Este volumen reune los capítulos 73 al 77 del manga.
Black Butler (aka Kuroshitsuji 黒執事) es un manga escrito e ilustrado por Yana Toboso. Desde su estreno en el 16 de septiembre de 2006, ha sido publicada bajo la editorial Square Enix en su revista de manga y del género shonen Monthly GFantasy.
La serie sigue a Sebastian Michaelis, un demonio mayordomo que está obligado por un contrato sobrenatural servir a Ciel Phanthomhive, el líder de la noble y misterios familia Phantomhive, de solo doce años de edad.
En la saga que nos reuni en este volumen, la mangaka Yana Toboso trasladaba a Ciel Phantomhive y Sebastian Michaelis de encubierto (como alumno y profesor) a la prestigiosa Academia Weston para investigar sobre la desaparición de algunos de sus alumnos por orden de su majestad la reina.
Sin embargo, dicho asunto parece ser mucho más complicado de lo que parecía. Ya inmersos en el privado ambiente de la academia, los intentos por parte de Ciel y Sebastian de lograr entrar en contacto o recibir noticias de Derek, el alumno desaparecido son infructuosos, solo recibiendo evasivas una tras otra.
Incapaces de llegar a hablar y ni siquiera ver al director de la institución, Ciel decide introducirse en el más alto círculo de los estudiantes, los cuatro prefectos de la academia.
Estos representantes de los cuatro dormitorios en los que se organizan los alumnos de Weston, cada uno de ellos representando una faceta en la que sobresalen los miembros de cada uno:
Gregory Violet de la Violet Wolf, Edgard Redmond de Scarlet Fox, Herman Greenhill de Green Lion y Lawrence Bluer de Sapphire Owl.
Estos cuatro prefectos son los únicos que parecen tener contacto con el director durante el té de medianoche junto a sus FAG, lo que vendría a ser sus sirvientes directos.
Haciendo acopio de la tradición de Weston y de un plan bastante rebuscado, Ciel finalmente lograba convertirse en el FAG de Clayton, quien a su vez es el FAG de Lawrence Bluer de Sapphire Owl.
En la saga que nos reuni en este volumen, la mangaka Yana Toboso trasladaba a Ciel Phantomhive y Sebastian Michaelis de encubierto (como alumno y profesor) a la prestigiosa Academia Weston para investigar sobre la desaparición de algunos de sus alumnos por orden de su majestad la reina.
Sin embargo, dicho asunto parece ser mucho más complicado de lo que parecía. Ya inmersos en el privado ambiente de la academia, los intentos por parte de Ciel y Sebastian de lograr entrar en contacto o recibir noticias de Derek, el alumno desaparecido son infructuosos, solo recibiendo evasivas una tras otra.
Incapaces de llegar a hablar y ni siquiera ver al director de la institución, Ciel decide introducirse en el más alto círculo de los estudiantes, los cuatro prefectos de la academia.
Estos representantes de los cuatro dormitorios en los que se organizan los alumnos de Weston, cada uno de ellos representando una faceta en la que sobresalen los miembros de cada uno:
Gregory Violet de la Violet Wolf, Edgard Redmond de Scarlet Fox, Herman Greenhill de Green Lion y Lawrence Bluer de Sapphire Owl.
Estos cuatro prefectos son los únicos que parecen tener contacto con el director durante el té de medianoche junto a sus FAG, lo que vendría a ser sus sirvientes directos.
Haciendo acopio de la tradición de Weston y de un plan bastante rebuscado, Ciel finalmente lograba convertirse en el FAG de Clayton, quien a su vez es el FAG de Lawrence Bluer de Sapphire Owl.
Desesperado al no lograr ahondar mucho más aun con su nuevo cargo, Ciel decide sacar a Derek de la casa lila a la fuerza: provocando un incendio.
Algo que solo le sirve para confirmar que Derek no se encuentra en la casa lila... entonces, ¿dónde?
Seguro de que la única respuesta la obtendrá del ilocalizable director, Ciel finalmente encuentra una posibilidad de conocerle gracias al torneo de Cricket entre dormitorios; un torneo anual en el cual aquel jugador más valorado podrá reunirse con el supremo mando de la institución.
Sin embargo, el dormitorio azul nunca ha destacado por sus habilidades deportivas, si no más bien lo contrario, perdiendo año tras año en la competición a excepción del año del Milagro Azul, en el que Vincent Phantomhive, padre de Ciel, logró la victoria para el Búho Zafiro.
Ciel decide ganarse esa entrevista con el director a cualquier precio, por lo que tras ganarse su puesto para competir en el equipo comienza su carrera por ser el mejor jugador del año...
Una vez más Yana Toboso desencadena a sus carismáticos personajes en una historia de lo más original, en este caso en el trasfondo de una academia que recuerda fácilmente a la de Hogwarts de Harry Potter con sus cuatro dormitorios repletos de arquetipos.
Con un volumen en el que Ciel parece haber sido metido de cabeza en una copa de Quidditch, desarrollando estrategias con las que ganar en una clara desventaja al resto de equipos mucho mejor preparados. Todo un alarde de maestría narrativo por parte de la mangaka, que pasa en un pestañéo de los trajes victorianos a los zombies y después al spokon.
Por si eso fuese poco, el dibujo de Toboso continúa mejorando aun más, siendo capaz de montar las viñetas más dinámicas de toda la obra hasta el momento, lo cual queda perfecto en la saga deportiva que se desarrolla.
Algo que solo le sirve para confirmar que Derek no se encuentra en la casa lila... entonces, ¿dónde?
Seguro de que la única respuesta la obtendrá del ilocalizable director, Ciel finalmente encuentra una posibilidad de conocerle gracias al torneo de Cricket entre dormitorios; un torneo anual en el cual aquel jugador más valorado podrá reunirse con el supremo mando de la institución.
Sin embargo, el dormitorio azul nunca ha destacado por sus habilidades deportivas, si no más bien lo contrario, perdiendo año tras año en la competición a excepción del año del Milagro Azul, en el que Vincent Phantomhive, padre de Ciel, logró la victoria para el Búho Zafiro.
Ciel decide ganarse esa entrevista con el director a cualquier precio, por lo que tras ganarse su puesto para competir en el equipo comienza su carrera por ser el mejor jugador del año...
Una vez más Yana Toboso desencadena a sus carismáticos personajes en una historia de lo más original, en este caso en el trasfondo de una academia que recuerda fácilmente a la de Hogwarts de Harry Potter con sus cuatro dormitorios repletos de arquetipos.
Con un volumen en el que Ciel parece haber sido metido de cabeza en una copa de Quidditch, desarrollando estrategias con las que ganar en una clara desventaja al resto de equipos mucho mejor preparados. Todo un alarde de maestría narrativo por parte de la mangaka, que pasa en un pestañéo de los trajes victorianos a los zombies y después al spokon.
¿Podrán Ciel y Sebastian al fin contactar con el director?