TV Series: Once Upon a Time 2x19 - Lacey (Review)

¡Hoi Hoi!
Hoy me estreno en esto de las reviews Akiberas y, como buena Oncer que soy, no podía hacerlo sino comentando el capítulo del pasado domingo de la serie de la ABC Once Upon a Time (en España, Érase una vez, en AXN).

Aviso que esta entrada contiene spoilers, ¡para aquellos que no lo hayan visto todavía!.

La cosa es que llevo todo el día pensando cómo empezar mi review y sólo se me ocurre esto:


Empezar por el principio. Y el principio a mí me ha dado ganas de llorar.
En serio, me encanta esta serie, su temática la hace especial y, ¡porras! ¡Soy una chica Disney! Pero esto ya es pasarse. Cuando he visto a Gold/Rumpelstiltskin tan sumamente feliz, tan bueno, he sentido la necesidad de tirar el pc por la ventana.



Pero bueno, no voy a recrearme en esto ahora, porque la cosa sigue.
El capítulo comienza tal que así, celebrando el cumpleaños de nuestro querido niño que reúne lo mejor de cada casa. Todo pinta a que Gold, ofreciendo a su nieto todos los objetos de su tienda para que escoja su regalo de cumpleaños, pretende ser un ejemplo de abuelo encantador, cosa que no es, como demuestra a los pocos segundos, devolviéndome un poco la fe en los guionistas.


Aunque sea un sueño, se agradece que Gold siga teniendo esos deseos tan oscuros. Y, reconocedlo, ver a Henry convertido en porcelana tampoco está tan mal. Además, como guiño a Wicked, está hasta gracioso.

Sin embargo, y continuando con el meollo de la cuestión, todo es una pesadilla que trae de cabeza a nuestro cocodrilo. Así pues, sigue esforzándose en ser un buen hombre, un buen padre - un poco tarde - y, porqué no, un buen abuelo.
Pero todos los que seguimos esta serie sabemos que sólo una persona es capaz de sacar todo lo bueno que hay en él. Es aquí, después de una conversación con Regina que me ha divertido bastante personalmente, cuando se ve que el capítulo es para nosotros los Rumbellers. He sentido miedo.

Esto es porque siento que desde que Belle recuperó la memoria, no han sabido qué hacer con ellos dos: una bondad pura con la maldad más caótica. ¿Qué carajos hacen juntos? O eso es lo que transmiten los guionistas con esos bodrios que les preparan.
Si bien es cierto que desde entonces han ocurrido muchas cosas, opino que no han sabido sacarle del todo partido a esa relación. Reconozco que cuando Hook la disparó (antes de, cómo no, recibir una soberana paliza), mi alma Rumbeller sufrió, pero mi espíritu Oncer dio palmas de alegría.

De nuevo tenemos a Belle amnésica perdida y es algo que le viene bien. Es como un re-reinicio que trae de vuelta la mala leche de Gold y la inocencia de ella. Entonces nos traen conversaciones maravillosas como la del capítulo anterior al teléfono o la de éste, en el hospital. Tierna pero sin ser pegajosa. Bien, remontamos el capítulo.

Para echarle un capote a estos dos, el capítulo continúa en Fairytale Land, donde vemos lo que ocurre en medio de los hechos que nos mostraron en el 1x12 (Skin Deep). Vamos, un tiempo después de que Belle llegue al Castillo Oscuro.
Aquí se me hace la boca agua. No puedo evitarlo. Adoro a Robert Carlyle y su facilidad para cambiar de registro. Esa voz chillona de duendecillo cabrón me encanta.


Si por mi fuera, la historia de Rumpelstiltskin y Belle sólo ocurriría en el mundo de los cuentos de hadas. Él es malo maloso, no se lo han cargado como antagonista, y ella es la Bella de la película que todos (o casi todos) hemos visto.

Para demostrarnos que aún no ha caído bajo los encantos de su nueva criada, entra en acción un ladronzuelo que intenta robar, ni más ni menos, que una varita mágica cuyas propiedades desconocemos. Este desconocido no duda en dispararle una flecha directa al corazón del malvado anfitrión.
No obstante, sabemos que Rumpel no muere así como así, y que no le gusta que le roben. Así pues, el recién llegado, que no es otro sino Robin Hood, termina como invitado obligado en la sala de torturas de la bestia.

De vuelta a Storybrooke, Regina decide ayudar a Belle a recuperar su memoria. Claro que a la alcaldesa creo que se le va un poco la mano, pero antes de comprobarlo, nos meten una escena de la pareja del momento: Tamara y Greg. Esos dos que nadie sabe porqué existen ni qué pintan allí, pero eh, ahí están, dando por saco.

A Dios gracias, y para que no nos olvidemos de qué está pasando en Storybroke realmente, volvemos a ver al tierno Anton, trabajando en la plantación de judías mágicas (aunque no parece eso de lejos). Se me ha escapado un gritito de alegría al verle. ¿Qué? ¡Me gusta! ¡No puedo evitarlo!

Después de esta agradable escena, volvemos al tema principal del capítulo. Gold llega al hospital y se encuentra con que Belle se ha largado, dejando tras de sí un cartón con cerillas del "Rabbit's Hole". Lo siento, en español me suena terriblemente feo.
Es entonces cuando por fin conocemos a Lacey, el alter ego que Regina se ha encargado de crearle a Belle.


Esta Lacey es un poco guarrilla. Otra a la que le va el cambio de personalidad en milésimas de segundo ya que, después de mandar a paseo a Gold, volvemos a Fairytale Land y a su adorable y valiente Belle. La tía le echa ovarios y le planta cara a Rumpel, liberando a Hood.

Cuando regresamos al pueblecito de Maine, me río por no llorar. De haber visto a un fuerte Rumpelstiltskin segundos atrás, pasamos a tener al más patético Gold de todos los tiempos, mendigando una cita a Lacey que se sabe que no va a acabar bien, ni aún siguiendo los consejos de Charming.

En medio, y para no perder la costumbre, Emma mete la pata.

No creo que necesite repetir lo deplorable que me parece lo que hacen con Gold. Es que ni siquiera me parece bonito. Por eso cuando, durante la cena entre él y Lacey el flashback prosigue, he respirado tranquila.
Y es que no puedo evitarlo. Me gusta que Belle saque lo bueno de Rumpelstiltskin. Pero es que también me gusta así.


"Darker. Much Darker, dearie"
Me encanta que en el mundo de los cuentos de hadas se parezcan tanto a la película de Disney. Pero odio la cursilería innecesaria con la que los pintan en el mundo real. Por ello, cuando Lacey, ya de vuelta a Storybroke, le canta las cuarenta al patético hombrecillo cojo, me he sentido hasta identificada.

Mientras Regina descubre la plantación, las palabras de la malvada Belle surten efecto. En seguida se nota, cuando la voz de Carlyle se vuelve seca y monótona. Estaba esperándolo como agua de mayo. Ni hijo, ni nieto, ni leches en vinagre.
Vale que tiene una parte buena, pero él es El Oscuro. Y debe seguir siéndolo, aunque sea más gris que negro.

Me da igual que mi escena favorita del capítulo sea la de la biblioteca, justo la que quería ver a toda costa. Lo que más aplaudo es el retorno de Rumpelstiltskin, el malvado de tantos cuentos en Once Upon a Time. Hasta él mismo se da cuenta de que es justo lo que necesita para recuperar a Belle.

Y ahora mi pregunta es: ¿qué ocurrirá si realmente Gold consigue enamorarla y romper su nueva maldición? A Belle le va a dar un paro cuando recuerde lo guarrilla que ha sido y a qué ha llevado a Gold. Jiji.

Total, que para continuar un poco la historia de RumBelle y para ver los paralelismos entre Rumpel/Belle - Gold/Lacey, no está mal. ¿Que se podrían haber ahorrado todo lo de estos dos últimos? Pues también.
Pero es evidente que no siempre llueve a gusto de todos y a mí este capítulo me ha cogido con medio cuerpo calándose bajo una lluvia de barro.

Para terminar, un poco de sadomaso de parte de nuestro dummie favorito:

Abayo!