Este pasado 29 de abril, la Editorial IVREA nos traía una nueva entrega del cada vez más longevo manga Nisekoi (ニセコイ), manga original de Naoshi Komi, un nuevo tomo que nos acerca cada vez más a la regularidad japonesa, que en estos momentos se encuentra en su 22ª entrega.
Este manga shonen de toque romántico y que claramente podemos catalogar como harem (solo hay que echar un vistazo a todas las mozas de la cubierta) comenzó su publicación en Japón en noviembre de 2011 en las páginas de la popular revista de cadencia semanal Shōnen Jump, continuando imparable hasta hoy y convirtiéndose en uno de los títulos de cabecera de la revista.
La serie tras una gran acogida terminó siendo adaptada en enero de 2014 por el estudio Shaft a un anime de 20 episodios que recibió una segunda temporada de 12 capítulos en primavera de 2015.
Editorial IVREA lanzó el primero de sus volúmenes en nuestro territorio en agosto de 2013, y hasta el día de hoy nos ha mantenido enganchados a los enredos de Raku Ichijo, que continúan en este vigésimo volumen recopilando los capítulos 171 a 179, lo que la convierte en la comedia romántica más longeva de la Jump... ¡Ahí es nada!
Como es habitual, primero ubiquémonos un poco para todos los nuevos en la serie de forma en que puedan entender de que estamos hablando.
La historia de Komi nos presenta al joven estudiante de bachillerato Raku Ichijou, un muchacho que por suerte o por desgracia es hijo del líder de una banda Yakuza.
Sin comerlo ni beberlo, termina siendo la excusa para que su clan y la recién llegada al pueblo mafia americana no se maten, cuando sus padres deciden comprometerlo de cara a los dos grupos de criminales con Chitoge Kirisaki, hija de otro líder rival.
De esta forma dos adolescentes que no se aguantan se ven obligados a fingir en público un noviazgo no deseado, algo que complica totalmente la vida de Raku, quién está locamente enamorado de su compañera Kosaki Onodera.
Con todo esto ya tenemos montado un triangulo amoroso, pero la vuelta de tuerca llega en base a una promesa realizada por Raku a una chica durante su infancia: el recibió un colgante que sólo puede ser abierto por la llave que ella guarda. Y por supuesto, Ichijo ya no tiene ni idea de quién es esta chica.
Pero resulta que no solo hay una llave...
Onodera tiene una, Kosaki otra, y pronto sus amigas de la infancia Marika (hija del jefe de policia) y Yui (actual líder de las triadas) aparecen con otras. Un buen montón de llaves que le dan a todas el posible estatus de la chica de una promesa que nadie recuerda cual era.
Y a esto podemos sumar más chicas que se suman a la cola amorosa de Ichijo, como Haru Onodera (la hermana pequeña de Kosaki) o Tsugumi (la guardaespaldas de Chitoge).
Todo un reparto dispuesto a amar a Ichijo, o a matarlo...
VOLUMEN #20: ORDEN
El volumen empieza realmente fuerte continuando con la historia que había quedado a medias en el tomo anterior, que nos dejaba a Marika Tachibana y Raku Ichijo varados en una isla desierta del archipiélago de Kiribati después de que la obsesiva hija del jefe de policía secuestrara al pobre Raku.
¿El motivo? Poder ver junto a su amado el amanecer del primer día del año nuevo en el lugar dónde este aparece por primera vez. Toda una idea muy romántica, si no fuera por que Marika está loca y para ello secuestró de su cama al muchacho, lo cual entre otras peripecias termino con los dos abandonados en una isla desierta a la espera de que Honda venga a su rescate.
Tras haberse desplomado a causa de su mala salud, en este nuevo capítulo seguiremos viendo a la pareja tratando de sobrevivir contra los elementos e intentando, por todos los medios, ver ese primer amanecer del año...
Una vez superadas estas pruebas, veremos de regreso a Bonyari con nuestros protagonistas la obligada visita al templo por el primer día del año, en el que además de ver preciosas a todas las chicas de nuestra historia, veremos un nuevo episodio de narcolepsia cuando pillen una turca innombrable tras probar el licor amakaze, lo que las llevará a una conducta muy poco decorosa con el pobre Ichijo.
En serio, después de emborracharse con unos bombones de whisky, esto llega a parecer hasta normal.
Pasado este terrorífico episodio, se nos presentará una Chitoge que, tras haberse prometido ser mucho más proactiva para conseguir el amor de su cari, decidirá enfocar su cita con Ichijo en base a una serie de planes que deberían conquistar al chico sí o sí, con todo preparado para que sea de su agrado... Lastima que eso haga que ella, entre otras cosas, se quede sopa.
Una cita que terminará con una sentencia que dejará a Ichijo patadifuso...
Finalmente, el protagonismo recaerá en la profesora Yui que, al cumplir 20 años, celebrará por todo lo alto una fiesta con sus amigos de la infancia, la yakuza y la mafia china. Pero al convertirse en una adulta, no todo son celebraciones...
Su guardaespaldas Ie se presentará ante ella para amenazara con que, si en un plazo de una semana no conquista a Raku Ichijo, deberá aceptar una propuesta de matrimonio como exige su puesto de líder de la triada.
Naoshi Komi continúa después de la friolera de veinte volúmenes con la energía y la gracia que aún mantenía en los primeros, poniendo a Raku cada vez en situaciones más comprometidas de las que, siempre por algún extraño recurso que el autor se saca de la manga, consigue salir indemne.
La historia continúa dando pequeños pasos hacia lo que parece que va a ser un avance absoluto en la historia pero que siempre, debido a cualquier recurso, termina quedando una vez más estancado, siempre dejando a nuestro protagonista en medio de la misma situación una y otra vez.
Resulta alucinante la capacidad de inventiva del mangaka para siempre conseguir volver a la casilla de salida, pero por esta vez y en este tomo, veremos que al fin las chicas parece ponerse agresivas, encabezadas por una Yui que, sin dudarlo, pondrá en esta ocasión toda la carne en el asador.
En cuanto al grafismo del que goza el tomo, es como siempre exquisito.
Aunque podemos recriminarle a Komi que cuando le cambia el peinado a una de las pretendientes morenas de Ichijo no tenemos no puta de quién es, hay que reconocer que es capaz de dotarlas a todas de unas expresiones preciosas que hacen que simplemente, nos enamoremos de lo monas que son y nos quedemos embobados mirando esas viñetas en las que aparecen sonrojadas.
Y cuando están borrachillas de una forma totalmente gratuita y enfocada al fanservice más absoluto, nos morimos de amor.
A destacar también su fantástico nivel de detalle, del que hace especial parangón en los modelitos que luce Yui durante su cumpleaños, dónde el autor deja a su pluma libre por las viñetas para dejarnos boquiabiertos.
Sin más nos quedamos sabiendo que en Japón ya hay un par de tomos más y nos preguntamos si, algún día, Ichijo dará un paso al frente.
Este manga shonen de toque romántico y que claramente podemos catalogar como harem (solo hay que echar un vistazo a todas las mozas de la cubierta) comenzó su publicación en Japón en noviembre de 2011 en las páginas de la popular revista de cadencia semanal Shōnen Jump, continuando imparable hasta hoy y convirtiéndose en uno de los títulos de cabecera de la revista.
La serie tras una gran acogida terminó siendo adaptada en enero de 2014 por el estudio Shaft a un anime de 20 episodios que recibió una segunda temporada de 12 capítulos en primavera de 2015.
Editorial IVREA lanzó el primero de sus volúmenes en nuestro territorio en agosto de 2013, y hasta el día de hoy nos ha mantenido enganchados a los enredos de Raku Ichijo, que continúan en este vigésimo volumen recopilando los capítulos 171 a 179, lo que la convierte en la comedia romántica más longeva de la Jump... ¡Ahí es nada!
Como es habitual, primero ubiquémonos un poco para todos los nuevos en la serie de forma en que puedan entender de que estamos hablando.
La historia de Komi nos presenta al joven estudiante de bachillerato Raku Ichijou, un muchacho que por suerte o por desgracia es hijo del líder de una banda Yakuza.
Sin comerlo ni beberlo, termina siendo la excusa para que su clan y la recién llegada al pueblo mafia americana no se maten, cuando sus padres deciden comprometerlo de cara a los dos grupos de criminales con Chitoge Kirisaki, hija de otro líder rival.
De esta forma dos adolescentes que no se aguantan se ven obligados a fingir en público un noviazgo no deseado, algo que complica totalmente la vida de Raku, quién está locamente enamorado de su compañera Kosaki Onodera.
Con todo esto ya tenemos montado un triangulo amoroso, pero la vuelta de tuerca llega en base a una promesa realizada por Raku a una chica durante su infancia: el recibió un colgante que sólo puede ser abierto por la llave que ella guarda. Y por supuesto, Ichijo ya no tiene ni idea de quién es esta chica.
Pero resulta que no solo hay una llave...
Onodera tiene una, Kosaki otra, y pronto sus amigas de la infancia Marika (hija del jefe de policia) y Yui (actual líder de las triadas) aparecen con otras. Un buen montón de llaves que le dan a todas el posible estatus de la chica de una promesa que nadie recuerda cual era.
Y a esto podemos sumar más chicas que se suman a la cola amorosa de Ichijo, como Haru Onodera (la hermana pequeña de Kosaki) o Tsugumi (la guardaespaldas de Chitoge).
Todo un reparto dispuesto a amar a Ichijo, o a matarlo...
VOLUMEN #20: ORDEN
El volumen empieza realmente fuerte continuando con la historia que había quedado a medias en el tomo anterior, que nos dejaba a Marika Tachibana y Raku Ichijo varados en una isla desierta del archipiélago de Kiribati después de que la obsesiva hija del jefe de policía secuestrara al pobre Raku.
¿El motivo? Poder ver junto a su amado el amanecer del primer día del año nuevo en el lugar dónde este aparece por primera vez. Toda una idea muy romántica, si no fuera por que Marika está loca y para ello secuestró de su cama al muchacho, lo cual entre otras peripecias termino con los dos abandonados en una isla desierta a la espera de que Honda venga a su rescate.
Tras haberse desplomado a causa de su mala salud, en este nuevo capítulo seguiremos viendo a la pareja tratando de sobrevivir contra los elementos e intentando, por todos los medios, ver ese primer amanecer del año...
En serio, después de emborracharse con unos bombones de whisky, esto llega a parecer hasta normal.
Pasado este terrorífico episodio, se nos presentará una Chitoge que, tras haberse prometido ser mucho más proactiva para conseguir el amor de su cari, decidirá enfocar su cita con Ichijo en base a una serie de planes que deberían conquistar al chico sí o sí, con todo preparado para que sea de su agrado... Lastima que eso haga que ella, entre otras cosas, se quede sopa.
Una cita que terminará con una sentencia que dejará a Ichijo patadifuso...
Finalmente, el protagonismo recaerá en la profesora Yui que, al cumplir 20 años, celebrará por todo lo alto una fiesta con sus amigos de la infancia, la yakuza y la mafia china. Pero al convertirse en una adulta, no todo son celebraciones...
Su guardaespaldas Ie se presentará ante ella para amenazara con que, si en un plazo de una semana no conquista a Raku Ichijo, deberá aceptar una propuesta de matrimonio como exige su puesto de líder de la triada.
Naoshi Komi continúa después de la friolera de veinte volúmenes con la energía y la gracia que aún mantenía en los primeros, poniendo a Raku cada vez en situaciones más comprometidas de las que, siempre por algún extraño recurso que el autor se saca de la manga, consigue salir indemne.
La historia continúa dando pequeños pasos hacia lo que parece que va a ser un avance absoluto en la historia pero que siempre, debido a cualquier recurso, termina quedando una vez más estancado, siempre dejando a nuestro protagonista en medio de la misma situación una y otra vez.
Resulta alucinante la capacidad de inventiva del mangaka para siempre conseguir volver a la casilla de salida, pero por esta vez y en este tomo, veremos que al fin las chicas parece ponerse agresivas, encabezadas por una Yui que, sin dudarlo, pondrá en esta ocasión toda la carne en el asador.
En cuanto al grafismo del que goza el tomo, es como siempre exquisito.
Aunque podemos recriminarle a Komi que cuando le cambia el peinado a una de las pretendientes morenas de Ichijo no tenemos no puta de quién es, hay que reconocer que es capaz de dotarlas a todas de unas expresiones preciosas que hacen que simplemente, nos enamoremos de lo monas que son y nos quedemos embobados mirando esas viñetas en las que aparecen sonrojadas.
Y cuando están borrachillas de una forma totalmente gratuita y enfocada al fanservice más absoluto, nos morimos de amor.
A destacar también su fantástico nivel de detalle, del que hace especial parangón en los modelitos que luce Yui durante su cumpleaños, dónde el autor deja a su pluma libre por las viñetas para dejarnos boquiabiertos.
Sin más nos quedamos sabiendo que en Japón ya hay un par de tomos más y nos preguntamos si, algún día, Ichijo dará un paso al frente.