Este pasado febrero de 2016 nos llegaba de la mano de ECC Ediciones la ansiada edición de lujo de Punk Rock Jesus (Punk Rock Jesus: Deluxe edition USA), una obra que anteriormente ya nos ofrecía la editorial en su edición rústica que regresa para hacer felices a todos los que ya disfrutaron de esta obra y, de paso, sorprender a todos aquellos que aun no la han leído.
Escrita e ilustrada por el gran Sean Murphy - a quién recientemente pudimos ver a cargo de los lápices de The Wake (El Resurgir) - encontramos una novela gráfica impactante e introspectiva que, repleta de controversia, nos narra una historia que no deja indemne a nadie, ahora además acompañada de un amplio centenar de páginas repletas de extras y bonus, entre los que hayamos scripts, bocetos, portadillas y todo el arte recopilado en el trabajo realizado por el autor para esta revolución de papel y tinta.
Un espectacular y agradecido cartoné de 386 páginas en Blanco y Negro que parece sacado de la imprenta del mismísimo mesías.
El segundo advenimiento.
La historia de Sean Murphy nos transporta a un demasiado cercano futuro dónde Slate, un magnate del espectáculo, propone el reality show definitivo dispuesto a arrasar con todos los records de audiencia: J2, una suerte de gran hermano en el que se creará un clon genético de Jesucristo a partir del ADN extraído del sudario sagrado y a través del cual el público podrá presenciar la llegada y crecimiento del nuevo mesías cristiano.
Por supuesto las masas reaccionan rápidamente y la controversia entre el público religioso y el pragmático pronto entra en llamas, representado principalmente por la agresiva NCA (nuevos cristianos americanos), totalmente opuestos al programa.
Sin embargo, todas estas respuestas son solo más leña al fuego y el proyecto es llevado adelante, implantando el ADN en el útero de una madre adolescente virginal, elegida y operada estéticamente bajo órdenes directas de Slate y finalmente dando a luz en directo al clon.
Así llega al mundo el hijo de Gwen Fairling, un joven llamado Chris que automáticamente se convierte en estrella mediática, retransmitiendo toda su vida al más puro estilo Show de Truman a miles de millones de espectadores fieles.
Pero este reality show definitivo tiene una sombra demasiado larga. Bajo la déspota dirección de Slate, Gwen Fairling cae en una depresión de la que es incapaz de recuperarse, y Chris es moldeado al gusto del público, siendo educado bajo doctrinas fundamentalistas en una isla lejos de la civilización, lo cual le aleja por completo de sus semejantes y acentúa en Gwen el sentimiento de ser una mala madre.
El único apoyo que tanto Gwen como Chris encuentran es el propio jefe de seguridad, Thomas McKael, católico ferviente y ex-agente del IRA que busca la redención en la protección del nuevo salvador hecho a medida por la televisión corporativa.
Con esta premisa, Sean Murphy nos arroja a una historia de lo más personal, una crítica absoluta a la agresiva manipulación de los avariciosos medios de comunicación y al fanatismo religioso sin abandonar una clave de imparcialidad que jamás abandona sus páginas.
Unas páginas que además de contar con un arte precioso profundiza de una forma sinuosa y simplemente perfecta en unos personajes repletos de humanidad que encandilan al lector de una forma que pocos autores logran, desde la evolución paulatina del tímido Chris infante al rebelde adolescente ateo y punk en el que acaba convirtiéndose a la trágica historia de Gwen y McKael, repleta de detalles que hacen que el corazón se estremezca.
Una obra que solo puede calificarse de perfecta, a la que se añade la habilidad de Murphy de dotar sus viñetas con un ritmo que provocan que su arte secuencial pueda compararse al cine de acción más trepidante.
Sin lugar a dudas, totalmente recomendable.