Cine: Robot Jox (review).

Ahora que vuelve la fiebre de los Mechas con Pacific Rim y sus fantabulosas máquinas de combate no puedo sino acordarme de uno de esos clásicos de mi infancia…

Me refiero a la gloriosa y mítica Robot Jox.

Portadas así hacían que valiese
la pena ir a los videoclubs.
Bueno, quizás este exagerando, porque esta es una película de los 90 de la que no estoy seguro se acuerde nadie y que si la ve alguno de vosotros probablemente se arranque los ojos mientras se pregunta  “¿Por qué señor? ¿ Porque?”.

Pero yo la vi de enano y para mí en aquel momento esa película era la bomba.
“¿Pero  de que va esta película?” os preguntareis... que si no lo hacéis no me importa, os lo pienso contar igual.

Nos encontramos en el típico futuro post-apocalíptico después de la tercera guerra mundial… Dos facciones enfrentadas gobiernan el planeta el Mercado y la Confederación, que son respectivamente los Estados Unidos y la URSS del futuro.

Sin embargo, nos encontramos con que Einstein se equivocó y en vez de palos y piedras  la cuarta guerra Mundial  se pelea con JODIDOS ROBOTS GLADIADORES GIGANTES!


Resulta que después de la devastación nuclear los líderes de ambas facciones se dieron cuenta que la cosa de las bombas nucleares era menos sana que la economía española y  se llegó a un acuerdo según el cual las dos naciones  lucharían por el territorio mediante duelos entre robots gigantes pilotados por humanos genéticamente creados para ser los pilotos perfectos, los Mecha… que diga, los Robot Jox.

Así de primeras se  nos presenta al villano de la película: Alexander, el piloto de la Confederación que es uno de esos rusos de los noventa que aparte de ser comunista  es más malo que el pan de anteayer, pues se dedica a matar a todos sus contrincantes aun cuando ya les ha derrotado. Vamos, que es un malo tan clásico y típico que a partir de ahora le llamaremos Iván Drago.

Aquiles, nuestro protagonista por otro lado es… bueno… es un americano de peli de acción. Es tan guaperas, bueno, inteligente y fantástico que le da rabia hasta a tu madre.  Sus mejores amigos son un señor japonés que diseña los robots de combate de El Mercado y su entrenador que es un legendario Jox  que ha sido el único de la historia que ha ganado los diez combates de rigor para poder retirarse.
Vamos, que si pierde es para darle dos hostias.

La trama se complica porque al parecer hay un espía de la Confederación que está filtrando información sobre los robots de El Mercado.  Eso está haciendo que los bolcheviques estén ganando los últimos combates y que Iván Drago pueda mantener su hobby de matar pilotos rivales. Al parecer, tal sucia y rastrera artimaña no le gusta nada a Aquiles, básicamente porque se enfrentara a Iván Drago en su próximo combate, que es el décimo. Y vamos,  eso es tener reserva hecha en el cementerio como mínimo.

El caso es que nuestros dos antagonistas tienen un combate de esos que te parecen legendarios cuando tienes diez años que termina con ambos robots hechos polvo después de dispararse lasers, fasers y tasers y de meterse una cantidad de toñas importante. Pero  como Iván  es tan y tan rematadamente malvado esto no puede acabar en empate y en un último intento de ganar lanza un “puños-fuera” contra Aquiles sin importarle las vidas de los espectadores que están en las gradas.

Si, en vez  de estar viendo el combate de dos máquinas de guerra de cientos de toneladas , con más armas que el puto avión ese del final de Mirai Shōnen Konan, desde casa, cómodamente y a una distancia segura de varios cientos de kilómetros… Están en unas putas gradas como si esto fuese el  final de la Champions.

Porque vamos, que en el futuro son, como poco, idiotas del culo.

El caso es que el puños-fuera de Iván sale despedido con tanta maldad comunista que se desvía directo hacia los espectadores. Aquí es donde yo calculo que matara a una o dos docenas de personas a lo sumo.  Sin embargo Aquiles lo ve de otro modo y toma la rápida decisión de usar su cuerpo para interceptar el ataque.

Pero la insidia bolchevique es tal que el efecto escudo humano de nuestro héroe acaba con un robot de cientos de toneladas desplomándose sobre las gradas. Claro que si campeón, eso es tener buena estrella.

Aquí tenemos la foto de graduación
del bueno de Aquiles.
El combate termina en empate por lo que se declara que se repetirá en unos días, pero Aquiles esta devastado por su estupidez así que insiste en que se retira porque era su décimo combate y que suda, que el marrón se lo coma otro. 

Así que, después de que pasen un montón de mierdas que no nos interesan en absoluto porque lo único que queremos es ver robots gigantes peleando, nos plantamos en la revancha… pero hay dos cambios: Primero que una chica llamada Atena es la sustituta de Aquiles… y que Iván Drago tiene ahora un robot con patas de araña que es como diez veces más pepino, lo cual quiere decir que en el futuro aparte de vestir raro, les importa muy poco eso de repetir los combates manteniéndose fieles al original.

El caso es que como Atena es mujer y esto son los noventa, Aquiles tiene bien claro que no puede ganar. Así que tras desenmascarar a su entrenador como el espía de la Confederación, así como quien sale a comprar al el periódico, se mete en el campo de batalla y reemplaza a Atenea en medio del combate.

Iván, en un nuevo alarde de maldad se carga a los árbitros sin mediar palabra, pero vamos que está claro que lo hace porque le motiva hacer el mal. Después de eso, continua peleando con Aquiles porque, como todo buen ruso en una película de estas, está lleno de odio y rencor soviético.
Finalmente e tenemos un combate aún más espectacular que el anterior básicamente porque el robot de Aquiles tiene un montón de armas secretas y todo eso… Cosa a la que daremos poca importancia porque lo que realmente mola es el robot de Iván, porque tiene una jodida motosierra en…bueno, mejor lo veis vosotros mismos.


Si amigos, ya podéis decir “ Robot gigante con un pene motosierra” sin referiros al género del cine X.
Gracias Robot Jox.

En fin, para darle un toque aún más épico, pese a que no podamos porque el pene motosierra es lo más grande creado por el hombre, el combate acaba con ambos robots hechos chatarra y los dos pilotos fuera de ellos dándose hostias con palos, con lo que de algún modo nos reconciliamos con el bueno de Einstein.

El duelo continua hasta que Aquiles convence a Iván Drago de sean amiguitos, así que la película termina con los dos pilotos dándose un choque de puños  porque ya se sabe que “ bros before hos”.

Incluso en el futuro, un bro-fist lo arregla todo.