Recientemente y gracias al XIX Salón del manga de Barcelona, tuvimos la oportunidad de ir a ver al cine la proyección de Wolf Children, una obra maestra recién llegada de Japón de la que a continuación os dejamos nuestras opiniones.
Wolf Children parte de la premisa inicial, en que una humana, Hana, se enamora de un hombre lobo; con una carga romántica potente al inicio, nos podríamos encontrar ante una ñoñez, pero son los eventos que se desarrollan después, al tener a las dos criaturas, Yuki, la hija mayor y Ame el pequeño; y tras la muerte del padre, en que el romance cambia y la historia gira en torno a la unidad familiar. Sobre Hana criando a los niños sola, y teniendo que marcharse al campo para criarlos libres. Así la pelicula pasa a narrar llas vicisitudes de una madre cuidando a dos pequeños niños lobo, sobre los que no puede pedir ayudar ni consular a nadie, y el desarrollo de estos decidiendo lo que quieren ser. Sin olvidarnos que toda la película está siendo narrada con la voz en off de Yuki, la hija, lo cual le da un dramatismo y una profundidad añadida.
Los tres personajes principales tienen unas personalidades muy tridimensionales y con las que es demasiado fácil encariñarse. La madre, Hana, es dulce y comprensiva, con un punto sobre protector y autodidacta que hace que se vea fuerte y independiente, a la vez que frágil temiendo siempre por sus cachorros.
Titulada originalmente Ōkami Kodomo no Ame to Yuki (おおかみこどもの雨と雪 o Los niños lobo Ame y Yuki) es una película de animación dirigida por Mamoru Hosoda, que ya a recibido varios galardones como el de mejor película de animación de la academia de cine de Japón y del Festival de Sitges 2012, el mismo año en que se estrenó.
Mamoru Hosoda, conocido por otras películas como La chica que saltaba a través del tiempo, y Summer Wars, y considerado por algunos como el nuevo Hayao Miyazaki, ha creado una película de estilo realista que mezcla con una idea fantástica a la vez que explora los problemas de la sociedad actual de una forma poética y bella.

Los tres personajes principales tienen unas personalidades muy tridimensionales y con las que es demasiado fácil encariñarse. La madre, Hana, es dulce y comprensiva, con un punto sobre protector y autodidacta que hace que se vea fuerte y independiente, a la vez que frágil temiendo siempre por sus cachorros.
La pequeña Yuki, extrovertida, se divierte siendo un animal que atemoriza al resto de las especies y que disfruta de la libertad otorgada por la diosa naturaleza. Es ella la que genera algunos de los mejores momentos de la película, y con la que desde el inicio ríes y te encariñas como si fuera realmente una mas en tu familia.
En el punto opuesto, Ame, más introvertido, rechaza por completo la personalidad animal y se entristece al pensar que nunca pueda volver a ser un humano normal. Es asustadizo y tímido, ademas de ser la viva imagen de su padre, pero es el, el que crece y se plantea las preguntas mas importantes.
Sin embargo, con el transcurso de los acontecimientos la cuestión volverá a surgir y atormentará a ambas criaturas.
La animación corre a cargo de Mad House, que vuelve a presentarse sublime gracias a su estilo tan particular, portador de ese toque desenfadado y que encuentra su lucimiento en unas majestuosas escenas protagonizadas por los entornos naturales. Tanto el crecimiento de los niños, como los elementos que toman importancia en las escenas, son simples y sencillos, sin mas añadidos, que los que pueda resaltar una pantalla de cine. La diferencia radica en el resto de la ambientación de fondo, desde las calles abarrotadas de gente y perfectamente dibujadas como si fueran un cuadro, hasta los escenarios de campo y montaña, merecen una mención especial, ya que pese a permanecer estáticas, cobran vida gracias a la banda sonora con la que tienen una sublime sintonía. También se utilizan en ocasiones recursos bastante espectaculares como el uso de una vista en primera persona en alguna de las carreras de Yuki y Ame, algo que se hace aún más notorio en pantalla grande.
¿Y que podemos decir de la banda sonora?
Personalmente creo que es uno de los componentes culminantes de la película, que ensalza aun mas algunas de las escenas mas bellas que se pueden encontrar. La delicada banda sonora compuesta por Takagi Masakatsu es el complemento ideal, haciendo que se pongan los pelos de punta, y que la sala entera reprima el aliento al ver como encaja maravillosamente y al compás, con los movimientos de los pequeños lobos
Añadir también que sus 117 minutos, aunque a algunos les pueda parecer muy largos ya que las películas americanas de animación no suelen tener esta cantidad de metraje, no se hacen nada pesados y se mantienen firmes gracias a una historia con la proporción exacta de magia, encanto y gancho.
De esta manera, en el trasfondo de la historia, 'Wolf Children' es una fábula, en la que temas como la búsqueda de la identidad propia, o buscar tu lugar en el mundo, ganan importancia y con un mensaje que se lee claro: sigue siempre tu propio camino, ese que te llene más o creas que te conviene, pero nunca reniegues de lo eres, porque eso será algo que te acompañará toda la vida.