Esta serie toca una parte de la historia de Francia menos conocida, la de la contrarrevolución iniciada en la región de Vandea.
Tras el triunfo de la Revolución republicana, que acabó con la monarquía, la región de Vandea, tradicional, monárquica y católica, se opuso a una República que se imponía con la prohibición y con métodos autoritarios, a una población donde las costumbres seculares estaban muy arraigadas.
En estos relatos, Swolfs borda un guión que aúna la aventura, el rigor histórico y la visión de ambas partes, con un enfoque neutral que permite situarse en la época con mucha naturalidad.
Una vez estalla la guerra civil, el guión de Swolfs continúa siendo magistral, mezclando a los personajes de ficción de la serie, con los personajes históricos auténticos, para narrar (entre aventuras de honor, traición, celos y venganzas) la evolución de estas guerras que causaron más de 100.000 muertos a finales del siglo XVIII, y que los historiadores contemporáneos califican sin reservas de genocidio.
En el dibujo, es el mismo Swolfs quien dibuja los dos primeros tomos, y tras una fugaz (y desafortunada) intervención del dibujante Eric, será Pierre Legein quien continuará con el dibujo de la serie, guionizado por el mismo Swolfs, con un acabado cada vez más aceptable.
En cualquier caso, la emoción no decae y la publicación nos permitirá rescatar en tres tomos integrales, una serie histórica finalizada e increíblemente olvidada, que no dejará indiferente.
Tras el triunfo de la Revolución republicana, que acabó con la monarquía, la región de Vandea, tradicional, monárquica y católica, se opuso a una República que se imponía con la prohibición y con métodos autoritarios, a una población donde las costumbres seculares estaban muy arraigadas.
En estos relatos, Swolfs borda un guión que aúna la aventura, el rigor histórico y la visión de ambas partes, con un enfoque neutral que permite situarse en la época con mucha naturalidad.
Una vez estalla la guerra civil, el guión de Swolfs continúa siendo magistral, mezclando a los personajes de ficción de la serie, con los personajes históricos auténticos, para narrar (entre aventuras de honor, traición, celos y venganzas) la evolución de estas guerras que causaron más de 100.000 muertos a finales del siglo XVIII, y que los historiadores contemporáneos califican sin reservas de genocidio.
En el dibujo, es el mismo Swolfs quien dibuja los dos primeros tomos, y tras una fugaz (y desafortunada) intervención del dibujante Eric, será Pierre Legein quien continuará con el dibujo de la serie, guionizado por el mismo Swolfs, con un acabado cada vez más aceptable.
En cualquier caso, la emoción no decae y la publicación nos permitirá rescatar en tres tomos integrales, una serie histórica finalizada e increíblemente olvidada, que no dejará indiferente.