Es Jeff! es mucho más que un simple recopilatorio humorístico: es la confirmación de que Marvel Comics todavía puede sorprender con propuestas frescas, amables y capaces de conquistar a cualquier lector, sin importar su edad o experiencia previa con los superhéroes. La edición en cartoné publicada por Panini Comics reúne It’s Jeff!, It’s Jeff!: The Jeff-Verse, su participación en Venom War: It’s Jeff! y material procedente de Extreme Venomverse #5, en un tomo de 128 páginas a todo color donde el pequeño tiburón terrestre vuelve a demostrar por qué se ha convertido en uno de los personajes más queridos de La Casa de las Ideas.
En este tomo, Thompson vuelve a demostrar que entiende perfectamente la esencia del personaje, construyendo historias mudas o casi mudas en las que la acción y la comedia se transmiten exclusivamente a través de los gestos, el ritmo visual y la expresividad de los personajes. Esa apuesta por el humor físico, limpio y universal convierte a Es Jeff! en una obra accesible para niños, pero igualmente irresistible para adultos que buscan una lectura ligera, encantadora y llena de personalidad.
A ese encanto contribuye de forma decisiva el arte de Gurihiru, el dúo creativo japonés cuya mezcla de manga, cartoon y estilo superheroico resulta perfecta para el tono de la serie. Su Jeff es el equilibrio ideal entre criatura marina y mascota entrañable: redondo, expresivo, flexible y capaz de transmitir emociones con una simple inclinación de cabeza o una sonrisa llena de dientes.
Dado que la mayoría de historias prescinden casi por completo de diálogos, este dinamismo visual se convierte en el elemento fundamental sobre el que se sostiene el relato. Gurihiru demuestra una enorme habilidad para construir secuencias claras, irresistiblemente graciosas y repletas de detalles que invitan a releer cada página.
Jeff se mete en lavadoras, roba comida, aterroriza (sin querer) a la gente en la playa, se desliza por la casa de los Vengadores, convierte misiones épicas en auténticas catástrofes y, en ocasiones, logra incluso salvar el día por pura suerte. La serie brilla especialmente cuando introduce giros inesperados, como un Jeff diminuto rodeado de hormigas o un Jeff enfrentándose a versiones alternativas de sí mismo en el Jeff-Verso, demostrando que Thompson sabe expandir su mundo sin perder la simplicidad que lo define.
Uno de los grandes logros de Es Jeff! es su capacidad para funcionar completamente al margen de la continuidad compleja habitual de Marvel. Es un cómic que cualquiera puede abrir y disfrutar sin necesidad de saber quiénes son los Vengadores, cómo funciona el multiverso o en qué saga cósmica están metidos los héroes esta semana. Sin embargo, para los lectores veteranos, la obra ofrece un nivel extra de diversión: pequeñas referencias, cameos bien integrados y situaciones que juegan con el contraste entre la épica superheroica y la absoluta candidez de Jeff. El resultado es un equilibrio perfecto entre tributo, parodia suave y celebración del lado más luminoso del cómic estadounidense.
La edición de Panini resulta impecable: formato grande, papel de calidad y una reproducción del color que realza la paleta vibrante de Gurihiru. El tomo incluye historias procedentes de diferentes iniciativas digitales de Marvel Unlimited, y su recopilación en papel es una oportunidad fantástica para disfrutar de su narrativa vertical adaptada al formato físico sin perder fluidez. Es, sin duda, un cómic pensado para regalar, para compartir con lectores jóvenes o para mantener en la estantería como ese volumen al que volver de vez en cuando, cada vez que uno necesita una sonrisa.
Es Jeff! no pretende revolucionar el género ni ofrecer un drama profundo: su misión es transmitir alegría. Y lo consigue con una naturalidad desarmante. Jeff es la prueba de que, incluso en un universo lleno de invasiones alienígenas, guerras multiversales y villanos omnipotentes, todavía hay espacio para la ternura, la sorpresa y el humor más puro. Panini trae a España un tomo que rebosa carisma y que confirma que este pequeño tiburón terrestre ya no es un simple secundario divertido: es una estrella con luz propia.






