Manga: reseña de "ICHI the Killer" (殺し屋1) vols. #1 y #2 de Hideo Yamamoto [ECC Ediciones].

Continuando con su cada vez más extensa línea manga, los pasados meses de abril y mayo de 2015, ECC Ediciones lanzaba al mercado los dos primeros números del manga de Ichi the Killer, un seinen obra original de Hideo Yamamoto más conocido en nuestros lares por la adaptación a película dirigida por Takeshi Miike en 2001.

Manga: reseña de "ICHI the Killer" (殺し屋1) de Hideo Yamamoto [ECC Ediciones].Manga: reseña de "ICHI the Killer" (殺し屋1) de Hideo Yamamoto [ECC Ediciones].

El manga se serializó en la revista japonesa Weekly Young Sunday de la editorial Shogakukan entre 1998 y 2001, siendo recogida en 10 volúmenes recopilatorios, tal y como nos la va a brindar la editorial española.

ECC Ediciones nos lo trae en una formato clásico de tomo manga / tankoubon, en una rústica con sobrecubierta de 216 y 208 páginas en blanco y negro respectivamente, aunque por algún motivo no nos llega con las portadas de los tomos japoneses conocidas.


Además de la película de Miike, el manga recibió una adpatación animada en forma de OVA titulada Ichi the Killer: Episode 0 de la mano de AIC en 2002, así como una segunda entrega live-action dirigida por Masahito Tanno en 2003.
Una bizarra máquina de matar.
La acción nos traslada al barrio rojo de Kabukicho (Shinjuku), un lugar donde el crimen y la depravación se desarrollan al margen de la ley bajo el puño de acero de la Yakuza en pleno centro de Tokio. Con la corrupción y la violencia como la más importante moneda de cambio, la Yakuza permanece sin embargo en un precario equilibrio gracias a sus estratos sociales y pactos.

Un pequeño grupo de criminales expulsados de otros clanes se ha unido bajo un viejo delincuente demasiado avispado, el cual planea dar un gran golpe al grupo Anjou, liquidando a su líder y robando todo el interior de su caja fuerte. Sin embargo, ellos no piensan ensuciarse las manos.

Para el trabajo de asesinato elije a Ichi, un muchacho con graves problemas de abusos durante su infancia que ha temrinado desarrollando una horrible furia y excitación homicida para poder enfrentarse a su cobardía y sus complejos.


El asesinato marcha sobre ruedas, y tras hacer desaparecer al líder del grupo Yakuza y el dinero, el caos se desata. Kakihara, el segundo al mando en el grupo Anjou y un violento sociópata masoquista que disfruta con el dolor, decide realizar una búsqueda y captura de su querido jefe.

Sin embargo, el golpe realizado por el viejo va más allá de el simple robo; su intención es utilizar este asesinato para desestabilizar toda la red Yakuza y crear una guerra de bandas entre sus miembros, algo no demasiado difícil gracias a la violencia que es capaz de generar Kakihara en cada uno de sus encuentros con el resto de la Yakuza, y que ya comienzan a dejar el conflicto a flor de piel.

Al mismo tiempo, Ichi trata de ayudar a un niño con los mismos problemas que tuvo él, mientras trata de lidiar con la excitación sexual que le produce la violencia.

Con estos perturbadores personajes repletos de los problemas psicológicos más aberrantes, Hideo Yamamoto nos presenta una historia sólida en al que no escatima al representar la brutalidad de la violencia y lo peor de la raza humana a través de una serie de escenas de lo más bizarro y explícitas, dando como fruto uno de los mangas más viscerales del panorama seinen a causa tanto de sus viñetas como de su transgresora historia.
Todo ilustrado por su propia mano, dotando a la historia de toda la sangre necesaria para que transmitirnos esa horrible sensación que lo caracteriza.