muerte de su Primarca Ferrus Manus y con su Capitán criogenizado, se han embarcado en una misión suicida dispuestos a tomar venganza.
En compañía de el silencioso, solitario y único miembro de la Raven Guard a bordo, Nykona Sharrowkyn, y del apotecario se los Salamanders Atesh Tarsa, estos héroes tomarán rumbo al Angel Exterminatus con la finalidad de evitar que los traidores pongan sus manos en un arma potencial y, de ser posible, poner fin para siempre a sus ambiciones.
Sin duda, todo un inicio para lo que en un futuro sería llamado como la Death Watch.
Con un dramatis personae de lo más amplio que nos muestra una y otra vez puntos de vista tan distantes, Graham McNeill hecha mano de toda su maestría novelista para ofrecernos un libro capaz de mantenernos pegados a sus páginas como verdaderos adictos y ponernos los pelos como escarpias. Una historia sobre ambición y deshonor. Una historia sobre traición, decepción y venganza. Una historia sobre unos soldados capaces de mantener su corazón de Hierro al borde del mismísimo abismo.
La responsabilidad de la traducción recae en manos de Juan Pascual Martínez, responsable también en libros anteriores y que, aunque a priori parece realizar un trabajo encomiable, conforme avanza la novela empezamos a ver como comienza a cometer fallos en la narración, consiguiendo que en los diálogos los personajes se respondan a si mismos al confundir sus nombres con los de sus interlocutores, logrando un galimatías que solo se vuelve comprensible gracias al contexto de las escenas.
Sin embargo este es el menor de los males, ya que el fallo más garrafal lo encontramos cuando el libro ya se encuentra cerca de su conclusión, cuando de repente Soltarn Vull Bronn, el Esculpido en Piedra, pasa a ser llamado Tallador de Piedra de forma unilateral e incomprensible.
Sin embargo este es el menor de los males, ya que el fallo más garrafal lo encontramos cuando el libro ya se encuentra cerca de su conclusión, cuando de repente Soltarn Vull Bronn, el Esculpido en Piedra, pasa a ser llamado Tallador de Piedra de forma unilateral e incomprensible.
Por otro lado y como muchos ya sabéis tras haber leído la anterior novela, ahora Timun Mas se encuentra sujeta al criterio de Games Workshop, que en los últimos años ha establecido una serie de criterios muy estrictos sobre que terminos deben y cuales no deben traducirse.
Básicamente esto afecta a casi todos los nombres propios de conceptos, tales como space marines en lugar de marines espaciales o warp en lugar de disformidad, algo que la editorial española se ha visto obligada a acatar.
LA EDICIÓN
Timun Mas nos ofrece el volumen que aquí analizamos en un impecable rústica con solapas de 464 páginas en el ya clásico formato de 14 x 22,5 centímetros de lomo negro que guarda un enorme parecido de maquetación con la edición inglesa original y que respeta el formato ofrecido por el resto de la saga hasta ahora, con una portada que en esta ocasión protagoniza el primarca Perturabo en todo su esplendor enfundado en su armadura táctica dreadnought y empuñando agresivamente su gigantesco martillo Rompeforjas al frente de la VI Legión, con un sonriente Fulgrim al fondo y haciendo frente a los Eldar de Iydris bajo el característico fulgor verde que rodea al mundo. Una ilustración realizada como la inmensa mayoría de las presentadas en esta saga, por el artista Neil Roberts.
Como ya remarcamos en anteriores reseñas, desde el volumen 21º Signus Prime y debido a los nuevos copyright y las órdenes de la propia Games Workshop, la saga pasa a llamarse The Horus Heresy.
Graham McNeill nació en Glasgow, Escocia.
Trabajó durante más de seis años como diseñador de juegos en el estudio de diseño de Games Workshop antes de dedicarse a tiempo completo a la escritura.
Es el autor de toda la saga de los Ultramarines y ha escrito además otras novelas ambientadas en el universo de Warhammer como Heldenhammer, Defensores de Ulthuan o Los dientes de Ursun, entre otras.