Una vez mas aquí estamos con otra reseña literaria, en este caso nos encontramos con el libro El Yermo, de Sergi Llauger, que amablemente Ediciones Minotaruo y Planeta de libros, nos han ofrecido en formato de edición rustica con solapa.
A algunos quizás les suene el nombre del autor, y es que Sergi Llauger, escritor barcelones, residente actualmente de Granollers, publicó en 2010 su primera novela, Diario de un zombi adolescente, con la que tuvo unas muy buena criticas y se posiciono rápidamente como escritor de éxito en varios países, llegando a vender dieciocho ediciones de dicho titulo.
La novela con la que nos encontramos hoy es su segunda obra, publicada a inicios de este mes de octubre para todos aquellos lectores amantes del género de ciencia-ficción, y mas en concreto en mundos Post-Apocalipticos.
Ciencia ficción, terror y suspense se mezclan en la novela que transcurre en una Gran Bretaña post apocalíptica, un mundo donde ya no hay lugar para la vida tal y como la conocemos. Los pocos supervivientes que quedan subsisten sin apenas recursos, la mayoría en asentamientos reconstruidos con los restos de la civilización, y regidos por la ley del más fuerte, la barbarie y el miedo.
En esta situación nos encontramos a Adam y Caleb, unos hermanos que se esfuerzan por sobrevivir, al igual que los pocos supervivientes que quedan en el mundo. Ellos viven aislados en la frontera con la Zona Prohibida, al sur de la antigua Londres, a partir de la cual les esperaría una muerte segura. A lo largo de la historia emprenderán un viaje épico para seguir los pasos de su padre, desaparecido años atrás, el cual parecía poseer el secreto para cambiar el mundo.
Tras esta sinopsis nos encontramos una novela fácil de leer, sin complicaciones ni grandes pretensiones, con un ritmo narrativo fluido y sin altibajos. El autor domina perfectamente la tensión dramática, haciéndola estar presente a lo largo de todo el libro como hilo conductor, acentuándola en los puntos importantes de la historia, pero sin lograr que desaparezca jamas, lo cual genera para el lector un aliciente para seguir leyendo.
La ambientación no muestra ningún tipo de elemento característico; aparte de el hecho de que es post nuclear y que tiene lugar en Londres, lo cual la hace genérica y sin pretensiones, fácilmente comparable a otras novelas de este mismo genero; por lo que a aquellos lectores que esperen algo nuevo, siento decepcionarles pero este no es su libro.
Sin embargo, esta simplicidad le sirve al autor para poner en un punto mas alto a los personajes.
¿Y que podemos decir de los personajes entonces?
Por un lado nos encontramos a los dos hermanos, Adam el mayor y Caleb el pequeño, huérfanos de madre y con un padre desaparecido hace años, que sin embargo han sabido lidiar con su situación. Tienen su mas y sus menos, y se les pilla cariño rápidamente gracias al comportamiento real, no son perfectos, enferman y se equivocan como todos los humanos, lo cual es hace ver mas cercanos.
En el otro lado nos encontramos lo opuesto de forma radical, y es que en todo mundo destruido siempre hay villanos y estos tienen los rostros de la desesperación, la barbarie y el miedo por el que se han dejado llevar.
De esta manera nos podemos encontrar con el cumulo del terror y la lujuria, pero que si nos paramos a mirar detenidamente persona por persona, encontramos que cada uno tiene sus luces y sus sombras.
Finalmente, y como enemigo común, nos encontramos a los Otros, los Nocturnos, criaturas de forma humanoide cuyo objetivo principal en la novela es recrear aquello contra lo que la gente se revelará y volverá a unirse. Es la maldad primigenia a la que no se puede combatir y de la que no se puede escapar.
Sobre la historia poco se puede contar sin desvelar el misterio, sin embargo si que podríamos mencionar que su objetivo primordial es la unión de ambos hermanos, separados por problemas con el resto de la humanidad; y a largo plazo, descubrir como se a llegado a esa situación en la tierra, así como la respuesta a la pregunta que todo el mundo se hace, que son los Nocturnos.
Añadir, como opinión personal, que aunque la historia parte de una buena premisa, y tiene un buen desarrollo, el final flojea un poco, pero eso es simplemente la humilde opinión de una servidora.
En definitiva, podríamos decir que El Yermo es una obra dirigida a un publico que ya conoce las vicisitudes de los mundos post-apocalípticos, por lo que el autor, sabiéndose conocedor del publico al que va dirigido, obvia las nimiedades esperando que el lector les insufle su propia perspectiva. Los personajes así como la historia son sencillos, con una buena base y un desarrollo que va haciéndose notable a lo largo de la novela, pese a su flojo final.
Así pues, nos encontramos ante un buen libro, que gustará a aquellos que busquen un pasatiempo rápido y en forma de ciencia-ficción.