Knights of Sidonia (Sidonia no Kishi シドニアの騎士) nos llega en perfecto castellano gracias a la traducción de Daruma, en un rústica con sobrecubierta de 130x180mm en cuyo interior encontramos los capítulos 31 a 35 de esta historia a lo largo de 192 páginas. Una fantástica edición de la mano de Panini Comics en la que encontramos un clon del tankoubon japonés de Kodansha, con cuatro páginas iniciales a todo color y una rotulación y diseño de Drac Studio que nos deja más que contentos.
Este seinen es la obra terminada más reciente por el mangaka, una nueva historia de ciencia ficción dentro de su característico estilo que se inició en las páginas de la revista Monthly Afternoon en el año 2009, cerrando el 25 de septiembre de 2015 con un total de 15 tomos recopilatorios.
La obra ha recibido ya dos temporadas anime de la mano de POLYGON PICTURES, contando con dirección de Hiroyuki Seshita, codirección y supervisión de CG de Tadahiro Yoshihira, y de momento estamos a la espera de una tercera.
Antes de sumergirnos de lleno en el contenido de este volumen, pongámonos un poco en situación, amigos lectores.
Knights of Sidonia nos sitúa en un futuro en que los humanos han sido exiliados de las Tierra tras la invasión de una extraña especie alienígena llamada Gauna, monstruos gigantes e incomprensibles que tras expulsarles del sistema solar les han seguido persiguiendo durante siglos hasta la era que se nos presenta en esta historia.
Los restos supervivientes de la humanidad viaja en un enorme coloso espacial llamado Sidonia; un constructo monstruoso que sirve de arca de salvación y en cuyo interior de inmensas dimensiones se encuentra una gigantesca ciudad colmena con cielo propio e incluso lagos.
Para defenderse de la amenaza exterior que aun sigue persiguiéndola, esta nueva sociedad ha diseñado unos robots tripulados de gran tamaño llamados Morito (aka Guardianes); una linea de defensa escasa que posee unas lanzas llamadas Kabizashi capaces de dañar la placenta que rodea a los Gauna y exterminarlos.
Bienes escasos para una guerra perdida de antemano.
Nos encontramos ante un tomo clave en el cual se introduce por fin uno de los personajes centrales de toda esta historia y que servirá de pilar indiscutible e indispensable a todo lo que está por venir.
Mientras los pilotos continúan haciendo frente a la nueva amenaza que ha surgido con la aparición de la nave compuesta Gauna 21, conocida como la Ocarina, hace aparición un Gauna que se posiciona del lado de los guardianes para sorpresa de todos; un monstruo rosado con un tamaño similar al de sus propios guardianes y que se presenta como el nuevo proyecto bélico desarrollado por Kunato, quién se ha convertido en el nuevo recipiente para el herético científico Ochiai, quién ha logrado reemplazarle por completo en su cuerpo sin que nadie lo sospeche, resucitando de nuevo en el interior del Sidonia y dando continuidad a sus planes, que ya supusieron casi la extinción de la humanidad en el pasado.
Tsugumi Shiraui es el nombre al que responde este ser, una fusión ente humano y gauna con consciencia propia, un caracter femenino e inesperadamente dulce de cara a Nagate y un potencial inmenso que puede decantar la guerra del lado de los humanos.
Pero su propia existencia suscita por supuesto una gran desconfianza en la población del Sidonia, que no se encuentra nada dispuesta a aceptar a un monstruo con genética Gauna entre los suyos, aun a pesar de su fantástico papel en la batalla contra el Ocarina.
Nagate, quizá debido a su propio sentimiento de diferencia con sus congéneres parece ser el único que se muestra de su lado y con la intención de ayudarla a integrarse y preocuparse por ella, aunque quizá esta forma de ser solo le traiga problemas una vez más.
Sea como fuere, la nueva amenaza de la gran nave compuesta hará que Tsugumi sea indispensable para la supervivencia de la humanidad...
Mientras los pilotos continúan haciendo frente a la nueva amenaza que ha surgido con la aparición de la nave compuesta Gauna 21, conocida como la Ocarina, hace aparición un Gauna que se posiciona del lado de los guardianes para sorpresa de todos; un monstruo rosado con un tamaño similar al de sus propios guardianes y que se presenta como el nuevo proyecto bélico desarrollado por Kunato, quién se ha convertido en el nuevo recipiente para el herético científico Ochiai, quién ha logrado reemplazarle por completo en su cuerpo sin que nadie lo sospeche, resucitando de nuevo en el interior del Sidonia y dando continuidad a sus planes, que ya supusieron casi la extinción de la humanidad en el pasado.
Pero su propia existencia suscita por supuesto una gran desconfianza en la población del Sidonia, que no se encuentra nada dispuesta a aceptar a un monstruo con genética Gauna entre los suyos, aun a pesar de su fantástico papel en la batalla contra el Ocarina.
Nagate, quizá debido a su propio sentimiento de diferencia con sus congéneres parece ser el único que se muestra de su lado y con la intención de ayudarla a integrarse y preocuparse por ella, aunque quizá esta forma de ser solo le traiga problemas una vez más.
Tsutomu Nihei nos ofrece un volumen repleto de trepidantes batallas en las que Tanikaze y Tsugumi se lucen especialmente, pero no deja de ofrecer valiosa información que continúa agravando la situación en las tinieblas del Sidonia, dónde se oculta la verdadera amenaza en la figura de Ochiai.
Y no solo Ochiai, si no que algo tenebroso parece estar también cociéndose entre el consejo inmortal de la nave, una oscuridad que parece extender sus tentáculos para amenazar a todos los humanos de su tripulación...
Sin duda, un tomo rico en el que la historia comienza a tomar un giro importante, dirigiéndose hacia un clímax inevitable.
Y no solo Ochiai, si no que algo tenebroso parece estar también cociéndose entre el consejo inmortal de la nave, una oscuridad que parece extender sus tentáculos para amenazar a todos los humanos de su tripulación...
Sin duda, un tomo rico en el que la historia comienza a tomar un giro importante, dirigiéndose hacia un clímax inevitable.
