Manga: reseña de "I am a Hero" vol. #12 [Norma Editorial].

Junto a las novedades de abril 2015 de Norma Editorial  - a la venta el pasado 20 de marzo - nos llegaba el volumen #12 de "I am a Hero" (アイアムアヒーロー), una saga de terror obra de Kengo Hanazawa que no ha dejado impasible a ningún lector hasta la fecha.

Norma continúa demostrando su indiscutible calidad presentándonos una edición exactamente igual a la japonesa con un volumen de 224 páginas en blanco y negro en una impecable rústica con solapas.
En sus páginas recoge los capítulos 131 a 143.

I Am a Hero (アイアムアヒーロー) es un manga de horror obra del ya mencionado Kengo Hanazawa (花沢 健吾) que se publica en la revista Big Comic Spirits de Shōgakukan. desde agosto de 2009.
Hasta la fecha ha sido recopilado en 15 volúmenes. Actualmente además se ha anunciado una adaptación live-action.
La historia en este tomo continúa con la historia de Takashi Izaki, un hikikomori de los que pasan su vida encerrados en casa conectados a internet que, tras el brote ZQN es rescatado por un grupo teóricamente liderado por el peculiar "Kurusu"; un equipo que parece un montón de chicos fans del airsoft llegan a su barrio en bicicletas, manteniendo a raya a los ZQN a base de armas de lo más variado.

Tras un rescate relativamente bien organizado, Takashi conoce a los componentes del equipo de Kuruso, los cuales se encuentran en una casa en un barrio residencial que han convertido en su base. El peculiar grupo en el que encontramos desde amas de casa hasta una muchacha poco habladora o un adulto interesado científicamente en los ZQN posee amordazado a uno de los infectados sobre el que han ido realizando experimentos y que utilizan como método de entrenamiento.

Una rareza que se une al extraño muchacho conocido como Kurusu, quien se comporta como una especie de niño salvaje, vestido solo con unos calzoncillos y sin ningún tipo de miedo a la muerte o habilidad social destacable excepto su inocente brutalidad.

Sin embargo, ante Takashi se abre una nueva puerta cuando conoce a la pareja de hermanos que desde un puesto avanzado realiza una vigilancia de la casa en concreto para abatir a todos los posibles ZQN que se acerquen al lugar. Los dos vigilantes revelan al joven hikikomori su intención de abandonar al grupo principal en cuanto surja la oportunidad, escapando a través del canal de la ciudad para alejarse todo lo posible de la cada vez más insostenible situación.

Con esto en mente, Takashi decide seguir el día a día hasta que surja la oportunidad, pero por desgracia todo se va al traste más rápido de lo esperado cuando los ZQN comienzan a atacar a la base del grupo. Viendo como la situación se ha ido de las manos, el resto de supervivientes deciden tomar un vehículo para escapar hacia un colegio que se encuentra en la cercanía - dónde supuestamente hay supervivientes - y así tratar de encontrar una nueva forma de supervivencia.

No obstante, el destino de Takashi noe s tan positivo. Durante la huída, los ZQN le superan, y antes de poder siquiera abatir a uno de ellos, es mordido y arrojado al canal...

¿Es este el final de Takashi?
¿Qué es en realidad Kurusu?
¿Qué misterio se haya tras la infección de los ZQN?


Este es un volumen repleto de intensas revelaciones, en los que Hanazawa desata un montón de acción en el que puede ser uno de los tomos más emocionantes hasta el momento y en el que podemos ver como varios misterios planteados anteriormente comienzan a converger en una serie de revelaciones que hacen la historia intensamente prometedora.

Todo por supuesto a lo largo de unas viñetas que parecen escapadas de una película, y que transmiten continuamente este terrible ambiente del fin del mundo según su enturbiada mente. ¿Qué será de Izaki? ¿Cómo funciona la mente de Kurusu?

No podemos aguardar a la continuación de esta historia, ni a regresar con Hideo y ver como continúa avanzando su desesperada supervivencia... algo que como descubriremos en este número, se encuentra muy cerca.