Cómic: End, Elisabeth (review)


Una de las novedades que nos ha traído el pasado Salón del Cómic de Barcelona es End: Elisabeth, de la mano de Norma Editorial. Esta obra tiene como a autoras a Barbara Canepa y Anna Merli; la primera de ellas co-autora de la popular Skydoll y la segunda una ilustradora bastante desconocida, que según Google es autora de varias novelas gráficas de Disney.

Un dibujo de Anna Merli, para que veais que tal es.

La edición en tapa dura es una gozada en cuanto a calidad -con efectos de satinado en portada y contraportada- y pasar las hojas de esta novela gráfica es una gozada, aunque con matices.

De la obra en cuestión os dejo la sinopsis (o lo que sea) que figura en la contraportada: " Imagina... que el mundo que te rodea no se moviera. Que el murmullo del viento y el repiqueteo de la lluvia se repitieran inexorablemente en su monótono devenir... que reinara un silencio soberano que os convirtiera en invisibles.... Así es mi universo. Un mundo en el que la nana del tiempo ha dejado de sonar Un mundo inanimado, privado de color, donde los espíritus y las almas perdidas encuentran por fin la paz... en sus mausoleos solemnes e intemporales... Tengo 13 años. Elisabeth es mi nombre. Mi pelo es blanco como la vida. Si el corazón os lo pide, podéis encontrarme. Pero para hacerlo, tendréis que morir."



¿Os habéis enterado de la historia? ¿No? Tranquilos, que si os leéis el tomo tampoco os enteraréis. End: Elisabeth va de una niña de trece años que muere en extrañas circunstancias (no te explican cómo, sólo que son extrañas) y que ha pasado a vivir en una especie de limbo junto a tres simpáticas mascotas: Napoleón, un gato que en vez de patas tiene colas de serpiente de coral; una especie de sapo-renacuajo-araña y Leo, un murciélago clavadito al de la peli de Anastasia de Dreamworks, pero con patas de pollo. Elisabeth ha adquirido ademas una especie de poder al morir: al descubrir sus manos lo que toca o lo que hay a su alrededor (no me queda muy claro, la verdad) muere, así que va con las manos enguantadas a lo Pícara, pero con gasas que es como más romántico.
En la historia también se entremezcla un internado católico de niñas, una hermana con poderes premonitorios  que tiene algo turbio pero que no sabes muy bien qué y una amiga que también parece tener poderes, o algo. Pero vamos, que también es turbia.
Todos estos elementos quedan ligados por un hilo argumental que no sabes muy bien hacia dónde va y que queda sepultado por lineas de texto enrevesados y un poco forzados.

Napoleón, un animal que en vez de patas tiene colas de serpiente... perturbador.

Precisamente este exceso de texto y de adjetivos colaboran al tono tristón de la obra y a darle aire a los cuentos y novelas de terror gótico, que supongo que es el objetivo. Todo ello se suma a una ambientación del s. XIX con mucha fantasía para crear paisajes y escenas preciosas y románticas, junto a un color apastelado y un poco lúgubre, pero en lineas generales muy bonito.

Precisamente el dibujo es el plato fuerte de End: Elisabeth. Se nota el estilo predominante de Canepa, aunque algo diferente a lo que se vio en Skydoll: los personajes son más redondeado, más infantiles en general y más estaticos que en la anterior obra. Este cambio hace que el conjunto funcione aunque personalmente hecho de menos el tono más desenfadado y dinámico de Skydoll.

Portada de Skydoll #2

En resumen, mi consejo es que End: Elisabeth vale la pena más como artbook que como novela gráfica, especialmente si eres fan de la obra de Canepa. La historia sólo la recomendaría si eres especialmente fan de los cuentos góticos que no van a ninguna parte... muy estilo Victoria Francés. De todas formas, este primer tomo asienta las bases para una historia que puede ser interesante, así que habrá que esperar al siguiente tomo para ver si es capaz de hacer una buena trama o nos quedamos sólo con más descripciones largas y tristes pero con poca chicha.