A finales de este mes de junio de 2016, la editorial Ponent Mon daba la bienvenida al verano con la reedición de Barrio Lejano (Harukana machi he 遥かな町へ ), un clásico del manga que luce entre su catálogo con luz propia y que ningún otaku que aprecie la lectura de un cómic japonés debería dejar pasar.
Obra del gran Jiro Taniguchi, autor de El almanaque de mi padre y de El gourmet solitario entre otras, en esta ocasión Ponent Mon nos brinda la oportunidad de disfrutar de una edición definitiva que rebosa calidad por los cuatro costados: un impresionante cartoné de 170 x 240 mm en cuyo interior encontramos de forma integra toda la historia a lo largo de 408 páginas, las ocho primeras a todo color, y por supuesto una nueva portada.
Aunque anteriormente el manga ya fue publicado en nuestro país por la editorial en dos tomos (2003) y en una edición integral (2012) con sentido de lectura japonés, sin duda con semejante volumen nos quedamos sin palabras y sin excusas para adquirirlo, convirtiéndose en una edición de lujo de las que cada vez proliferan más en nuestro país, y para la que por supuesto contamos con el estupendo trabajo de traducción de Keiko Suzuki y M. Barrera.
Un buen trabajo únicamente enturbiado por la mala elección tipográfica al plasmar los diálogos de nuestros personajes en la aborrecida Comic Sans y por haber utilizado de nuevo el sentido de lectura occidental (aún sabiendo que esto es por expresa voluntad del autor)... pero fácilmente podemos perdonar esta transgresión una vez nos sumergimos en la inolvidable historia de Hiroshi Nakahara.
¿Quién no ha pensado nunca en revivir el pasado para corregir errores o cambiar algunas decisiones cruciales? ¿Esto cambiaría a mejor tu vida o las de aquellos que te rodean? ¿O las consecuencias de tus nuevos actos resultarían ser incluso peores? Ahora un hombre tiene la oportunidad de descubrirlo…
La historia nos presenta a Hiroshi Nakahara, un padre de familia de cuarenta y ocho años que durante un viaje de trabajo que le aleja de Tokyo, dónde vive con su mujer y sus dos hijas, termina de forma fortuita tomando un tren que conduce a la lejana población de Kurayashi, dónde vivió su infancia y adolescencia.
Confuso por el extraño destino que le llevo hasta ese lugar y tras un largo paseo que le muestra cuanto ha cambiado dicho lugar, Nakahara decide visitar la tumba de su madre para presentar sus respetos. Sin embargo, cuando abre sus ojos, Nakahara se encuentra en un cuerpo mucho más pequeño vestido con un uniforme de secundaria y bambas.
Por algún motivo que no es capaz de discernir, su mente adulta y madura se ha visto catapultada al lejano pasado de sus catorce años, con todos sus recuerdos y conocimientos de adulto intactos.
Incapaz de encontrarle algún sentido a una situación que inicialmente atribuye a un sueño incosciente, Nakahara regresa con su familia, solo para encontrar a aquella familia feliz que ya prácticamente había llegado a olvidar.
Sin embargo, la experiencia comienza a alargarse más de lo esperado, y como un hombre adulto atrapado de nuevo en su infancia, Nakahara comienza a vivir de nuevo sus jóvenes años, descubriendo que gracias a su mente madura es capaz de cambiar por completo sus vivencias y lo que le rodea.
El muchacho pronto destaca en las asignaturas del nuevo curso de secundaria, comienza ha hacer amistades que jamás surgieron en el pasado e incluso entabla una nueva relación amorosa, en este caso con la chica más popular del colegio.
Viendo como sus acciones comienzan a modificar el destino, nuestro protagonista comienza a plantearse si debería continuar con su vida como siempre y regresar con su mujer y sus hijas o si debería aprovechar la oportunidad y cambiar una vida en la que terminó siendo solo otro adulto que se conforma con lo que le rodea.
Y más allá de ello, estas nuevas decisiones le plantean que. quizá, sea capaz de impedir el abandono del hogar al que se vio sometido su familia cuando su padre los dejo sin mirar atrás y sin motivos aparentes.
Bajo este planteamiento tan diferente al que podríamos encontrar en otra historia en la que quedarán mezclados los viajes por el tiempo, Jiro Taniguchi nos muestra una trama de corte costumbrista en la que Hiroshi vivirá en un constante debate ante las segundas oportunidades que le rodean, mientras se arroja en un periplo con el único motivo de descubrir las motivaciones que llegaron a su padre a dejar atrás a todos sus seres queridos.
Como es habitual en la obra de Taniguchi, nos hayamos ante una novela gráfica de pilares sólidos, dibujo de corte clásico y personajes definidos que, dejando de lado cualquier otro pormenor, logran que la historia gire completamente en torno a ellos, sus sentimientos y sus motivaciones, dejando tras de si toda una serie de dudas para nuestros corazones.
¿Llegamos a ser aquello que realmente anhelábamos? ¿En algún momento nuestras decisiones o nuestros sueños cambiaron en base a nuestro entorno y limitaciones?
Y si se nos diese la oportunidad.... ¿Estaríamos dispuestos a cambiarlo?