Literatura: Review de "El ganso salvaje" de Ogai Mori [Chidori Books]

El ganso salvaje
Las novelas digitales cada vez se imponen mas y un claro ejemplo se encuentra en la cantidad de nuevas editoriales que empiezan a salir al mercado vendiendo este tipo de literatura que no ocupa espacio en nuestras estanterías.

El review literario de hoy es gracias a una de estas empresas, Chidori Books quien nos proporcionó una de las novelas románticas japonesas mas conocidas dentro del genero, "El ganso salvaje" de Ogai Mori.

Para comenzar hablemos del autor, quien en parte por su fama encumbró tanto este libro y es que Ogai Mori es en realidad el seudónimo de Mori Rintaro (1862-1922). Médico militar, traductor de obras alemanas al japonés, crítico literario y escritor, quien está considerado como uno de los mayores escritores japoneses de la era Meiji. Fundador de varias revistas literarias fue él quien introdujo en Japón las ideas novelisticas que se estaban imponiendo en Occidente.

Una de las peculiaridades de este escritor es la oposición a algunos de los convencionalismos orientales, motivo por el que desde 1890 realizó múltiples relatos en un lenguaje mas moderno, aspecto que se puede notar en el libro que mencionamos hoy a pesar de la traducción, gracias a la inclusión de palabras en lengua extranjera, normalmente americanas y fáciles de reconocer.

Conocido al escritor y sus peculiaridades, hablemos del argumento como tal del libro, y es que "El ganso salvaje" es una historia de amor atípica, donde este flota en el aire pero no llega a ningún termino ni se le llega a dar mas importancia.

Las bases son las del típico triangulo amoroso, con el centro basado en Otama, una bella y dulce muchacha de blanca piel, hija de un comerciante empobrecido ha quien ya le han engañado muchas veces y que para poder mantener a su padre ya mayor y a quien adora se ve obligada a ser la amante de Suezô, un usurero que queda deslumbrado con su belleza al primera vez que la ve y que tras comprarla la trata cual muñeca apartándola de todo y todos mientras se olvida de su propia familia, la cual cada vez va decayendo mas ante la falta de atenciones de un padre siempre ausente. 
Lo que él no sabe es que su dulce Otama está encandilada de un joven estudiante, Okada, a quien ve pasar por delante de su ventana todos los días y con el que nunca a compartido una sola palabra, sin embargo, a raíz de una sonrisa de la bella chica y de un gesto amable del joven estudiante su atípica historia de amor comienza, donde el azar, la predestinación o la fatalidad no están del lado de los hombres.

Los personajes pues, es la primera gran baza con la que parte el autor, quienes están perfectamente formados pese a las escasas ciento y poco páginas con las que se llega a contar la historia.

Por un lado tenemos a Otama, hermosa y joven, siempre inocente hasta que aprende a valerse por si misma, quien ha sido obligada a convertirse en amante, pese a la vergüenza que eso acarrea, y que a pesar de ello acepta su destino con filosofía y sin pesadez, convirtiéndose a lo largo de la narración en una persona más fuerte e independiente de lo que ha sido nunca. Este personaje es el que mas llega a madurar y con el que es mas fácil encariñarse dada la inocencia con la que empieza y la evolución que sigue, pudiendo el lector notar mas claramente la evolución al comenzar prácticamente con un personaje en blanco en cuanto a carácter

Suezô, el usurero, pese a ser el villano de la historia, es el mejor personaje de todos. Un ser despreciable por su trabajo, pero que muestra más humanidad que cualquiera de los otros. Su forma de pensar es totalmente racional, así como el resto de su vida, que ha sido pautada al milímetro, motivo por el cual, todo aquello que se aleje de su entendimiento no es bien recibido. Sus frases son de lo mejor de toda la novela y aunque el escritor procure que el lector sienta odio o desprecio hacia el, consigue también que se llegue a entender el porque de sus acciones. 

Finalmente tenemos a Okada, el estudiante de medicina y a su vez el personaje más flojo dada la poca evolución que tiene a lo largo de la trama. Siempre sumido en sus estudios y sus paseos queda cautivado por la imagen de Otama asomándose a la ventana, sin embargo nunca llega a ir mas allá ya que su amor no es pasional si no mas bien platónico. Aparece poco en la historia y no se sabe muy bien que es lo que realmente piensa de la situación, si realmente quiere avanzar o si se conforma con lo que tiene. Sin embargo el final gira mas entorno a sus decisiones que a las del resto de personajes, demostrando que es el azar lo que mueve los hilos de la trama, no la pasion de los personajes.

Pese a que la novela marca las pautas para lo que vendría a ser un drama romántico, en ningún momento se vuelve lacrimogeno, si no mas bien genera la estampa clásica de la época en la que mas que una relación amorosa muestra un único momento en la vida de los personajes. De esta manera se aleja del típico sentimentalismo apasionado y nos muestra diferentes caras de lo que es el amor dependiendo de cada uno de los personajes, de forma que salta gentilmente de aquel amor rallante a la obsesión a un simple encaprichamiento o amor platónico

Pero no solo es bella la historia como tal, si no también la forma de escribirla, sin florituras ni afectaciones, pero si con una gran dosis de naturalidad. Consigue narrarnos como cambia el mundo y sus personajes con una gran sutileza haciendo que el lector se quede en el limite entre la ensoñación y el acercamiento real.
Resulta una historia muy bien perfilada y estructurada, que sabe retener y hasta acrecentar el interés del lector, todo ello con un punto de vista narrativo que resulta incluso avanzado para aquellos tiempos

Y es que el que narra los hechos no es un personaje principal, si no una tercera persona prácticamente ajena a los hechos, quien los contempla sin involucrarse, o al menos no conscientemente siendo testigo de su día a día y de sus rutinas

En conclusión, este libro pese a no tener un gran trasfondo como ocurre hoy en día en todas las novelas, es sencillo, fácil de leer y muy bello. Se aleja de los entuertos, las conspiraciones o los dramas y nos muestra la cara mas clásica y real de una historia de amor en esa época. 
Personalmente me ha parecido una lectura de lo mas amena y sin necesidad de tener un gran conocimiento del japón feudal, lo cual me parece todo un punto a favor ya que no debería asustar a lectores poco aficionados este genero tan poco promocionado en Europa.
Altamente recomendado para lectores fans de este tipo de literatura asiática y para aquellos que quieran simplemente relajarse un poco y no tener que preocuparse con tramas complicadas o trasfondos ambiguos