Dicen que los cuentos son solo para niños y que los adultos tendrían que tener la cabeza en la tierra, pero hay que recodar que los cuentos en sus versiones mas clásicas eran mas tenebrosos y oscuros que los edulcorados hoy en día, por lo que a los niños no les gustaban tanto. Uno de esos cuentos mas crudos nos lo trae la editorial Yermo Ediciones, con un tomo integral que recopila los tres capítulos de El bosque de las Vírgenes, obra del guionista Jean Defaux y con dibujo de Béatrice Tillier.
El bonito lomo en rustica se compone de 176 páginas en las que ademas de los tres álbumes publicados recientemente en Francia se ha añadido una serie de ilustraciones bellisimas de la dibujante, junto con un postfacio y una entrevista al mismo Defaux sobre la historia y como esta ha sido concebida, mostrando parte del proceso creativo. Es decir, un tomo recopilatorio de lujo que merece la pena lucir.
Ambientado en un mundo de fantasía donde los humanos conviven con diversos animales antropomorficos, la historia comienza con la boda entre la joven humana Alba y el llamado Lobo de Fuego que sellará la paz entre las dos razas, sin embargo la muchacha se niega a este compromiso dado su asco hacia dichas criaturas, por lo que mata a su futuro esposo y escapa a un lugar prohibido llamado el bosque de las vírgenes, un santuario donde habitan varios seres mágicos híbridos de humanos y bestias, donde las jóvenes vírgenes buscan refugio y donde ningún humano o bestia se atreve a acceder.
Pero a medida que avanza la historia se descubre que estas criaturas hibridas faunos en su mayoría, ansían hacerse con el poder y declarar la guerra tanto a humanos como a bestias.
En medio de esta trama bélica se encuentran Alba y y el Maese Clam, el matalobos, quien ayudará a la muchacha a sobrevivir en el bosque mas peligroso y le hará darse cuenta de que no todos los monstruos son bestias.
Visto el argumento hay una cosa que está clara, y son las influencias de otras historias clásicas como La Bella y la Bestia de Cocteau, Roman de Renart o la clásica Caperucita Roja, todos ellas con un mismo elemento central, la dualidad ancestral entre hombres y criaturas.
Y es que aunque la historia aborde múltiples temas universales como son el amor o el miedo a lo desconocido, se centran sobretodo el el odio irracional a una especie desconocida, en este caso al reino animal con el que siempre han estado en guerra. Una vez mas nos plantean la dualidad entre el ser humano racional y aquello que se supone salvaje, aunque ambos sean capaces de utilizar la lógica e iniciar múltiples conflictos bélicos donde la sangre es un elemento presente y se muestra sin apenas reparos.
De esta manera aunque el físico o la constitución separe a estos dos seres, humanos y bestias, se traza una fina linea divisoria donde las bestias son humanos y los humanos llegan a ser bestias. Sin lugar a dudas un fiel reflejo del mundo actual y donde el terreno de la fantasía y lo sobrenatural se queda cada vez más atrás en pos de otros valores.
Junto con esta idea, recalcar lo bien enfocado que está el argumento mostrando pasajes mas maduros en los que interviene el terror o la sexualidad, consiguiendo de esta manera quitar el elemento infantil de la fábula y no dejarlo simplemente como un conducto donde mostrar batallas, si no que juega con la mente de los personajes y sus cuerpos, aunque algunas veces de forma poco sorprendente.
El desenlace es fácil de predecir, ya sea por las pistas claras que nos dan a lo largo de la historia o por conocer los cuentos clásicos y saber que este, como la mayoría de ellos, contaría con una moraleja y lo que viene a ser un final mas bien clásico. Sin embargo al estar bien narrado y tener un dibujo tan detallado hace olvidarse de su sencillez argumental o de lo previsible que pueda ser, para simplemente disfrutarlo, lo cual gana puntos a su favor.
En el apartado artístico nos encontramos a la dibujante Béatrice Tillier, quien con sus lapices nos acerca al mundo de fantasía siempre con un punto de vista un tanto mas realista de lo que viene a ser habitual, otorgándole un estilo único que se acerca muy bien al argumento de Duffaux.
Sus colores normalmente saturados lucen aun mas con las vestimentas coloridas y los paisajes que encontramos entre sus páginas, donde todo tiende a estar un poco recargado y puede ser abrumador. Así mismo en ocasiones sus personajes parecen tener ciertas poses forzadas y una ligera desproporción en el cuerpo, un efecto buscado que permite humanizar mas a las bestias y hacerlas mas fantasiosas.
En conclusión, la edición con este formato integral hace muy cómoda la lectura, dotando al volumen de solidez gracias a la portada y al contener todo lo esencial en una única recopilación.
En cuanto al argumento podríamos decir que cuenta con una calidad media, a veces demasiado clásico, otros con algunos puntos innovadores, pero que otorga pocas sorpresas al lector. Sin embargo, pese a no ser una gran maravilla argumental, el dibujo atrae muchísimo a los lectores y la idea es buena; por lo que nos encontramos ante un buen tomo.