Obra del artista francés Souillon, a quién ya conocemos en nuestras tierras por el lanzamiento de Hello Fucktopia de manos de Fandogamia, en esta ocasión abandonamos un poco lo conocido para adentrarnos en lo que realmente es el núcleo fuerte de su universo, su famoso webcómic que además ahora podemos disfrutar también en castellano de forma totalmente gratuita en http://maliki.com/es
Sí, habéis leído bien, gratis.
Pero dejando de lado esta palabra que tanto os gusta, vuestra alternativa a leerlo en papel en un ladrillo de lo más atractivo nos llega como ya os comentábamos gracias a Ediciones Babylon, quienes a lo largo de una rústica de 304 páginas a todo color nos fascinan con las venturas y desventuras del día a día de Maliki.
Una opción que, desde luego, agradeceréis una vez conozcáis a esta muchacha bidimensional. Y es que la jodía se hace querer.
A estas alturas todos sabemos lo que es un webcomic y un blog, así que no nos vamos a meter en la movida de explicarlo (si no, preguntadle a vuestro amigo google).
Así pues, nos encontramos con un blog en formato webcomic que nos relata el día a día de Maliki, una chica que vive en un pueblucho en medio de la campiña y que se dedica a su vocación: dibujar cómics.
Pero su vida como dibujante de cómics es bastante "normal". Sus historia narran principalmente su vida con sus compañeros de piso, vecinos, gatos y gallinas (sí, tiene gallinas), sus alegrías, anécdotas, depresiones y en general, su supervivencia en un mundo que parece que no está diseñado para nosotros.
Así que, dejando su profesión, ¿qué tiene esto de especial?
Empezando por el principio, Maliki no existe.
Esperad, ¡no os suicidéis aun! ¡Existe en... vuestros corazones! ¡Eso!
Souillon es la verdadera mente genial tras este entrañable personaje, que utiliza de puerta para narrar toda una serie de pequeñas historias de una o dos páginas; tiras cómicas en las que retrata lo cotidiano de una manera de lo más simpática y que, inevitablemente, nos arrancan una sonrisa al sentirnos identificados con lo chalada que está nuestra pelirrosa favorita.
Sí, identificados, por que a pesar de tener unas gallinas y de que parece que su vida carece de lógica, Maliki es mucho más humana de lo que nos puede decir su dibujo, y sus locuras se acercan mucho más a nuestro día a día que lo que podemos leer en otros lados.
O al menos a la mía <_ p="">
El atractivo de estas anécdotas nace de dos lados, además de la simpatía implícita en el universo que ha desarrollado Maliki que ya hemos mencionado.
La primera de ellas es la frescura de la que se dotan las historias gracias a las toneladas de referencias que podemos encontrar en sus viñetas. No es raro que Maliki esté rodeada de posters de Zelda o de golpe haga un ejemplo poniendo en sus viñetas a Kenshiro de Hokuto no Ken, o que la veamos de repente encarnado a Megaman y otros personajes en sus viñetas.
La segunda es el impresionante arte que encontramos en sus páginas, con un estilo manganime y cartoon que nos recuerda a los diseños para la banda musical Gorillaz. realizados por Jamie Hewlett, co-creador del cómic Tank Girl.
¿Quién no quiere leer las aventuras y desventuras de una dibujante de cómic ficticia que es tan friki como el lector que engulle sus viñetas con su mente de forma compulsiva?
Desde luego nos encontramos ante uno de los BD más divertidos que he leído en mucho tiempo, otra de esas obras que reúne en su haber el clásico cómic europeo de nueva generación, en el que podemos contemplar unos autores a los que el manga marco su vida y su estilo, resultando en algo totalmente nuevo y evolucionado.
¿Queréis disfrutar y pasar un buen rato? Esta es vuestra lectura.
En serio, echadle un ojo. No os arrepentiréis.
