Eyeshield 21, la popular serie de manga creada por Riichiro Inagaki (guion) y Yusuke Murata (dibujo), continúa su evolución en su tomo 7, presentado recientemente por Planeta Cómic. La historia sigue a Sena Kobayakawa, el veloz y tímido estudiante que, bajo el alias de Eyeshield 21, ha pasado a ser una pieza clave en el equipo de fútbol americano Deimon Devil Bats. A través de estos tomos, la serie avanza en su trama con nuevos desafíos, complejidad en las relaciones de los personajes y una tensión palpable durante los emocionantes partidos de fútbol americano que mantienen al lector al borde de su asiento.
"Eyeshield 21" es el resultado de la colaboración entre dos talentos extraordinarios: Riichiro Inagaki y Yusuke Murata. Inagaki, responsable de la historia de la actual serie Dr. Stone, es conocido por su habilidad para crear tramas emocionantes y personajes entrañables, es el guionista de la serie. Su visión para desarrollar una narrativa rica en detalles y giros inesperados se complementa perfectamente con el arte dinámico y detallado de Murata, quien ha ganado reconocimiento por su trabajo posterior en "One Punch Man". La combinación de estos dos talentos ha dado lugar a una serie que no solo destaca por su acción y emoción, sino también por su profundidad y desarrollo de personajes.
Esta obra comenzó su serialización en la revista Weekly Shōnen Jump de Shueisha en 2002 y continuó hasta 2009, recopilándose en un total de 37 volúmenes. Durante su publicación, la serie ganó una enorme popularidad tanto en Japón como en el extranjero, en parte gracias a su ánime emitido de 2005 a 2008, consolidándose como una de las historias deportivas más queridas del manga. Su mezcla de comedia, drama, y partidos de fútbol americano llenos de adrenalina, capturó la imaginación de los lectores y estableció nuevos estándares para el género.
"Eyeshield 21" ha dejado una huella indeleble en el género del manga deportivo, no solo por su emocionante trama y personajes memorables, sino también por su capacidad para atraer a un público amplio. A diferencia de otros mangas deportivos que se enfocan en disciplinas más populares como el fútbol o el baloncesto, "Eyeshield 21" trajo el fútbol americano, un deporte relativamente desconocido en Japón, a la vanguardia. Este enfoque fresco y la habilidad de Inagaki y Murata para hacer accesible y emocionante el fútbol americano para los lectores japoneses y del mundo entero es una prueba de su talento.
Eyeshield 21, la exitosa serie de manga de Riichiro Inagaki (guion) y Yusuke Murata (dibujo), continúa su imparable carrera con el tomo 6, lanzado recientemente por Planeta Cómic. Este tomo no solo mantiene la esencia de la serie, sino que profundiza en la evolución de los personajes y la complejidad de los desafíos a los que se enfrentan los Deimon Devil Bats en su camino hacia la gloria en el fútbol americano.
Eyeshield 21 vol. 7 – La victoria contra el viento y el monstruo llamado Agon
El fútbol americano de Eyeshield 21 sigue alcanzando nuevas cotas de emoción con el volumen 7, editado en España por Planeta Cómic en formato doble de más de 560 páginas. Riichiro Inagaki y Yusuke Murata nos ofrecen aquí uno de los tomos más intensos de toda la serie, con un cierre de partido de infarto contra los Bando Spiders y el inicio de un nuevo enfrentamiento que marcará un antes y un después en la trayectoria de los Devil Bats: el choque contra los invencibles Shinryuji Naga y el aterrador Agon Kongô.
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La primera mitad del tomo resuelve el encuentro entre Deimon y Bando, un partido marcado por un elemento inesperado: el viento. El clima se convierte en un factor decisivo que condiciona cada jugada, obligando a ambos equipos a improvisar y a demostrar su versatilidad. Kotaro, el prodigioso pateador de Bando, demuestra desde el primer instante cómo aprovechar las rachas para inclinar el marcador a su favor. Hiruma, incapaz de ejecutar sus habituales pases debido a la fuerza del aire, tiene que recurrir a estrategias más arriesgadas, confiando en la velocidad de Sena.
Sin embargo, el gran obstáculo es Akaba, el defensor estrella de Bando. Una y otra vez logra detener al joven corredor, anulando su explosividad y empujando al equipo de Deimon contra las cuerdas. El giro llega cuando Sena, consciente de sus limitaciones, arriesga con una jugada inesperada: un pase hacia atrás a Hiruma, que finalmente conecta con Monta para lograr un touchdown crucial. Este momento sintetiza la filosofía del manga: ingenio, valor y confianza en los compañeros.
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El marcador avanza con field goals de Kotaro y Musashi, mientras Taki —fiel a su carácter cómico— falla repetidamente en su intento de frenar a Akaba. Pero el destino se decide en el último minuto: Sena recoge el balón y atraviesa todo el campo como un rayo, anotando el touchdown que da la victoria a los Devil Bats por un ajustadísimo 24-23. Una remontada épica que confirma que Deimon no solo depende de la velocidad de Sena, sino también de la creatividad táctica de Hiruma y la tenacidad de todo el equipo.
Con la clasificación en el bolsillo, el siguiente reto aparece casi de inmediato: el Torneo de Kanto. Y la suerte no podría ser más cruel. En su primer cruce deberán enfrentarse a los nueve veces campeones, los Shinryuji Naga, un equipo que representa la perfección técnica y física del deporte escolar. Aquí comienza la segunda gran mitad del tomo, donde Inagaki y Murata despliegan todo su arsenal narrativo para introducir a uno de los personajes más impactantes de la serie: Agon Kongô.
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Agon es presentado como un genio del fútbol americano, un jugador nacido cada cien años, capaz de dominar cualquier posición y ejecutar cualquier jugada con una facilidad insultante. Su contraste con su hermano gemelo Unsui, disciplinado y sacrificado, refuerza su carácter arrogante y narcisista. Agon no siente respeto por sus rivales, a los que desprecia sin miramientos. Sin embargo, guarda un rencor especial hacia Hiruma y Kurita, antiguos aspirantes a Shinryuji que terminaron en Deimon. Su objetivo es aplastarlos para demostrar que jamás estuvieron a su nivel.
El comienzo del partido contra los Naga es un baño de realidad. Monta, siempre entusiasta, queda completamente eclipsado por Ikkyu Hosokawa, receptor estrella de Shinryuji. Las jugadas de Agon y Unsui con su táctica del “Dragon Fly”, en la que se alternan como quarterback y receptor, desconciertan a Deimon hasta dejarlos sin opciones. El marcador al descanso es demoledor: 32-0. Hiruma, consciente del abismo que los separa, finge resignación e incluso habla de rendirse para evitar lesiones. Pero detrás de esa fachada esconde un plan.
El giro llega con el inesperado protagonismo de Yukimitsu, el jugador más débil del equipo. Gracias a su inteligencia y capacidad de análisis, consigue encontrar un hueco en la defensa de Shinryuji y anotar un touchdown que sorprende a todos, incluso a Agon. Este detalle, aparentemente menor, subraya uno de los mensajes clave de la serie: en Eyeshield 21 cada miembro del equipo tiene un valor único, incluso aquel que en apariencia no destaca físicamente.
A partir de ahí, la remontada se convierte en un desafío titánico. Sena, enfrentado cara a cara con Agon, comienza a entender qué significa medirse contra un “genio” absoluto. Aunque falla en sus primeros intentos de frenarlo, logra interceptar un pase crucial y, junto con el esfuerzo de compañeros como Jumonji y Kurita, consigue que Deimon reduzca distancias. La emoción se dispara cuando Monta, motivado por su orgullo de receptor, reta directamente a Ikkyu con la intención de superarlo.
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La segunda mitad del volumen alterna jugadas espectaculares con revelaciones sobre el pasado de Hiruma, Kurita y Musashi, quienes en su día soñaron con jugar en Shinryuji pero fueron rechazados. Esta confesión dota de más fuerza al duelo: no es solo un partido, es la oportunidad de demostrar que la pasión y el esfuerzo pueden enfrentarse al talento innato y al elitismo.
Yusuke Murata, como siempre, brilla en cada viñeta. El dinamismo de las carreras de Sena, la brutalidad de los choques contra Agon y la expresividad de las miradas transmiten toda la intensidad del momento. Cada página es un despliegue de técnica visual que convierte al fútbol americano en un espectáculo vibrante, incluso para quienes no están familiarizados con el deporte.
Conclusión
El volumen 7 de Eyeshield 21 es uno de los más completos y emocionantes de la serie. No solo ofrece la conclusión de un partido vibrante con final de infarto, sino que introduce a un nuevo antagonista que redefine las reglas del juego. La figura de Agon Kongô eleva el listón narrativo y sitúa a los Devil Bats ante su prueba más dura hasta la fecha. Con un guion ágil y un dibujo que roza lo cinematográfico, esta entrega confirma por qué Eyeshield 21 sigue siendo una de las grandes joyas del manga deportivo.