Cine: Django Unchained (review)

Título original: Django Unchained
Título en España: Django Desencadenado.
Estudio: Columbia Pictures.
Duración: 165 minutos.
Año: 2012.
País: U.S.A.
Director: Quentin Tarantino.
Guión: Quentin Tarantino.
Protagonistas: Jamie Foxx, Christoph Waltz, Leonardo DiCaprio, Samuel L. Jackson, Kerry Washington.

Aunque algo tarde, al fin hemos podido tener el placer de ver la última obra de Quentin Tarantino, la cual como todos sabemos ha tenido una acogida magnifica entre el público: Django Unchained.

Mucho se ha dicho de este film, poniéndolo en muchos lugares como el mejor film del consagrado director. Empezaré por aquí; Django es una obra magnifica, pero aunque me quede solo diciéndolo, a mi me gustó muchísimo más Malditos Bastardos.

Ubicado dos años antes de la Guerra Civil, cargado de malos muy malos, racismo, ideologías etc de la época, Django Unchained nos embarca en una historia western de Venganza que, a pesar de sus casi 3 horas, no se hace larga. Y esto, señores, es un mérito a tener muy en cuenta.

En Texas, dos años antes de estallar la Guerra Civil Americana, King Schultz (Christoph Waltz), un cazarecompensas alemán que le sigue la pista a unos asesinos para cobrar por sus cabezas, le promete al esclavo negro Django (Jamie Foxx) dejarlo en libertad si le ayuda a atraparlos. Él acepta pues luego quiere ir a buscar a su esposa Broomhilda (Kerry Washington), una esclava que están en una plantación del terrateniente Calvin Candie (Leonardo DiCaprio).
Nos encontramos ante una obra maestra; la historia está completamente bien cuadrada, cada escena tiene una realización excelente de principio a final, y la trágica trama sobre esclavismo está adornada con la magia de Tarantino en unos cuadros entre los que te sorprendes por la genialidad y te partes por su negrisimo humor y sus diálogos tan peculiares a los que ya estamos acostumbrados. A esto le sumamos una banda sonora a lo viejuno que queda bordada y te mete aun más en materia durante este exquisito film.

Christoph se está convirtiendo en la nueva
estrella Tarantino.
Pero vayamos por partes; el broche de oro son las actuaciones de Christoph Waltz. En su momento ya pudimos ver la genialidad de este actor en Malditos Bastardos, y una vez más es sin lugar a dudas lo mejor del film que aquí nos reúne  Su personaje del cazarrecompensas alemán nos seduce desde que aparece en su peculiar caravana y nos deslumbra con los mejores diálogos de todo el guión, expresados con una grandeza que raramente podemos ver en la gran pantalla.

Haznos olvidar Titanic, aunque sea a martillazos.
Pero aunque sin lugar a dudas Christoph hace un trabajo magnifico, no podemos menospreciar a Leonardo Di Caprio. Interpretando al villando del film y entrando tardíamente en escena, Di Caprio vuelve a realizar un trabajo impecable. Y es que este actor, que en un principio comenzó una carrera muy brillante pero muy lejos de lo que yo consideraría unas grandes actuaciones, ha reciclado su carrera de una forma que me tiene entusiasmado, desde Inception hasta la actual, pasando por una serie de trabajos impecables que lo están convirtiendo en un actorazo de pies a cabeza.

Finalmente pero no menos importante tenemos a la tercera estrella, Samuel L. Jackson, haciendo de mayordomo esclavo/cabrón de color de la época con un maquillaje y una simulación de vejez/parkinson que nos hace adorar su interpretación de inicio a final.

Es imposible no reirse al verle, por muy malnacido que sea su personaje... ¡Bravo Samuel!

Ola ke ase. Actúas o ke ase.
Y esto nos deja con el resto del reparto, incluido Jamie Foxx, protagonista del film: Django.
Lo siento por Jamie, pero ante semejante despliegue de habilidad en la película por parte de sus compañeros, Django queda en la sombra más absoluta, llegando el punto en que su presencia es, aunque necesaria para el desarrollo de la trama, totalmente difusa y diluida entre la magnitud de lo que estamos viendo en pantalla.

No es que haga un mal trabajo... simplemente, no está al nivel.

Dejando de lado este aspecto, como decía antes nos encontramos ante una obra maestra del western; esto es para todos aquellos que sepan disfrutar los diálogos made in Tarantino y las balas de revolver que hacen explotar cabezas como sandias, con sangre salpicando por todos lados como si esto fuera una tomatina.