Fumando juntos detrás del súper vol. 5 — Reseña Panini Comics
El romance cotidiano creado por Jinushi en Fumando juntos detrás del súper continúa explorando la vulnerabilidad, los silencios y las emociones contenidas de dos personajes que han conquistado al público precisamente por su humanidad. Publicado en España por Panini Comics, el quinto volumen de esta entrañable historia se adentra en uno de sus puntos más delicados hasta la fecha: el choque entre el pasado que atormenta a Tayama y el futuro incierto que Sasaki aún no se atreve a abrazar.
Este tomo de 224 páginas en formato tankōbon no solo consolida la evolución de la relación entre ambos protagonistas, sino que también introduce nuevos matices a través de personajes secundarios que enriquecen el trasfondo emocional. Con su mezcla de humor ligero, melancolía y momentos íntimos, Jinushi reafirma por qué esta obra se ha convertido en una de las sorpresas del slice of life contemporáneo.
Sasaki y Tayama: atrapados entre el pasado y el futuro
En el centro del relato encontramos a un Sasaki que, tras varios volúmenes resistiéndose a admitir lo que siente, empieza a preguntarse qué lugar ocupa realmente Tayama en su vida. Sus dudas reflejan la lucha interna de un hombre que teme volver a sufrir y que todavía arrastra el desencanto del entorno laboral y personal que lo consume día a día. Frente a él, Tayama continúa prisionera de un pasado que la condiciona y que parece impedirle mirar hacia delante. Esa tensión entre lo que cada uno teme y lo que desean en silencio es lo que dota de profundidad a este volumen.
En este quinto tomo, Jinushi consigue que ambos personajes se muestren más frágiles que nunca. Sasaki, con gestos pequeños pero reveladores, deja ver una vulnerabilidad que había tratado de esconder bajo la fachada del salaryman cansado y resignado. Tayama, en cambio, nos regala destellos de un mundo interior marcado por la inseguridad y la duda, pero también por un anhelo genuino de ser aceptada tal y como es.
El regreso de Kawakami y los malentendidos emocionales
Uno de los ejes narrativos de este tomo es el regreso de Kawakami, la amiga de Tayama en el supermercado, ahora convertida en jefa de sección en apenas tres años. Su vuelta genera un contraste interesante: mientras Tayama se muestra orgullosa de los logros de su amiga, Sasaki empieza a sentir celos ante la idea de que este “Kami” pueda ser un hombre importante en la vida de la joven.
El malentendido funciona como catalizador para sacar a la luz sentimientos que hasta ahora estaban enterrados bajo la rutina. El lector asiste a cómo la percepción de Sasaki cambia sutilmente: por primera vez se preocupa por perder un lugar en el corazón de Tayama. Ella, a su vez, se sorprende al intuir esa posible celosa inquietud, preguntándose si eso significa que Sasaki siente algo más profundo por ella.
La presencia de Kawakami también añade una capa de dinamismo, ya que sospecha de la relación entre ambos y se muestra dispuesta a “proteger” a su amiga de lo que interpreta como un hombre mayor sospechoso. Este choque de perspectivas refuerza la naturaleza ambigua de la relación entre Sasaki y Tayama: íntima pero no definida, tierna pero también frágil.
El papel de los secundarios: Obata y la vida en el supermercado
Más allá de la pareja protagonista, Jinushi sigue cuidando con mimo a los secundarios que orbitan alrededor del supermercado. En este volumen destaca Obata, un joven jefe de sección que trata de mejorar sus habilidades sociales con escaso éxito. Sus intentos de acercarse a Tayama, con comentarios torpes que acaban hiriendo más que acercando, revelan lo difícil que resulta abrirse en un entorno laboral marcado por la rigidez y las jerarquías.
El supermercado se convierte, una vez más, en un microcosmos de la vida adulta: un espacio donde se cruzan sueños rotos, ambiciones personales y pequeños gestos de humanidad. Jinushi sabe extraer de este escenario rutinario una carga emocional sorprendente, mostrando cómo detrás de cada uniforme se esconde una historia compleja.
El equilibrio entre humor y melancolía
A pesar de los temas dolorosos —soledad, miedo al futuro, heridas del pasado—, Fumando juntos detrás del súper nunca se sumerge del todo en la tragedia. Jinushi mantiene un equilibrio delicado entre la melancolía y el humor cotidiano. Los malentendidos de Sasaki, las torpezas de Obata o las situaciones absurdas que surgen en el día a día del supermercado aportan ligereza y permiten que el lector respire entre los momentos más emotivos.
Ese contraste es lo que convierte al manga en una lectura adictiva: la sensación de estar ante una historia realista y honesta, capaz de reflejar la vida con sus claroscuros.
Visualmente, este quinto tomo continúa demostrando la fuerza del estilo de Jinushi. Con trazos sencillos pero efectivos, logra transmitir una gama emocional amplísima en los rostros de sus personajes. Las expresiones de Tayama, especialmente cuando lucha contra sus contradicciones, son capaces de decir más que largas conversaciones.
Los fondos, a menudo discretos o difuminados, ponen el foco en los personajes y en los silencios que los rodean. El cigarrillo compartido detrás del súper, los pasillos del supermercado o los encuentros casuales en la calle se transforman en escenarios íntimos cargados de significado.
Conclusión: un volumen decisivo para una historia que sigue creciendo
Fumando juntos detrás del súper vol. 5 confirma que la obra de Jinushi no es un simple romance adulto, sino un retrato honesto y sensible de dos personas que intentan encontrar un refugio en medio de la rutina. Este tomo avanza un paso más en la relación de Sasaki y Tayama, obligándolos a enfrentar tanto lo que sienten como lo que temen.
Con su equilibrio entre humor, drama y ternura, el manga sigue consolidándose como una de las propuestas más originales y entrañables del catálogo actual de Panini Comics. Un título imprescindible para quienes buscan una historia íntima, realista y conmovedora.
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