Durante diciembre de 2015 ECC Ediciones lanzó al mercado un nuevo añadido para su linea Otros Mundos, ofreciéndonos una nueva versión de la Bat-familia con Batman: Thrillkiller, una obra surgida de la mente del guionista Howard Chaykin (Batman/Houdini) y el artista Dan Brereton que situaba a unas versiones bastante diferentes de los héroes que ya conocemos en los albores de los años 60, otorgando una nueva vuelta de tuerca y una serie de nuevas posibilidades en clave de thriller.
La obra, publicada originalmente el 1997 y continuada con su secuela Thrillkiller '62 en 1998, ahora nos llega completamente recopilada de la mano de ECC Ediciones en una rústica de 128 páginas a todo color.
La Generación Beat.
La historia presentada en Thrillkiller nos lanza directos a una versión de Gotham de 1961, una era de cambios dónde lo nuevo y lo antiguo luchan por convivir desesperadamente a la vez que a su alrededor la corrupción de la policía y el crimen organizado danzan en una vorágine imparable.
Al mando de dicha policía se encuentra el comisario Gordon, un perro viejo que trata de sanear al ciudad en compañía del detective Bruce Wayne: el único miembro del cuerpo que permanece incorruptible, un hombre que tras perder a sus padres, perdió tanto su mansión como toda su riqueza dejandole como único bien la integridad moral.
Sin embargo todos estos problemas de corrupción encubierta encuentran la horma de su zapato en un par de enmascarados vigilantes burlones y contestatarios conocidos como Batgirl y Robin, una versión revolucionada de los héroes que conocemos que ahora forman parte de la contracultura estadounidense de esa época, la llamada generación beat y la subsiguiente moda beatnik.
Por su parte, Batgirl nos llega como una joven rebelde heredera de una fortuna millonaria que ahora posee - tras la compra por parte de su madre - la anterior mansión Wayne. Convertida en un icono social del libertinaje tras haber quedad huérfana al morir su progenitora, Barbara da esa cara al público, mientras que por las noches se enfunda sus mallas para luchar el crimen junto a su pareja, una versión prusiana de Dick Grayson - Richart Graustark - que abandonó el circo para perseguir a la flamante pelirroja.
Una pelirroja que, todo sea dicho, encuentra en las manos de Dan Brereton una de sus formas más explosivas sexualmente hablando, al convertirla en una mujer cuyas curvas enloquecerían a cualquiera y cuya belleza la cataloga simplemente como despampanante.
En medio de su tórrida relación, este dúo dinámico se encarga de azotar el crimen y ala propia policía, llevando la justicia a Gotham por su propia mano.
Por desgracia para la feliz pareja justiciera, el cuadro lo completa toda una serie de enemigos responsables de la podredumbre de Gotham a cuya cabeza encontramos a la sensual líder criminal Bianca Steeplechase (un Joker en versión femenina), quién sin ningún tipo de remordimientos engrosará la colección de esquelas de Gotham a un ritmo sorprendente, a medida que se abre paso hacia el poder.
Con esta lista de personajes como avanzadilla de una buena cantidad de versiones alternativas de los héroes y villanos que ya conocemos - entre los que llegaremos a ver incluso a Croc o Roy Harper - esta fantástica versión en clave de thriller noir nos trae una historia repleta de suspense, romance y aventura que recurrirá a los clásicos clichés de la novela y el cine policíaco, solo para aderezar un trabajo bien hecho.
Con esta brillante premisa, Howard Chaykin reinventa el mito de Batman de una forma diferente a todo lo anteriormente visto, comenzando la historia con una voluptuosa Batgirl que será quién termine convirtiendo a Bruce Wayne en el caballero oscuro de su universo, todo orquestado a un ritmo cinéfilo más que logrado.
Acompañandole como fiel escudero en esta aventura encontramos a Dan Brereton a cargo de unas pinceladas que terminan de crear el ambiente que hace único a esta novela gráfica, logrando con sus acuarelas que nos enamoremos rápidamente de una de las Batgirls más sensuales que ha visto el noveno arte.