El pasado diciembre de 2015 ECC Ediciones hacía honor al 75 aniversario del velocista escarlata con la publicación de una novela gráfica que ninguno de sus seguidores debería dejar escapar.
Flash: Renacimiento nos trae lo que en su momento fue un regreso más que esperado, devolviendo a la continuidad del Universo DC (pre New 52) de Barry Allen, un personaje que ha dado muchísimo que hablar a lo largo de la historia.
No en vano, el bueno de Barry dio pie a la Edad de Plata en Showcase núm. 4, el que nos presentó el Multiverso en The Flash núm. 123 y el que contribuyó a fundar la Liga de la Justicia en The Brave and the Bold núm. 28, y ahora goza de una renovada y justificada fama gracias a la actual serie de televisión que protagoniza.
Ahora ECC Ediciones nos brinda la oportunidad de volver ha disfrutar de este momento gracias a un precioso volumen en cartoné, en cuyas 168 páginas a color podemos encontrar la totalidad de la miniserie The Flash: Rebirth núms. 1 a 6, un hito en la novela gráfica que surgió de la unión de dos genios del medio: Geoff Johns y Ethan Van Sciver, el increíble equipo creativo de la aplaudida Green Lantern: Renacimiento
El Hombre más Rápido Vivo.
Cuando hablamos de Barry Allen hablamos de todo un icono del cómic de Superhéroes. Como ya hemos comentado unas línea más arriba, el dio pie a conceptos que más adelante estarían en el vocabulario de todo lector de DC Comics, tales como Edad de Plata, Liga de la Justicia ó Multiverso.
Barry ha protagonizado algunas de las mejores historias de los enmascarados, y ha estado presente en la mayoría de eventos críticos que han dado forma al amplio universo DC. Sería en uno de estas crisis, concretamente en la inolvidable Crisis en Tierras Infinitas, cuando el velocista dejaría a todos sus amigos en un sacrificio que transfiguraría todo lo conocido, dejando su legado en las buenas manos de Wally West.
No sería hasta años después durante otro macroevento llamado Crisis Infinitas que se cerraría el círculo, devolviendo a los lectores al viejo Barry Allen para regocijo de todos - sin querer quitar crédito al genial Wally west que tan buenas aventuras nos dio en su ausencia.
Sin embargo, recién emergido de la Fuerza de la Velocidad, el hombre más rápido del mundo no encuentra su lugar en el mundo. A diferencia de lo que pasara con el necesitado Hal Jordan tras su renacimiento, Barry se siente innecesario en un mundo que ha sabido avanzar sabiamente sin él.
Con el manto de Flash a buen recaudo bajo su sobrino político Wally West, el héroe no encuentra ningún motivo para ser el único velocista conocido que ha logrado escapa de la Fuerza de la Velocidad una vez dentro.
Sin un propósito evidente, Allen decide enfocarse en resolver el único misterio que se le escapó durante su vida anterior: el asesinato de su madre.
Pero sus planes se ven truncados cuando se percata de que algo muy extraño le está ocurriendo cuando, al tocar a otros velocistas, estos se reducen literalmente a cenizas entre sus dedos. Un abrumante hecho que parece encaminarle hacia el camino del Flash Oscuro...
Una vez más Geoff Johns nos ofrece una de esas historias que cimentan como pocas el universo DC, una novela gráfica que, con su historia, es capaz de absorbernos hasta puntos insospechados. Johns una vez más coge un personaje emblemático y catapulta su categoría de icono hasta la de leyenda, con una maestría de la que únicamente él es capaz.
Algo que además Ethan Van Sciver se encarga de acentuar, al dotar las viñetas de Renacimiento de una dinámica y una acción de la que pocos dibujantes, o quizá ninguno, son capaces. Una calidad artística sin paragón que. unida al buen hacer de Geoff Johns, nos traen al Velocista Escarlata en bandeja de plata.
Sin un propósito evidente, Allen decide enfocarse en resolver el único misterio que se le escapó durante su vida anterior: el asesinato de su madre.
Pero sus planes se ven truncados cuando se percata de que algo muy extraño le está ocurriendo cuando, al tocar a otros velocistas, estos se reducen literalmente a cenizas entre sus dedos. Un abrumante hecho que parece encaminarle hacia el camino del Flash Oscuro...
Una vez más Geoff Johns nos ofrece una de esas historias que cimentan como pocas el universo DC, una novela gráfica que, con su historia, es capaz de absorbernos hasta puntos insospechados. Johns una vez más coge un personaje emblemático y catapulta su categoría de icono hasta la de leyenda, con una maestría de la que únicamente él es capaz.
Algo que además Ethan Van Sciver se encarga de acentuar, al dotar las viñetas de Renacimiento de una dinámica y una acción de la que pocos dibujantes, o quizá ninguno, son capaces. Una calidad artística sin paragón que. unida al buen hacer de Geoff Johns, nos traen al Velocista Escarlata en bandeja de plata.