Lucasfilm, la productora californiana responsable de la franquicia Star Wars, ha anunciado esta ambiciosa declaración en su intervención durante el evento de BAFTA en Londres. Kim Libreri anunció que con los avances conseguidos se podrán transferir las técnicas utilizadas en los videojuegos a la realización de películas a través de las capturas de movimiento en tiempo real y los motores gráficos de videojuegos.
"Todo el mundo ha visto lo que podemos hacer en las películas, y creo que la mayoría estará de acuerdo en que la industria de los videojuegos está alcanzándola muy rápidamente, especialmente en los títulos de nueva generación. Estoy bastante seguro de que en la próxima década veremos una convergencia en términos tradicionales de efectos visuales pero trabajando de forma completamente interactiva".
Confían en que los gráficos conseguidos por ordenador sean tan realistas que, en la próxima década, no sea necesario pasar por una fase de post-producción y una vez se salga del set de cine la película esté completamente finalizada. Esta confianza se debe a dos proyectos que han llevado a cabo en estos últimos años: el primero fue un cortometraje creado en ocho semanas, en colaboración con ILM, al igual que su segundo trabajo, el videojuego Star Wars 1313 que fue anunciado en el E3 de 2012 y que tras la adquisición de LucasArts por Disney fue cancelado. No obstante, 1313 ha sido utilizado por Lucasfilm para demostrar la captura de movimiento en tiempo real.
Asimismo, la compañía cree que en un futuro cercano estos intercambios entre el cine y los videojuegos allanarán el terreno a las películas personalizables en tiempo real por parte del espectador. Libreri puso como ejemplo una posible película de animación de Disney transmitida desde la nube en la que se permitiese que cualquiera pudiese personalizarla, bien cambiando el vestuario de los personajes o incluyendo en el fondo de la película a algún amigo.
Sin duda este tipo de avances pueden suponer una gran mejora para el mundo del cine, aunque desligarse completamente de las técnicas tradicionales puede suponer una nueva polémica. Por lo pronto sólo nos queda esperar que nos depararán todos estos avances.