Cómic: Reseña de "Superman/Batman: Los mejores del mundo" [ECC Ediciones]

A día de hoy, los crossovers entre personajes es algo muy habitual. Flash sale en Green Arrow, Spiderman se une a los Vengadores y Lobezno aparece en todos lados, sin embargo, hace unos años eso era algo realmente extraordinario, y lo era aún más cuando no había tantos héroes sobre papel impreso. En aquella época en la que Batman y Superman eran los que reinaban en este sector Dave Gibbons decidió unirlos y crear una aventura que trascendería por muchos años.

Estamos hablando de una serie de volúmenes, que allá en 1941 se lanzaron bajo en nombre de World’s best comics, aunque ese título no debió de cuajar ya que a partir del número dos, la cabecera de la serie cambió su denominación por el de World’s finest comics. Serie que a día de hoy sigue en activo y que nos relata de la forma más clásica y pura las aventuras del dúo formado por Superman y Batman.

Siendo así, el volumen que hoy tenemos en nuestras manos, titulado Superman/Batman: Los mejores del mundo, es la nueva edición de este clásico, obra de Dave Gibbons y Steve Rude que incluye las 3 primeras historias publicadas allá en 1990 así como con varios extras entre los que encontramos notas sobre la historia y el apartado gráfico, bocetos y portadillas. ECC Ediciones se han encargado de editarlo con un bonito formato en Cartoné compuesto de 176 páginas a color que fue lanzado el pasado mes de Marzo de 2016 con un precio de 17,95€
Autores:
Dave Gibbons: artista y escritor británico que comenzó su carrera en 1973, contribuyendo con el cómic 2000 AD. Ha dibujado cómics de personajes como Batman, Superman, Dr. Who, Dan Dare y otros. En 1982 empezó a dibujar la serie de Green Lantern, pero no fue hasta que colaboró con Alan Moore en la famosa serie de Watchmen para la editorial DC Comics entre los años 1986 y 1987, que se le conoció formalmente, y por la que obtuvo un Premio Hugo. Continuó ganando premios con trabajos como: la saga de Martha Washington al lado de Frank Miller; escribiendo World's Finest, ilustrado por Steve Rude y recientemente colaboró con Stan Lee en la serie DC's Just Imagine con Linterna Verde.

Steve Rude: artista estadounidense de cómics que asistió a la Escuela de Arte y Diseño de Milwaukee. Su primer trabajo fue en 1981 cuando junto al escritor Mike Baron crearon Nexus, un cómic independiente de ciencia ficción. Su primer trabajo para DC Comics apareció en Tales of the Teen Titans en 1984, posteriormente colaboró con el escritor Dave Gibbons en la miniserie World's Finest para DC en 1990. Rude regresó a DC Comics en 2013 realizando el one-shot Before Watchmen: Dollar Bill


Superman/Batman: Los mejores del mundo
Aunque Gotham y Metropolis sean dos ciudades muy cercanas, entre ellas se encuentra Midway, una pequeña población, tierra de nadie, sin héroes que la protejan. Sin embargo, es en esta ciudad entre dos mundos donde se conocen por primera vez Clark Kent y Bruce Wayne, en la fiesta celebrada para inaugurar el nuevo orfanato de la ciudad. Pero no solo ellos acudirán a la cita que les brinda este pequeño pueblo, a ella también acudirán Lex Luthor y el Joker, quienes trazarán un pequeño plan a gusto de ambos. Luthor ambicioso por más terreno y posesiones extenderá sus garras a través de Midway hasta Gotham, mientras que el Joker, cansado del murciélago, buscará unas cálidas y divertidas vacaciones en Metropolis.

La sorpresa será mayúscula cuando nuestros dos protagonistas se encuentran a sus némesis fuera de lugar. Desde luego cuando Batman corre a sofocar un incendio en Gotham no espera encontrarse que el causante de dicho tumulto sea nada más y nada menos que maquinaria de demolición de Lexcorp, al igual que Clark pondrá cara de sorpresa cuando encuentre al Joker y su cuadrilla generando el pánico, o más bien las risas en mitad de Metropolis.


Con un panorama tan desalentador por delante y sabiendo que por separado más bien poco pueden hacer, Clark y Bruce volverán a encontrarse de nuevo en el orfanato de Midway para charlar de temas interesantes. Como por ejemplo que ya iba siendo hora que un periodista del Daily Planet se pasara por Gotham para informar sobre los pobres y desvalidos que allí residen. O que no estaría mal que el presidente de industrias Wayne realizara un estudio comparativo sobre la gente sin hogar de metrópolis. Así pues, está decidido. Batman en Metropolis y Superman en Gotham.

Sin embargo ambos héores no tardarán en darse cuenta de que las ciudades están peor de lo que pensaban, y peor seguirán cuando el mismo orfanato en el que estaban hace poco haya sido comprado por el mismo Lex Luthor, al igual que los terrenos en ambas ciudades, tanto Gotham como Metropolis, donde el empresario planea extender sus garras y eliminar a todos aquellos que se interpongan en su paso.

Lástima que para detenerle estén Superman y Batman, quienes demuestren que esos negocios son más sospechosos de lo que arecen, no solo por incitar al desalojo de ciudadanos, sino incluso por falsificar certificados de defunción.


Esta historia de cambio de ciudades engloba solamente los dos primeros capítulos, quedando el tercero de ellos como una historia, no totalmente aparte, pero si más diferenciadas del resto, en la que nuestros protagonistas volverán a unir sus fuerzas para detener los planes del Joker y Luthor el día de navidad.


El cómic parte con la premisa de que tanto Batman como Superman aunque conocen la existencia del otro nunca han entablado una conversación casual, por lo que está bien podría ser su primera aventura juntos. Una idea tan sencilla está perfectamente explotada en este volumen, gracias a las conversaciones, las miradas y las apariciones de ambos personajes en la ciudad natal del otro. De esta forma, sin llega a analizar demasiado a ninguno de los dos y con un tonto más descafeinado y divertido, Gibbons nos ofrece una historia sencilla y versátil con la que comenzar en el apartado de los crossovers.

Lo que, si se nota muchísimo nada más empezar a leer el volumen, es que, aunque no se vaya a profundizar en los personajes como tal, sí que se va a tratar su dualidad como un referente, una forma de crear contraste ente la luz y la oscuridad, Metropolis y Gotham. Aunque eso sí, en este punto de la historia de los superhéroes Batman todavía no era un elemento tan oscuro como lo es ahora, por lo que en el cómic tiene una faceta más detectivesca, de intrigas y misterios.


Y siguiendo con elementos que unen a nuestros dos héroes, así como a la historia es el hecho de que sean huérfanos, teniendo que salvar un orfanato de las garras de Lex Luthor, quien a su vez terminó también huérfano. Con semejante trasfondo podríamos haber esperado un comic más triste o contundente, sin embargo, nada más alejado de la realidad. Aquí Gibbons nos muestra lo mejor que tiene en la chistera ofreciéndonos una historia entretenida, divertida y con ciertos elementos muy cartoons gracias a personajes como el Joker y sus secuaces.

Lo único que lamento del volumen realmente es que la trama no de realmente para los tres capítulos con los que cuenta, ya que apenas llegado a la mitad del segundo ya casi parece que se ha solucionado, quedando el tercero relegado a un número que bien podría pasar por autoconclusivo. Pese a todo, la forma de organizarlo ya es acertada, porque aunque este tercer capítulo quede relativamente suelto, Gibbons sabe unirlo al resto de la historia gracias a la aparición de los dos enemigos, El Joker y Lex Luthor, quienes vuelven a hacer de las suyas de la misma forma que lo hicieron anteriormente.


En cuanto al trabajo de arte en este cómic, el realizado por Steve Rude, se siente totalmente en consonancia con la historia, encontrando un volumen único gracias a la mezcla de los dos estilos, pero que a la vez es cercano y divertido con ese dibujo tan de la época, mezcla de arte y cartoon que tan buenos recuerdos trae.

Personalmente me ha encantado el uso de los dos tipos de dibujo, uno para los recuerdos, más dramáticos, en sepias y sin apenas líneas definidas, en contrate con el clásico de las viñetas donde encontramos a nuestros héroes de colores saturados y fondos repletos de detalles.

Los personajes están muy bien detallados y aunque quizás Batman sea el que pierda más encanto al contar con un traje más sencillo, todos están maravillosamente presentados, quizás el que más El Joker, quien, con su camiseta a rayas y sus gafas de sol hace más de un chiste muy bien contado.


En conclusión, nos encontramos ante un cómic mítico, de esos que siempre sacan una sonrisa cualquier día que abras una de sus páginas. Es divertido, hilarante y esplendido, capaz de recordarnos el porque nos gustaban tanto esta pareja de superhéroes y por qué estos dos villanos son sus némesis. Desde entonces los héroes han cambiado mucho, sufrido éxitos y declives, pero con inicios tan espectaculares como este, hay pocos.