Cómic: reseña de "LOBO: Autopista al Infierno" de Scott Ian [ECC Ediciones].

Cómic: reseña de "LOBO: Autopista al Infierno" de Scott Ian [ECC Ediciones].
Junto a las novedades lanzadas el pasado enero de 2015, ECC Ediciones lanzaba en nuestro país LOBO: Autopista al Infierno, una historia frenética guionizada por Scott Ian, miembro del grupo trash metal Anthrax y dibujada por el desfasado creador de The Maxx, Sam Kieth: un dúo que se unía para crear una de las novelas gráficas más irreverentes del czarniano hasta la fecha

Originalmente titulado en USA Lobo: Highway to Hell, ECC Ediciones nos trae al Hombre en un glorioso y viril cartoné de 144 páginas a todo color que hará que despierte nuestra bestia interior... o al menos lo intente con una historia que trata de revivir la vieja gloria que en los años noventa ostentó el Czarniano.

Un regreso que sorprende a muchos ante la elección de su guionista, y es que...  ¿Qué lleva a un guitarrista de trash metal a guionizar cómics? Fue en 2009 cuando DC decisión contactar con Ian para que debutase en el noveno arte creando una historia que terminaría siendo Highway to Hell; un debut al que seguirían su segundo libro para DC, Demon: Ace of Spades.

¿El resultado...?

Cómic: reseña de "LOBO: Autopista al Infierno" de Scott Ian [ECC Ediciones].
La historia: Regreso al Infierno.
Eludiendo toda posible continuidad con el Universo DC - algo que en la mayoría de volúmenes de Lobo queda en otro plano -, la historia nos sitúa con el hombre al despertarse de una borrachera que ha desafiado sus dotes etílicas.

Con la resaca martilleando sus sienes e intentando pasar el domingo con toda la dignidad posible, Lobo recibe un susto de los que hacen época cuando atravesando los cristales de su vivienda llegan los cadáveres de unos de sus amados delfines espaciales, la única criatura en todo el cosmos a la que el czarniano le profesa algún tipo de cariño o afecto.

Por si esto no fuese suficiente para cabrear al Hombre, los cuerpos portan una nota clavada con un puñal, en la que Satán reconoce la autoría del crimen y lanza un desafío a Lobo.

Un desafío que el orgulloso sociópata no puede ignorar.

Cómic: reseña de "LOBO: Autopista al Infierno" de Scott Ian [ECC Ediciones].

Lobo toma su motocicleta espacial y, haciendo uso de un agujero de gusano, se planta en el Infierno - del cual le echaron mucho tiempo atrás en Lobo's Back - y comienza una búsqueda sangrienta del pobre desgraciado que ha decidido faltarle al respeto a él y a sus preciados animalitos.

Lobo se enfrentará al príncipe de las mentiras con toda su brutalidad y salvajismo dejando un reguero de cadáveres tras de si, pero el rey del Infierno no se queda atrás... Lleno de rencor por el cazarrecompensas Satán hará todo lo posible por arruinarle la existencia a Lobo y condenarle hasta el fin de los días.

Todo un enfrentamiento entre dos de los seres con más mala baba de todo DC Comics, acompañado de mucho alcohol, putas, vómitos y sangre por doquier.

Cómic: reseña de "LOBO: Autopista al Infierno" de Scott Ian [ECC Ediciones].

Cómic: reseña de "LOBO: Autopista al Infierno" de Scott Ian [ECC Ediciones].
Pero... ¿Estos se conocen?
Todos aquellos que os leáis este número y no hayáis podido recorrer toda la historia de Lobo os sorprenderéis debido a que los personajes parecen hablar de un antiguo enfrentamiento.

Y es que Lobo ya estuvo una vez en el Infierno... un evento del que este número es claramente un absoluto homenaje.

Corría 1992 y Lobo se encontraba en sus mejores momentos; apareciendo de manera continua en compañía de cualquier personaje de DC Comics que se preciara como si se tratara de Batman o Superman, el Czarniano recibía miniseries fruto de la mente de Alan Grant que todos disfrutábamos como cachorrillos.

Una de ellas fue Lobo's back, una historia que recibía dibujos del glorioso Simon Bisley y en cuya trama Lobo moría varias veces, yendo a parar al Infierno y logrando que Satán lo exiliara solo para no tener que aguantar a semejante cabrón.

¿Comprendéis ahora a que viene tanta acritud entre ellos?

Conclusión.
Scott Ian nos presenta una historia que, aparte de recuperar al malcarado personaje como el malnacido que era en los años noventa - algo que se echa de menos - y homenajear los eventos de Lobo's Back, poco tiene que aportar.
Como si fuese el fruto de una mala borrachera, la historia va dando tumbos sin ofrecer nada realmente interesante y quedando ensombrecida inevitablemente por lo que Lobo fue en su día.

Por su parte, el dibujo de Sam Kieth trae el caos más puro a las viñetas que pueblan este cómic. Absurdos, desproporcionados, con trazos imprecisos y un nivel de detalle casi inexistente, Sam Kieth desata todo su salvajismo con un personaje para el cual estas pinceladas son totalmente acertadas.