Cómic: reseña de "Transmetropolitan" #5 y #6 de Warren Ellis [ECC Comics].

Estos pasados meses de septiembre y noviembre de 2015 ECC Ediciones presentaba los volúmenes #5 y #6 de la que sin duda es una de las colecciones de la línea Vertigo con más personalidad de su catálogo, uno de esos clásicos indispensables que todo buen lector debería haber tenido en sus manos una vez en su vida.

Hablamos por supuesto de nuestra adorada reedición de TRANSMETROPOLITAN, una de las obras más sonadas de Warren Ellis (Planetary) al representar una intensa sátira que enfrenta la sociedad y conformismo de la sociedad que nos rodea y que se ve reflejada en el terrible futuro decadente cyperpunk que queda retratado en estas páginas.
La obra cuenta con el arte de Darick Robertson (The Boys), cuyos lápices captan toda la acidez de esta historia cargada de veneno gracias a sus expresivos personajes y sus viñetas plagadas de detalles hasta el más mínimo rincón.

ECC Ediciones nos presenta esta reedición en diez volúmenes en rústica que irán saliendo con cadencia bimensual, y que en esta ocasión nos ofrece en 144 páginas a todo color los números 25 a 30 y 31 a 36 USA, respectivamente.

La colección fue publicada originalmente a partir de julio 1997 por DC Comics a lo largo de 60 números que se dividen en 34 arcos argumentales y que verían su final en el 2000. Además, contó con dos números especiales, I Hate It Here y Filth of the City.

Inicialmente comenzó su andanza bajo el sello Helix de la editorial, pero tras desaparecer, esta colección fue la única superviviente mudándose a Vertigo para continuar su camino.

Escarbar Hondo en la Ciudad Solitaria.
Las elecciones han finalizado, con la victoria y consecuente entrada al poder de la Administración de Callahan, a quién a estas alturas ya todo el mundo conoce por el sonrisas, quién logra desbancar por fin al presidente al que todos conocían como "La Bestia".

Esta injusta victoria - aunque que la Bestia hubiese repetido mandato hubiera sido simplemente horrible - solo hunde en la miseria a Spider Jerusalem, que tras el asesinato de su amiga para glorificar al sonrisas, entra en una espiral de depresión y drogas que lo llevan hasta lo más profundo de su ser.

A lo largo de buena mitad del volumen 5 de esta colección seremos testigos de las furiosas divagaciones de Spider sobre la sociedad que le rodea y la decadencia a la que se ha avocado sin ningún tipo de resistencia, permitiendo que el status quo se degrade hasta este punto.

Una serie de declaraciones que critican la vida que le rodea hasta su más pura raíz, desde reflexiones sobre la vida y la muerte hasta el pasotismo y conformismo al que se han volcado los ciudadanos de estados Unidos.

Incapaz de encontrar un motivo por el que luchar contra la perfidia de Callahan, Jerusalem únicamente se dedicará a dejar que sus días pasen inmerso en el sopor inducido por los alucinógenos, acentuado por la revelación que le supone descubrir como en la televisión su persona se ha convertido en personajes de animación, acción e incluso pornografía, ridiculizando todo lo que esperaba representar como periodista - unas divagaciones que contarán con la intervención estelar del arte de Lea Hernández, Bryan Hitch, Kieron Dweyer y los mismísimos Frank Quitely y Eduardo Risso.

Sin embargo, un suceso logrará despertar de nuevo el periodista furioso que se encuentra dormitando encadenado ente sus vísceras: el asalto violento de un civil llamado Rory Lockwood con un rasgo genético multisexo heredado genéticamente por parte de una banda racista que lo apaliza hasta la muerte.

La pasividad y poca persecución por parte de la policía de los asaltantes y su postura a dejar pasar y enterrar el caso hará que Spider Jerusalem se alce puño en alto para reclamar la justicia no impartida.

Una cobertura que terminará en una redada y posterior masacre por parte del cuerpo policial de una amplia multitud de civiles en la calle Dante de la cual Spider y sus ayudantes escaparán por los pelos.

Sin embargo, la columna redactada por Spider para lanzar luz sobre estos hechos recibirá una censura gubernamental desde la administración del propio Callahan antes de su publicación, dejandole claro que necesita encontrar sus propios métodos para denunciar la violencia y poca claridad del cuerpo policial... Un primer paso hacia una investigación que le llevará a generar un efecto dominó capaz de destruir al propio presidente de los Estados Unidos.

Una guerra declarada contra las instituciones gubernamentales que pondrá a todos los agentes de la ley en su contra, a excepción de la detective Newton... una mujer que quiza representa el único trigo limpio dentro del cuerpo...

Los autores.

Warren Ellis ha desarrollado su carrera prestando su servicios a multitud de editoriales. Pero sin lugar a dudas, sus obras más conocidas han sido publicadas por DC Comics, ya fuera dentro de los sellos Vertigo o Wildstorm. De entre todas sus creaciones brillan con luz propia títulos tan dispares como: Stormwatch, Transmetropolitan, The Authority o Planetary, además de haber escrito para Marvel series como Excalibur, Pryde and Wisdom, NextW.A.V.E., Ultimate Fantastic Four, Iron Man y Astonishing X-Men.
De forma paralela, ha firmado numerosos proyectos de creación propia, como Red (adaptada al cine en 2010), Freak Angels, Global Frequency, Desolation Jones y Ocean. Entre sus proyectos más recientes destacan la novela Ritual de muerte, las series Caballero Luna,Trees y la inminente Injection.

Darick Robertson publica a los 17 años Space Beaver, un cómic creado, escrito y dibujado por él mismo, en una editorial independiente. No tarda mucho en dar el salto a las grandes editoriales, y se introduce en el despiadado mercado de los superhéroes de la mano del tándem Giffen DeMatteis y su corrosiva Liga de la Justicia Europa. De ellos, mejor que de nadie, aprende a saltarse las normas y a llamar la atención de crítica y público.
Más adelante, Darick consigue entrar en Marvel, sustituye a Mark Bagley como dibujante regular de The New Warriors y en muy poco tiempo encumbra este cómic de superhéroes adolescentes a la categoría de “serie de culto”.
Después de esta etapa continúa en Marvel con números sueltos, pero muy destacables, de Spider Man y Malibú, hasta que conoce a Warren Ellis y juntos crean la corrosiva serie Transmetropolitan para el sello Vertigo de DC Comics.