Cómic: Reseña de "Batman: El Hombre que Ríe" de Ed Brubaker [ECC Ediciones].

El principe payaso se ha ganado a pulso su fama.

En estos momentos de hecho, se podría decir que goza de una nueva juventud gracias a sus interpretaciones cinematográficas de las que ha goazdo, pero el Joker va mucho más de esto.

De entre todos los villanos de Batman, que demonios, de entre TODOS los villanos jamás creados, el Joker se ha hecho un sitio indeleble e insustituible en la cultura pop, llegando a ser conocido por prácticamente cualquier profano que jamás haya tocado un cómic ni por accidente.

El fenómeno es casi inexplicable. Sin más superpoderes que una conducta sociopata vinculada a su demencia intrínseca, este señor de cara blanca, pelo verde, vestimentas lilas y amplia sonrisa se ha terminado convirtiendo en un icono del cómic que nadie puede pasar por alto.

Pero la clave de dicho éxito no es su elegante forma de vestir o su risa desquiciada: la clave son las buenas historias. Historias que establecen el mito, que lo reafirman y le dan una solidez palpable.

Y eso es lo que encontramos en esta ocasión con El Hombre que Ríe, el nuevo título que ECC Ediciones engloba en su colección Grandes Autores de Batman bajo la autoría del nada despreciable Ed Brubaker, una nueva aproximación de la editorial a recuperar las etapas más destacadas en los 75 años de historia del Caballero Oscuro de Gotham.

En esta ocasión, la historia de Brubaker llega en compañía del dibujante Doug Mahnke, quién le ayuda a reinventar y reestructurar la primera aparición del Joker a lo largo de Batman: The Man Who Laughs, una auténtica joya del noveno arte, una novela gráfica que ECC Ediciones recopila junto a la historia Estaré vigilando, aparecida originalmente en el Gotham Knights núm. 41 y dibujada por Ryan Sook.

Todo un clásico moderno que data de 2005 y nos llega en un precioso cartoné de 80 páginas a todo color que ningún fan del murciélago debería dejar escapar. Un título evidentemente basado en la película El hombre que ríe (1928), en la cual aparece un personaje caracterizado por el actor Conrad Veidt y que fue la inspiración de Bill Finger y Bob Kane para dar la apariencia física definitiva del Joker en el primer número de Batman de 1940.

La primera broma.

Nuestra historia viaja al pasado a una época en la que Batman es poco más que un mito entre los gothamitas, una sombra en la noche con la que el Comisario Jim Gordon ya ha coincidido más de una vez pero con al que aun no ha entablado la amistosa relación que mostrarían mucho más adelante.

En esta época en la que el mito aun se esta formando, una oleada de cadáveres pálidos deformados por una risa demente comienzan ha hacer acto de aparición, sembrando el caos en la jefatura de policía y la confusión en la cueva del Caballero Oscuro.

Esto finalmente propicia la aparición a través de los medios de una extraña figura con apariencia de payaso que amenaza a los corruptos altos círculos de la ciudad, anunciando su primera víctima como uno de los empresarios más pudientes (y corruptos) de la esfera gothamita.

A pesar de la proclamación, ni la policía ni Batman logran impedir la muerte de la víctima, que cae presa de un veneno que entre carcajadas deforma sus rasgos hasta su pletórico fallecimiento.

La primera de toda una cadena de víctimas trae la intranquilidad a sus semejantes y a los civiles de a pie, que observan perplejos como este nuevo criminal enloquecido al que la prensa no tarda en apodar El Joker se cobra una tras otra las vidas de sus blancos como si se tratase de un mal chiste.

Mientras la policía trata de seguir un rastro cada vez más confuso, Bruce Wayne comienza a investigar las características del veneno utilizado, no tardando en asociarlo con los productos tóxicos en los que dió por fallecido a Capucha Roja tiempo atrás.

¿Se trata el Joker de una nueva identidad del supuestamente fallecido genio criminal? ¿O es solo un demente con sed de sangre que actúa sin ningún tipo de agenda o propósito?

¿Cuál es la meta de esta macabra broma y dónde encontrará fin su oleada de asesinatos?

Ed Brubaker nos ofrece en este volumen lo que sin  duda se ha convertido en otra obra de referencia del príncipe payaso, echando mano de la mitología ya establecida en otros títulos de culto como Batman contra el Joker (Batman #1, 1940) y El Hombre tras la Capucha Roja (Detective Comics #168, 1951), ambas escritas por Bill Finger, y convirtiéndose en una reinterpretación mucho más actualizada y moderna de la primera aparición del Joker y primer duelo contra el murciélago.

Una reimaginación que simplemente se convierte en magistral y se asegura un lugar junto a la Broma Asesina en los clásicos must have del némesis por antonomasia del Caballero Oscuro.

A la narrativa que solo podemos tildar de impecable de Brubaker se suma el impecable arte de Doug Mahnke, quién tras verle desatado en estas páginas podemos categorizar como un artista capaz de retratar al Joker en las viñetas como pocos.

Ed Brubaker (n. 17 de noviembre de 1966) es un guionista estadounidense ganador del Premio Eisner. Nació en el Centro Médico Naval Nacional en Bethesda, Maryland.

Es especialmente conocido por su trabajo como guionista de cómics en títulos como Batman, Daredevil, Capitán América, The Immortal Iron Fist, Catwoman, Gotham Central, Sleeper, X-Men: Génesis Mortal,Uncanny X-Men, y The Authority: Revolution, y por ser uno de los encargados en revitalizar el cómic de género negro. Desde 2007 vive en Seattle, Washington.

Doug Mahnke (Arizona, EE.UU.; 1964) Dio sus primeros pasos en el mundo del cómic en 1988, formando equipo creativo con John Arcudi en Dark Horse Presents y The Mask, además de desarrollar la serie de creación propia Major Bummber.

Desde entonces, ha colaborado en numerosos títulos protagonizados por los personajes más populares del noveno arte, destacando Superman, JLA, Batman, Crisis Final y su aportación a la franquicia Green Lantern, donde ejerce como dibujante regular de la cabecera principal.

Ryan Sook (San José, California.) Aunque su primer trabajo profesional como dibujante se publicó en una serie de DC en 1998, sus inicios estuvieron ligados sobre todo a Dark Horse.

En general, es un ilustrador de portadas muy conocido que se prodiga poco en páginas interiores aunque, eso sí, nos haya dejado obras memorables como Siete Soldados: Zatanna o la tira de Kamandi en Wednesday Comics.

Una de sus historias más recientes es Soporte vital, escrita por Damon Lindelof y publicada en Superman núm. 58.