Manga: Reseña de "Las Flores del Mal - Aku no Hana" (惡の華) vol. #9 [Norma Editorial].

Con las novedades de abril de 2016, Norma Editorial lanzaba el noveno número de Las Flores del Mal, titulada originalmente Aku no Hana (惡の華), un aclamado thriller psicológico con una historia tan terrible como perturbantemente realista, una obra dedicada por su autor, tal y como pone en la solapa, a todos aquellos que hayamos tenido una adolescencia difícil.

Una apuesta por una obra de tono adulto y bizarro en la linea manga de la Editorial, donde se muestra lo peor de lo que la humanidad lleva en su interior, y que en esta ocasión consta de 192 páginas en blanco y negro, encuadernada en la clásica rústica con solapas característica de los tankoubon japoneses.

La colección, obra original de Shūzō Oshimi (押見 修造), cuenta con 11 volúmenes que empezaron a publicarse en 2009 bajo el sello Kodansha, dándose por finalizada el pasado mayo 2014.
A España nos llega de la mano de Norma Editorial, en una edición respetuosamente gemela a la original nipona.
Pongámonos un poco en retrospectiva...

La historia la protagoniza Takao Kasuga, un estudiante aficionado a la lectura - adicto a la antología de poemas de Charles Baudelaire titulada "Les fleurs du mal (Las flores del mal)" que se encuentra enamorado de su bella compañera de clase Nanako Saeki.

Un día cualquiera en un ataque de pánico Takao termina llevándose el uniforme de gimnasia de Saeki a su casa, provocando que al día siguiente corra la leyenda de que un pervertido está robando la ropa de las alumnas.

Esta desafortunada cadena de eventos se acentúa cuando Sawa Nakamura, una chica antisocial con una conducta totalmente psicótica conoce el secreto de Takao, y aprovecha la situación para hacerle caer en una espiral de chantajes que impulsan al muchacho a cometer cada vez actos más graves bajo sus órdenes.

Pronto la propia Saeki se ve afectada y se obsesiona con Takao, y Takao con la retorcida Nakamura, disparando una cadena de eventos que arruina la vida de todos ellos.

A continuación nuestra historia da un salto en el tiempo y el espacio, alejándonos de aquella época. Ahora Kasuga vive en otra ciudad y asiste a otro instituto, dónde su vida se ha convertido en un insípido suceder de momentos sin sentido alguno.

Pero esta insípida vida cambia cuando comienza a involucrarse con la bella Tokiwa, la muchacha más atractiva y popular  de su curso, quién en secreto también es aficionada a la lectura y sueña con escribir su propia novela...

Y ahora, en las Flores del Mal.

Tras el enfrentamiento entre Tokiwa y su pareja Koji, y el reencuentro con Saeki, Takeo comienza a caer en una nueva espiral de sombra en la que decide volver a recluirse en si mismo, mostrándose frío con Tokiwa.

Las palabras de Saeki han calado mucho más profundo de lo que Takeo esperaba, y la posibilidad de hacer infeliz a Tokiwa le carcome por dentro, negándose a convertirla en un reemplazo de Nakamura en su vida.

Sin embargo, esta actitud pronto comienza a volverse en su contra cuando nuestro protagonista se entera de que la pareja vuelve a estar junta y al hacer frente a una Tokiwa que, en respuesta a lo sucedido, comienza a distanciarse de él, decidiendo tomar su propio camino para la elaboración de su novela.

Una actitud que pronto despierta algo nuevo en el interior de Takeo, una marabunta de sentimientos imparables que le instan a, al fin, dar un paso adelante y enfrentarse a su asquerosa vida. Un sentimiento que le empuja, al fin, a un acto de valor para reconocer lo que siente e ir a por la preciosa Tokiwa.

Este nuevo paso otorgará a Takeo todo lo que necesitaba, instándole a emerger al fin al terrible foso al que cayó en la secundaria y, al fin, reconciliarse con su vida y de paso con sus padres, quienes ya le daban por perdido... algo que podemos ver con un prosaico Tadaima que pone los pelos de punta de la emoción...

Sin embargo, los problemas de Takeo están lejos de finalizar...
Pronto Tokiwa empezará ha hacer preguntas sobre su pasado cuando vivía en Gunma, ofreciendole una visita a un pueblo natal al que él en absoluto desea regresar...

Pero el destino es cruel, y pronto moverá sus hilos para propiciar un inevitable regreso a donde empezó toda la pesadilla de Takeo, Saeki y Nakamura...

Una pesadilla para la que, quizá, Takeo al fin esté preparado...

Shūzō Oshimi nos introduce poco a poco a este cambio de escenario, en el que el primer arco de Nakamura da paso a una historia que parece mucho más normal, pero que con la reaparición de Saeki nos deja claro que tiene mucho más que ofrecernos.

La mezquina y absolutamente cruel historia en la que sus personajes caían cada vez más a un pozo más hondo aun nos deja confusos, esperando a que en cualquier momento Nakamura haga de nuevo su aparición y vuelva a dar la vuelta del revés al mundo de Takeo.

A todas estas páginas de maldad las acompaña un dibujo que cada vez aparece más elaborado, cautivándonos y a la vez mostrándonos la maldad más pura en unas viñetas que, trazo a trazo y página a página se están tornando más elaboradas.