El pasado mes de junio, ECC Ediciones lanzaba al mercado anidada a la linea "Grandes Autores de Batman" una obra que no podía faltar en la que es, sin lugar a dudas, la mejor referencia a las obras más míticas del caballero de Gotham.
Hablamos ni mas ni menos que de "Asilo Arkham" de Grant Morrison (All-Star Superman) y Dave McKean (Sandman) - un volumen considerado indispensable y obra de culto por casi todos los fans del encapuchado que en esta ocasión regresa en su formato absolute en un precioso cartoné de 216 páginas a todo color que incluyen los guiones y bocetos de Morrison entre su ingente cantidad de extras, así como una portada que raramente hemos visto en ediciones anteriores de la obra.
Originalmente conocido como "Arkham Asylum: A Serious House on Serious Earth" fue publicada originalmente en 1989, y desde entonces no ha dejado de fascinar a todos aquellos que se han atrevido a navegar entre sus páginas.
La historia nos traslada a un terrible 1 de abril, en el que haciendo honor a la fecha de las bromas, los internos de Asilo Arkham se hacen con el control del conocido hospital psiquiátrico de Gotham, secuestrando en su interior a todos sus trabajadores para hacer toda clase de absurdas exigencias a los agentes de la ley.
Hablamos ni mas ni menos que de "Asilo Arkham" de Grant Morrison (All-Star Superman) y Dave McKean (Sandman) - un volumen considerado indispensable y obra de culto por casi todos los fans del encapuchado que en esta ocasión regresa en su formato absolute en un precioso cartoné de 216 páginas a todo color que incluyen los guiones y bocetos de Morrison entre su ingente cantidad de extras, así como una portada que raramente hemos visto en ediciones anteriores de la obra.
Originalmente conocido como "Arkham Asylum: A Serious House on Serious Earth" fue publicada originalmente en 1989, y desde entonces no ha dejado de fascinar a todos aquellos que se han atrevido a navegar entre sus páginas.
- Hogar, dulce hogar -
...Tengo miedo...
de que cuando las puertas de Arkham se cierren sobre mí...
sea como estar en casa.
La historia nos traslada a un terrible 1 de abril, en el que haciendo honor a la fecha de las bromas, los internos de Asilo Arkham se hacen con el control del conocido hospital psiquiátrico de Gotham, secuestrando en su interior a todos sus trabajadores para hacer toda clase de absurdas exigencias a los agentes de la ley.
Batman no tarda en presentarse frente a Gordon, quién le hace conocedor de la última solicitud del Joker, quién parece encontrarse al cargo de la rebelión: Quieren al Murcielago con ellos, un día, entre los muros de la casa de la locura.
Dispuesto a socorrer a las víctimas, el Caballero Oscuro accede a la petición y acude a Arkham, donde el Joker le da la bienvenida y lo invita a unirse junto al resto de dementes.
Joker obligará a Batman a someterse a un psicoanálisis y a una serie de situaciones que llevarán al encapuchado a plantearse la terrorífica idea de que, tal vez, el lugar de su perturbada psique se encuentra entre estos muros y no en las calles gothamitas.
Al mismo tiempo, asistiremos a los recuerdos de Jeremiah Arkham, el fundado de la institución, y su caída poco a poco a través de su desgraciada existencia hasta el pozo donde encontró su final.
Un descenso a la locura.
Con Asilo Arkham, Grant Morrison se aventura en una trama con la que pocos autores se atreverían.
Su novela gráfica se sumerge por completo en los matices que pueblan la demencia, un atrevimiento que puebla sus páginas con un toque de terrorífica certeza que desdibuja la fina linea entre la cordura y la locura.
¿Quienes son los locos y quienes los cuerdos? ¿Quién define los patrones con los que la sociedad juzga a sus semejantes sobre que percepción de la realidad es la correcta?
Una incerteza muy frágil sobre la que se pasean villanos como El Sombrerero o Dos Caras, el cual podemos ver como su tratamiento para liberarle de la dualidad que gobierna su vida está destruyendo por completo su identidad y sus capacidades de decisión.
Sobre toda la galería de enemigos del murciélago podemos disfrutar como no del Joker, que en esta historia se nos muestra a un nivel superior de lo que hemos podido ver siempre del bromista asesino, hasta el punto en que una especialista de Arkham declara que el payaso ni siquiera se encuentra preso de la demencia, si no que en su caso su mente es víctima de una especie de Super Cordura que lo lleva a ese estado de su personalidad.
Por supuesto, la guinda del pastel de la historia la pone el propio murciélago, quién se muestra aterrorizado ante la posibilidad de que estos enemigos sean en realidad sus compañeros de locura.
El trauma ocasionado por la muerte de sus padres servirá de conducto una vez más para guiar los sucesos, que demostrarán en más de una ocasión que Batman es solo un hombre demente suelto en las calles de Gotham.
¿Es acaso Arkham realmente el lugar donde él debería encontrarse?
¿Tiene razón el príncipe payaso?
El Joker juega con esta tergiversada perspectiva de la realidad, perturbando tanto al héroe como al propio lector, cuando como broche final, recuerda a Baman que realmente los locos se encuentran allí fuera, y la seguridad en el interior de los muros del manicomio.
Pero como ya comentábamos, esta siniestra trama no se encuentra sola, ya que al mismo tiempo disfrutaremos de la historia del propio Arkham.
Una historia terrible y terrorífica que nos producirá escalofríos y que, poco a poco, irá uniéndose a la historia principal mediante paralelismos que parecen encontrar su unión con el presente, tanto años después.
El reino de la demencia. Tu reino.
Grant Morrison crea con Asilo Arkham una obra maestra, un ejemplar de culto que todo seguidor del encapuchado debería leer alguna vez en su vida. Su capacidad para plasmar la locura en su historia es tal que te sientes absorbido inevitablemente a los planteamientos que realiza la historia, terminando a su final con una sensación de vacío que únicamente puedes rellenar con interrogantes sobre cual es el verdadero lugar de los locos y los cuerdos.
Toda una historia terrorífica a la que Dave McKean dota de un grafismo tan bizarro y retorcido como apropiado. No hay otra obra como Asilo Arkhma, y esto es gracias sin duda a su trazo violento y tenebroso, que provoca que nos quedemos en una página más tiempo del debido, mientras al mismo tiempo estamos deseando escapar del manicomio en el que nos ha metido con sus viñetas.
Y nos deja con la certeza de que, quién no haya leido Asilo Arkham, es que está loco.